viernes, 22 de diciembre de 2017

Lo que la revolución jamás podrá quitarnos

Especialmente en tiempos difíciles, la música y la poesía son el refugio del espíritu.  A veces solo una tonada o un verso pueden calmar la angustia. Incluso, las desgracias de los pueblos suelen ser también inspiradoras y por eso la civilización se hace inmortal a pesar de la tiranía. La historia está llena de ejemplos... 

El poeta Czeslaw Milosz lideró el movimiento vanguardista y participó activamente durante la II guerra Mundial en la resistencia a la ocupación nazi. Sin duda, el talentoso Milosz -premio Nobel de Literatura- se inspiró en sus duras vivencias y no es un caso aislado: la producción poética de Europa del Este fue especialmente prolífica durante la primera mitad del siglo XX.  Lo mismo pudiéramos decir de la literatura y la música clásica durante el siglo IXX. Algo similar sucedió en otras latitudes y en otros tiempos. 

En el Caribe, en la terriblemente deprimida Cuba, la música popular ha sido una expresión indetenible desde los tiempos de la esclavitud y del son montuno.  Hasta en aquella América Latina plagada de cruentas dictaduras militares, el arte fue una contundente expresión de humanismo que los fusiles jamás pudieron silenciar. En fin, el tema es inagotable. El punto es que a pesar de la difícil realidad de nuestro país, el talento artístico nacional en cada rincón se rebela contra el totalitarismo y brinda su aporte al civismo. Además, el pueblo venezolano es único: asume con paciencia y hasta con humor la calamidad que padece. De eso se aprovecha este régimen indolente, creyendo que la paciencia es infinita y que puede burlarse eternamente del pueblo.

La nauseabunda e insaciable "revolución" chavista no sólo le ha robado el futuro a los venezolanos sino también el presente. En efecto, esta es la navidad más triste, más oscura de nuestra historia. Antes de esta plaga roja, la navidad empezaba en octubre y todo diciembre era una fiesta popular. Hasta en los hogares más pobres la familia se reunía para celebrar el nacimiento del niño Dios y nunca faltaba la tradicional hallaca, el pan de jamón y alguna bebida espirituosa para alborotar la fiesta. A los trabajadores le alcanzan los aguinaldos para algún "estreno", para el "Niño Jesús" de los muchachos y sobraba para los fuegos artificiales, algo muy común en el barrio para aquel entonces.

Hoy no escribo para hacer una remembranza de "lo que un día fue", sino para invitar a todos a revivir con ilusión a ese país y rescatar al espíritu navideño.  No es la primera vez que una revolución le roba la felicidad a un pueblo, más bien la historia confirma que siempre ha sido así.  Pero es la mima historia que nos dice que el poder es efímero y los pueblos siempre florecen. No importa cuán poderosa aparente ser, la tiranía siempre muere y la civilización es inmortal.  Hoy escribo para reafirmar el optimismo, recordar que la navidad está en nuestros corazones y nadie no las podrá quitar.  Siempre habrá una gaita y algún poeta, un humorista o un escritor, un amigo, un vecino y alguien a quien amar. Así que –pese a las circunstancias que embargan a la nación- hoy escribo para desear a mis admirados lectores una feliz navidad y regalarles la certeza que el próximo año será muchísimo mejor.... La revolución tampoco podrá quitarnos nuestro amor y compromiso de lucha por esta patria de Bolívar. ¡Dios bendiga a Venezuela!

Twitter: @richcasanova

viernes, 15 de diciembre de 2017

¿QUIÉN GANÓ Y QUIÉN PERDIÓ?

En las semanas previas a las elecciones municipales presenciamos un debate entre votar o no, cada quien sacó su conclusión y actuó en consecuencia. Hoy algunos critican a los que participaron por legitimar con su voto a la dictadura.  Otros pretenden culpar a los abstencionistas del resultado electoral.  Ni una cosa, ni otra, es la verdad. No se ha legitimado al régimen y este resultado es consecuencia de una multiplicidad de factores, donde la participación es uno de ellos pero es determinante el contexto y las condiciones electorales. Entonces ¿quién ganó y quién perdió?   

