viernes, 28 de mayo de 2010

A VOTAR POR VENEZUELA

Luego de celebradas las elecciones primarias para elegir al candidato de las fuerzas democráticas en la Circunscripción Nº 4 del Estado Anzoátegui, lo primero que debemos decir es que nos sentimos tremendamente satisfechos con nuestra participación y con los resultados de este proceso de elección primaria.

Los resultados no son necesariamente expresión del esfuerzo que realizó un valioso equipo que nos acompañó durante la campaña. En efecto, competimos sin recursos contra una fórmula que contó con un sólido respaldo económico-financiero. Competimos contra una fórmula mediática, es decir, con evidente poder comunicacional toda vez que disponía de 3 horas diarias de radio como conductores de programas, mientras nosotros ni siquiera tuvimos la posibilidad de utilizar cuñas radiales, pues el reglamento lo impedía. Precisamente, en atención lo contemplado en ese reglamento y a los mas elementales principios de equidad, sugerimos por escrito que tales programas fueran suspendidos durante la campaña, gestión que no fue atendida por la Comisión de Primarias. Por si fuera poco, debemos decir que sobre nuestra candidatura se impuso un cerco mediático que limitó inmensamente la posibilidad de comunicar masivamente nuestra propuesta.

Por otra parte, participamos en un proceso que debió preservar su esencia ciudadana pero sin embargo fue partidizado en exceso. De tal manera que nunca se garantizó la igualdad de oportunidades en esta contienda, al contrario terminamos compitiendo contra TODOS los partidos y bajo una enorme presión que se ejerció sobre la dirigencia media y de base de las organizaciones partidistas.

Estas y otras consideraciones que vamos a omitir como una contribución al clima de unidad que nos anima son parte de una realidad evidente y aspiramos que esta experiencia pueda ser útil para que futuros procesos de consulta puedan celebrarse en condiciones de justicia y equidad para los participantes. Lo que debe quedar muy claro es que las observaciones antes expresadas, en ningún caso constituye una excusa para actuar de manera distinta al compromiso que anunciamos: asumimos, reconocemos el resultado y ofreceremos nuestra humilde contribución a la victoria de las fuerzas democráticas en el Estado Anzoátegui.

Y decía que nos sentíamos satisfechos porque realmente no nos preocupa ser minoría y mucho menos nos preocupa la actitud prepotente de algunos sectores e individualidades. Ser mayoría o minoría es una condición absolutamente circunstancial y temporal. Nuestra postura además está en sintonía con el concepto de democracia que promovemos, el cual se inspira en la preeminencia de la mayoría con absoluto respeto por las minorías.

Participamos con nuestras ideas, opiniones y propuestas, las cuales trascienden a los resultados obtenidos pues ser mayoría o minoría, no tiene que ver con la razón que asiste a unos u otros. Lamentablemente las mayorías también se equivocan y en el caso de la oposición, lo han hecho con preocupante frecuencia, siendo larga la lista de errores que después nadie reconoce. En nuestro caso, nunca nos importado nadar contra la corriente o colocarnos opiniones que no son compartidas por las mayorías.

Por ejemplo, cuando la candidatura del Comandante Arias Cárdenas, una aplastante mayoría del mundo opositor lo apoyo frenéticamente. Yo marque distancia de esa opción planteando nuestras reservas con relación a la escasa solidez del compromiso democrático del susodicho. Pasado el tiempo, con humildad y cierta tristeza, hoy decimos que el tiempo me dio la razón.

En otra oportunidad, cuando una abrumadora mayoría se pronunció a favor de la propuesta de AD sobre el retiro de la oposición de las elecciones parlamentarias del 2005, públicamente señalamos que era un error y cualquiera podrá comprobar que ejercí mi derecho al sufragio, fui a votar no pensando en que podíamos ganar, sino en dejar un testimonio claro de nuestra opinión disidente. Vale recordar que la oposición se retiro, nadie asumió la responsabilidad de aquel error garrafal y ahora pagamos las consecuencias.

En definitiva, si nuestras luchas atienden a principios y valores, ser minoría o ser mayoría es –insistimos- circunstancial. Cuando este país votaba 90% a favor del bipartidismo dominante, nosotros formábamos parte del 5% que pensaba distinto y que cuestionaba aquella forma de gobernar que nos condujo a esta situación de hoy. Nunca nos avergonzó ser minoría y siempre nos ha llenado de orgullo luchar por nuestras convicciones aun en medio de la adversidad. Hoy nuevamente puedo decir que participamos en esta contienda no necesariamente para ganar -como era obviamente nuestro deseo- sino también para expresar nuestras ideas y dejar un testimonio de nuestra opinión disidente.

Dicho esto, reiteramos que asumimos y respetamos los resultados. Durante la campaña hicimos una serie de señalamientos y sobre ellos se pronunció la opinión pública. Pues bien, aunque no comparta ese veredicto y sostenga nuestras opiniones -como demócrata comprometido con el país- asumimos la decisión de la mayoría, sumamos nuestro respaldo a la candidatura de Marcos Figueroa y daremos una modesta pero decidida contribución a la victoria que tanto anhela la Venezuela democrática.