Antes de dar una respuesta, digamos que -en nuestra opinión- votar era lo correcto en municipios de marcada tendencia opositora. No hacerlo era políticamente un suicidio, algo inexplicable.  En otros municipios la discusión tiene sus bemoles. En todo caso, quienes no votaron también tenían muchas razones para abstenerse y cuestionarlos es absolutamente inútil.  Al contrario, hay que entenderlos y promover una reflexión para superar la difícil situación del país. Además, por razones ya expuestas ampliamente, los principales partidos se vieron obligados a no participar, es decir, a no inscribir candidatos, ni hacer campaña. Y decimos obligados porque ninguno ha renunciado a la ruta electoral sino que adoptaron esa postura como mecanismo de presión para lograr mejores condiciones. Que se logren o no, está por verse; así que la pertinencia de esa política es también una discusión postergada.  Lo cierto es que –por ahora- la dictadura logró imponer un sistema para ganar elecciones siendo una ínfima minoría y eso debemos revertirlo. ¡Ese es el foco! Ahí debe centrarse la lucha en los próximos meses...  Ahora, al hacer un balance del reciente proceso hay que considerar que formalmente la unidad democrática no participó, el gobierno si lo hizo y quien juega solo ni gana, ni pierde. En consecuencia, el resultado de las elecciones municipales no es una victoria del gobierno, ergo tampoco es una derrota de la oposición.  Más aún, el régimen pudo haber obtenido las 335 alcaldías y eso no altera el balance real de poder: el gobierno sigue siendo una penosa minoría con respaldo militar y la oposición continúa siendo una mayoría muy amplia, aunque ella no haya podido expresarse política y electoralmente. Con una gran diferencia: nosotros podemos superar la coyuntura, en cambio para el gobierno el cuadro es irreversible, la crisis de gobernabilidad tiende a profundizarse.

Así las cosas, la oposición democrática está obligada a recomponer la unidad frente a la tiranía y a tener un solo candidato presidencial. Pero también a vacunarnos contra la intriga desmoralizante y la intolerancia. No hay espacio para divisiones o planes facciosos.  En esas elecciones presidenciales tenemos que movilizarnos como jamás lo hemos hecho, venciendo todos los obstáculos y en medio de una situación política terrible para el gobierno, no sólo porque seguirá siendo minoría sino porque su incapacidad para superar la honda crisis económica y social, elevará el descontento popular hasta niveles nunca vistos. Ante esta realidad ¿seremos capaces de vencer el pesimismo?  ¿Podremos ver esa gran oportunidad para el cambio o....?  ¿Acaso alguien ve a un gobierno victorioso?  ¿Quién podrá sostener algún argumento para abstenerse?  Hoy, justo en ésta lóbrega madrugada, es cuando tenemos que tomar conciencia y encender una luz para no ver nuestra propia oscuridad. ¡Venezuela no se rinde! 

lunes, 6 de noviembre de 2017

LA NUEVA REALIDAD Y LA RUTA A SEGUIR - PARTE II

La semana pasada analizamos la realidad actual y dejamos claro que nuestra lucha no es por unos cargos sino por un cambio. Urge un liderazgo que demuestre su compromiso al país y sea capaz de empinarse por encima de intereses personales o partidistas, por muy legítimos que sean.  La gente evalúa en silencio.  Lo cierto es que el gobierno pretende destruir definitivamente al voto como herramienta democrática y nosotros estamos obligados a restablecer las condiciones electorales para cambiar al régimen en unas elecciones presidenciales el próximo año, ese debe ser el único y verdadero objetivo, debe ser el punto de encuentro de la oposición democrática. Quien tenga otro objetivo, que se vaya a las montañas o se inscriba en el PSUV. Para construir una ruta en esta nueva realidad debemos valorar -entre otras muchas cosas- lo siguiente: 

1) La unidad no depende de un grupo, ni debe responder a coyuntura alguna. Y las elecciones municipales es una de ellas, su resultado no cambiará la realidad: la oposición seguirá siendo mayoría aunque no se exprese y el gobierno una minoría corrupta, fracasada y sin futuro. De manera que la unidad debe sustentarse en un plan con visión estratégica que se traduzca en una ruta compartida por todos, más allá de las diferencias. Lograr eso exige responsabilidad y madurez política. 2)  El respaldo internacional debe tener una expresión concreta, trascender de la retórica diplomática.  No hablamos de una invasión gringa, ni de ninguna de las pendejadas que cacarea la dictadura. Nos referimos a activar mecanismos establecidos en la ONU y desplegar acciones multilaterales de orden institucional, contundentes y efectivas, orientadas a forzar al gobierno a unas elecciones libres con observación internacional, realizadas en estricto apego a lo que establecen las leyes vigentes y la Constitución. Es claro que voluntariamente la dictadura no restablecerá las condiciones electorales, ya ha demostrado que prefiere la total destrucción del país.  3) La lucha política debe tener lo social como componente fundamental. El régimen es incapaz de superar la inmensa crisis, todo lo contrario: la tendencia es aterradora, el fantasma del default aparece mientras el hambre recorre las calles, la escasez y la inflación tienen al país en el hueso. Así las cosas, hay que exigir condiciones electorales pero es indispensable acompañar al pueblo en su angustia, darle mayor contenido social a nuestras luchas.  4) El régimen es inescrupuloso; miente, manipula y utiliza al Estado como arma es esta guerra sicológica contra el pueblo.  También tenemos un país susceptible al populismo, dispuesto a votar por quien lo oprime, tentado por las prebendas cuando la esperanza se quiebra.  Frente a esta realidad, hay que tener una estrategia comunicacional renovada, un mensaje claro, honesto y moralizante.  5) Todos tenemos que aportar, es hora de reivindicar el rol político del ciudadano y a la política misma. La anti-política nos trajo hasta aquí, el discurso contra "los políticos" es el aliento del militarismo y de todas las dictaduras. Los opositores que soñaban con destruir a la MUD, deberían constatar cuán inútil -incluso pernicioso- era su objetivo.  Es hora de la sensatez. Ante la guerra sicológica del gobierno, debemos derrotar al pesimismo, recordar a cada instante que somos mayoría y tener confianza en nuestras propias capacidades como país. ¡Venezuela no se rinde!

Twitter: @richcasanova

LA NUEVA REALIDAD Y LA RUTA A SEGUIR - PARTE I

Hasta quienes tenemos un optimismo a prueba de balas, por un momento nos sentimos heridos. Por fortuna, en un país de guerreros pronto tomamos conciencia de la realidad.  Ciertamente, el país está en una depresión colectiva, el gobierno ha ganado una batalla en esta guerra sicológica contra el pueblo al mostrar una fortaleza ficticia y una inexistente victoria. Veamos los hechos: en las peores condiciones y ante un régimen inmoral, la oposición ganó 6 gobernaciones incluyendo Zulia y Bolívar. Sin mencionar el obsceno asalto en Miranda y otros estados. Pero luego de tantas tropelías, aún tienen menos gobernaciones que antes. Entonces ¿Que realmente ganó el gobierno?  O vamos a revisar nuestros conceptos porque llamar victoria a esta inmundicia es como calificar de triunfador a un ladrón.

Hasta las parlamentarias del 2015, el CNE abusó y permitió el ventajismo pero guardó las formas democráticas, pese a ello la mayoría venció los obstáculos y se expresó. Hoy la dictadura tomó la decisión de asumir su condición, se propuso destruir el valor del voto como instrumento de cambio y dinamitar la ruta democrática. Sin dudas, estamos ante una nueva realidad, pero ¿ella hace más fuerte al gobierno? ¿Acaso dejó de ser una minoría y ahora tiene apoyo popular? ¿Desapareció el severo cuestionamiento al gobierno en el plano internacional? ¿Podrán mostrar su fortaleza -ahora si- con una gestión exitosa, resolviendo los problemas de los venezolanos y superando la crisis? ¿Podrán reactivar la industria petrolera y en general, el aparato productivo? ¿Controlarán la pavorosa inflación y pondrán fin a la escasez? ¿Quién va prestarle más dinero o de donde sacarán recursos para atender la demanda social? ¿Dejarán de pagar deuda? ¿Cómo pagarán a la hipertrofiada burocracia estatal? En fin, no hablemos del colapso eléctrico que amenaza al país, de la crisis hospitalaria o del caos de los servicios. En Caracas ya es "normal" 3 días sin agua potable. Pregunte por el gobierno a una madre cuando sus hijos pasan hambre, cuando va al mercado o a la farmacia ¿Qué dirá el transportista que busca repuestos o cauchos? Y podemos hacer mil preguntas más cuya respuesta es muy obvia: el país se hace inviable. Entonces ¿cuál es la fortaleza?  No es fuerte la cúpula cubano-militar que "gobierna" utilizando el poder de las armas para imponerse y robarle la esperanza a un pueblo; como tampoco es fuerte el ladrón que usa su pistola para quitarle a usted la cartera. En ambos casos se trata simplemente de un delincuente.

Aprovechando el enrarecido ambiente del país, el hamponato gubernamental convoca a elecciones municipales con la truculenta intención de mostrar al país una nueva "victoria" y desmoralizar definitivamente a la sociedad democrática.  La decisión de no participar en esos comicios no fue fácil. Pero ante una dictadura que se quitó la careta, no se trata de "ganar" unas alcaldías sino de lograr el restablecimiento de condiciones electorales en Venezuela. Nuestro objetivo es cambiar al régimen en unas elecciones presidenciales el próximo año y para ello, no podemos aceptar las condiciones impuestas por la ilegítima constituyente cubana para impedir una expresión auténtica y libre de la soberanía popular. Nuestra exigencia al mundo es clara: elecciones libres realizadas en estricto apego a lo que establecen las leyes vigentes y la Constitución.  Esa es la lucha que hoy está planteada para lo cual es imprescindible mantener clara conciencia de la debilidad del gobierno y la plena convicción de que somos mayoría. ¡Venezuela no se rinde!

miércoles, 25 de octubre de 2017

UNA DECISIÓN CON VISIÓN ESTRATÉGICA

Mientras escribo estas líneas, los 4 gobernadores opositores militantes de Acción Democrática se están juramentando ante la fraudulenta constituyente cubana. No voy a censurarlos por eso, hoy sobra quien lo haga. Sin dudas, la situación es compleja. Pero tampoco podemos silenciar nuestras opiniones. Con respeto, en esta hora oscura debo expresar mi opinión contraria. Hay quienes esgrimen argumentos principistas y satanizan todo pero también encontramos un pragmatismo igualmente radical que justifica plenamente acudir a esa ilegítima instancia. Ambos extremos impiden una decisión con visión estratégica, con la mesura e inteligencia que las circunstancias exigen y sin perjuicio de la ética que debe prevalecer en la función política.  Lamentablemente, por su diversidad y falta de cohesión, la falta de una visión estratégica es la principal debilidad opositora. Y la mejor prueba es esta decisión, la cual debió ser tomada de forma unitaria y no por un partido de la coalición. Al fin y al cabo, se trata de gobernadores elector por la unidad y como tal, cualquier decisión debió respetar la Consulta Popular realizada el 16J, donde el país categóricamente desconoció a esa falsa constituyente. 

Veamos otros argumentos. Es lógico que los gobernadores opositores quieran asumir y dar respuesta a su electorado pero ¿realmente asumirán una gobernación o le dejarán un cascarón sin competencias, ni recursos? Ninguno de ellos es tan iluso para pensar en hacer una gestión. Estemos claros que ningún problema podrán resolver y hasta para pagar la nómina tendrán serias dificultades.  Algunos de estos gobernadores hicieron una "consulta" para tomar la decisión.  Uno presume muchas presiones en cada estado y en su partido, pero también se puede inferir que la consulta buscaba justificar una decisión ya tomada: su resultado era obvio, un pueblo ávido de cambio apoyará este paso, sin otra aspiración que "una agüita en este desierto", como alguien me decía.   Asumir tal cosa es también una ingenuidad que conducirá a una nueva frustración. Estamos ante un gobierno malandro e inescrupuloso que -lejos de dar agua- tiene el plan de darle vinagre a los venezolanos para doblegar su voluntad de cambio. 

Así las cosas, la juramentación de los gobernadores ante la constituyente cubana no puede verse como una simple coyuntura sino como parte de una estrategia bien elaborada por la dictadura para desacreditar a la oposición, fracturar más a la unidad y destruir definitivamente la ruta electoral.  En consecuencia, debió actuarse para generar un efecto contrario al esperado por el gobierno: mayor prestigio opositor, evitar más fracturas, propiciar una unidad superior y facilitar el restablecimiento de las condiciones electorales para rescatar la vía democrática pues esa debe ser la ruta, a menos que usted tenga fusiles y cañones para ir a una lucha armada. O esté pensando en prender una vela para que otro solucione nuestros problemas.

Insisto, la decisión debió tomarse con visión estratégica, pensando en los escenarios futuros. Sabiendo que juramentarse ante la constituyente cubana no es el final de esta película y que luego de ese evento, vendrán acciones del gobierno destinadas a desprestigiar a la oposición, serán objeto de burlas y humillaciones en cadena nacional.  Todo ello con el objetivo de socavar nuestra base de apoyo y el respaldo internacional. Mostrarán la incoherencia que significa pasar meses desconociendo a la constituyente fraudulenta, incluso bautizarla como "prostituyente", para terminar jurando ante ella. El gobierno profundizará las fracturas en la MUD al "subirle el volumen" y manipular las posturas radicales que saldrán irresponsablemente a izar banderas de moralidad, como si tuvieran el monopolio de ello.  ¿En ese escenario vamos ir a las elecciones municipales que obviamente serán convocadas ya?  Con este cuadro ¿cuál es la viabilidad de unas futuras elecciones presidenciales?  Actuar con visión estratégica supone entender que nuestro objetivo no son 5 gobernaciones desmanteladas, ni siquiera 200 alcaldías en la próxima elección, nuestro objetivo es el cambio de régimen: la salida de las mafias que desangran a Venezuela. En consecuencia, las decisiones que tomemos hoy deben propiciar mejores escenarios futuros y en este caso, generar el contexto político necesario para actuar en el plano nacional e internacional a los fines de restablecer la ruta electoral que la dictadura pretende dinamitar. 

Lo que está planteado hoy es una nueva etapa de lucha donde recomponer la unidad es clave y la coherencia de nuestras acciones en función de una estrategia bien definida es determinante.  También es necesario rectificar ante los errores cometidos, eso es lo inteligente y lo que el país espera.  Dios bendiga a Venezuela.

Twitter: @richcasanova

lunes, 16 de octubre de 2017

¿FRAUDE? ¿Y AHORA QUÉ?

Una semana antes de las elecciones, muy preocupado advertí públicamente que era "muy importante NO descartar el fraude: es una posibilidad cierta. Pero ello no justifica la abstención, más bien es todo lo contrario".  Quise enfrentar al mismo tiempo el excesivo triunfalismo ante un gobierno delincuente y la absurda posición de algunos radicales que proponían como alternativa la abstención, lo cual abonaba a favor del fraude.  Pero también la intención era que se tomarán medidas preventivas y seguramente fueron tomadas. A pocas horas de concluir el proceso, no descarto otros análisis: mi buen amigo Kico Bautista señala que "perdimos por nosotros mismos. Nos mató la abstención y los venezolanos que se fueron del país en estos últimos meses. También la reingeniería electoral, la estrategia del gobierno funcionó. Perdimos 3 millones de votos: entre los cambios de última hora, el lío de las tarjetas con los nombres de candidatos y la generación de un cuadro de escepticismo generalizado se nos fue la victoria...". 

Quizás, aun no tenemos los elementos para cantar fraude y habrá que esperar el análisis detallado de las actas pero evidentemente el resultado no es creíble.  Luce imposible que un gobierno que tiene más de 80% de rechazo, responsable de la espantosa crisis que sufre la población, obtenga el 54% de los votos.  Y mucho menos con los niveles de participación que anuncia el desacreditado CNE.  "Esa no existe", diríamos en criollo.  Un colosal fraude es entonces "una posibilidad cierta" hoy y así lo comunique oportunamente -al menos dos meses antes de las elecciones- a conocidos dirigentes de la unidad democrática.  Decía entonces: "si hay un momento para que el gobierno se tire un fraude es éste... Y debemos prepararnos para ello. Aun teniendo las actas que demuestren nuestra victoria, tenemos un país sumido en la impunidad ¿Qué hacemos si mañana dicen que ganaron 15 gobernaciones? ¿A dónde vamos con las actas? ¿Al CNE, al TSJ o a la ANC? Seguramente, la fraudulenta constituyente cubana va a convalidar esta nueva estafa y juramentará a los gobernadores chimbos. Los radicales que ayudaron al gobierno promoviendo la abstención dirán que tenían razón, saltarán los oportunistas a culpar a la MUD y a descalificar a nuestro propio liderazgo. El gobierno jugará a que estalle la oposición y en ese escenario, convocan a las municipales y hasta las presidenciales.  La dictadura dinamitará la ruta electoral y en tales circunstancias ¿cómo decimos al país que debemos que participar?".  Este recordatorio no es para decir "yo lo dije" sino para que el país entienda que no fuimos ingenuamente a estas elecciones sino obligados a mantener la vía democrática, aun a sabiendas de los riesgos. Al margen de la vocación delictiva del régimen, esa es nuestra mejor alternativa y la menos doloroso para el país.

Ciertamente, el gobierno con un fraude estaría cerrado los cauces para una salida electoral y propiciando otras vías como la violencia, donde obviamente tiene todas las ventajas. O quizás el indeseable golpe militar comience a sonreírles ahora, en un país que se queda sin alternativas. Tampoco el gobierno podrá evitar que la gente vea con simpatía una intervención internacional –militar o no- lo cual pudiera convertirse en "una posibilidad cierta" por la obcecada postura del régimen.  Ahora se incrementa la amenaza de un estado forajido a la paz y cada día será más evidente la necesidad de actuar. Se cierran unas vías y se abren otras. ¡Ya veremos!  A todo evento, hay que esperar la revisión minuciosa de los resultados, acta por acta. Y si efectivamente se tomaron las medidas preventivas que antes aludía, estaremos en posibilidad de demostrar de forma inequívoca y contundente el fraude.  Y por supuesto, con antelación habremos activado mecanismos para actuar efectivamente en el plano nacional e internacional. 

En fin, el fraude tampoco beneficia en nada al gobierno y más bien tiene un alto costo político. El desconocimiento de los resultados -dentro y fuera del país- sólo agudizará la crisis política y demuestra su incapacidad para superarla por vía democrática.  Este golpe al Estado de Derecho sólo confirma al mundo el talante autocrático del régimen y su disposición criminal.  Por ahora. lo único seguro es que la crisis económica y social avanzará "a paso de vencedores", este gobierno irresponsable empuja al país a un colapso.  Estamos muy cerca del abismo... El país simplemente se hace inviable.  En este cuadro pavoroso, ratificó mi confianza en la unidad opositora y el pueblo venezolano.  Rendirse no está planteado, estamos muy lejos de sentirnos derrotados, simplemente hemos entrado en una nueva etapa de lucha contra una dictadura agonizante que prolonga el sufrimiento del país. ¡Que no crea el gobierno que pondrá de rodillas a un país de libertadores! Viva Venezuela….
 
Twitter: @RichCasanova

miércoles, 11 de octubre de 2017

¿CÓMO VES LA VAINA?

Perdonen lo coloquial pero la pregunta más frecuente en tiempos de crisis y especialmente en momentos electorales es la que sirve de título a estas líneas.  ¿Cuál es la realidad? ¿Qué puede pasar?  Es lo que realmente la gente quiere saber y para dar una respuesta objetiva, nada como consultar los estudios de opinión pública. Así las cosas, comencemos por decir que 90,2% de los venezolanos tienen una opinión negativa con respecto a la “situación del país”, según una reconocida encuestadora.  Sin embargo, una cosa es la situación del país y otra la evaluación de la gestión, lo cual permite inferir a quien la gente responsabiliza de la mala situación que padece.  Lógicamente, a nadie sorprende que el 75,6% de los venezolanos tenga una evaluación negativa del gobierno de Nicolás Maduro, si es que a esta orgía de corrupción e ineptitud podemos llamarla “gobierno”.  Lo relevante en las encuesta es –como siempre digo- “la otra cifra” y me refiero a que 24,4% tiene una valoración positiva de esta desastrosa gestión, algo que va a reflejarse en intención de voto, tal como veremos más adelante.

¿Cómo es posible que -pese a la descomunal crisis- casi la cuarta parte del país tenga una opinión positiva del gobierno? Veremos que ese porcentaje nacional es posible porque buena parte del país está comunicacionalmente aislado.  En muchas regiones los únicos canales de TV y emisoras de radio son oficialistas, en el mejor de los casos son “neutrales”, o sea la crisis no existe, Venezuela es “una gran potencia” y los problemas que pueda haber son producto de la “guerra económica”, culpa de la derecha, la oligarquía o el imperio. Es una parte del país que tiene acceso limitado a Internet y a las redes sociales, donde la gobernación y la alcaldía son chavistas, o casi todo depende del gobierno nacional, un país donde las fracasadas misiones tienen algún efecto y el clientelismo puede traducirse en un resultado electoral favorable. Algo que sólo es posible porque el gobierno manipula las necesidades de los más pobres y juega con sus esperanzas que -al fin y al cabo- es lo único que realmente posee y nadie puede quitarle.

Si revisamos intención de voto, es lógico que casi un 52% piense hacerlo por los candidatos de oposición. Lo insólito es que -en medio de la pavorosa crisis- más del 27% esté dispuesto a votar por el gobierno y que alrededor de 20% del país esté indiferente o no sepa si votar por uno u otro candidato.  Ahora, cuando se mide la intención de voto sólo entre los que están “completamente seguros que van a votar”, la oposición sube a 62,3%.  Al contrario, al medir sólo entre los que dicen “tal vez vaya a votar”, el gobierno incrementa sus posibilidades y llega a 34,2% de intención de voto. ¡La abstención lo ayuda! Hablamos de más de un tercio del país, cifra alarmante si recordamos que en un escenario de dispersión y alta abstención, Rafael Caldera ganó la presidencia por segunda vez con sólo 17% en su partido y una alianza electoral.  En fin, la abstención beneficia al régimen y promoverla desde la oposición es irresponsable, por decir lo menos.  Estos números explican la campaña abstencionista del gobierno en las redes sociales, que se aprovechen de la ingenuidad de algunos demócratas y utilicen esquiroles “opositores” para alentarla.  ¿Qué va a pasar? Con un gobierno truculento y desesperado, nadie descarta un fraude pero todo apunta a un triunfo electoral de la oposición, si el país sale masivamente a votar. ¡Su decisión cuenta!  
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lunes, 25 de septiembre de 2017

DE LA BURLA Y LA ÉTICA EN LA POLÍTICA

Como siempre, los humoristas encuentran en el poder una fantástica fuente de inspiración y muchas veces pagan las consecuencias: Leoncio Martínez estuvo preso por sus caricaturas y Chávez tuvo la osadía de preguntar a Zapata cuanto le pagaban por las suyas, a diferencia del Presidente Carlos Andrés Pérez quien lo condecoró pese a su mordaz humor o del General Carlos Soublette, a quien se le atribuye una frase que expresa tolerancia y respeto por el ejercicio intelectual: “La república no se perderá porque el pueblo se ría de su gobernante. La república podrá perderse cuando el gobernante se ría de su pueblo”.  El tema tiene pertinencia hoy en Venezuela, cuando el presidente y su camarilla corrupta no pierden oportunidad para burlarse del pueblo.

El humor exige creatividad e inteligencia. Al contrario, la burla es un signo de mediocridad y evidencia profundas carencias éticas. Detrás de la burla se esconde la humillación, subyace la inmoralidad.  Es inaceptable que Nicolás Maduro aparezca bailando salsa mientras el pueblo pasa hambre, hurga la basura para comer, no consigue medicinas y muere de mengua en los hospitales públicos. Es una burla decir que no hay alimentos porque ahora los venezolanos comen mucho, que ello es producto de la "guerra económica", culpa de la derecha o del imperio.  Que un funcionario público tenga un programa en el canal del Estado para “darle con el mazo” a quien se le antoje y hacerse el gracioso con expresiones que pretenden vejar, excluir, someter o exponer al escarnio a una parte del país, demuestra la pequeña estatura política y carencias éticas de Diosdado Cabello. 

Lo mismo pudiéramos afirmar del sociópata Jorge Rodríguez o de cualquiera de los miserables que ejercen como voceros de la dictadura: Si no hay luz es porque los venezolanos consumen mucha energía, es consecuencia del sabotaje, es una conspiración de la oligarquía o culpa de una iguana. Decir que Venezuela es una gran potencia cuando no hay ni papel tualé sería sólo un chiste malo si no fuera trágico. Es una insolencia hablar de soberanía mientras entregan el país al poder cubano y venden nuestro futuro al capitalismo chino.  Afirmar que en Venezuela los derechos humanos están garantizados, que vivimos en democracia y no hay corrupción, es suponer que todos somos estúpidos.

La burla jamás es ingenua y es la expresión de una ideología dominante, es muestra de una pretensión hegemónica que usualmente encierra alguna funesta paradoja: en Venezuela quienes se mofan del pueblo son los que dicen defenderlo, es la narco-burguesía corrupta que se ha enriquecido de manera obscena en nombre de los pobres. Y es que la burla se abraza con la mentira y el cinismo para transitar su camino de perversión y ruina.  En este contexto, ahora Nicolás Maduro pretende ocultar que un eventual diálogo o la convocatoria a las elecciones regionales son producto de una descomunal presión nacional e internacional.  Así que nos corresponde el próximo 15 de octubre no sólo derrotar a un gobierno corrupto, fracasado y mentiroso sino a una dictadura inmoral y vende patria.  ¡Venezuela no se rinde!

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domingo, 3 de septiembre de 2017

EL VENENO DE LOS CANCERBEROS

Ya advertimos que la fraudulenta constituyente solo sirve para desmoralizar al país, sembrar frustración y desmovilizar a las fuerzas democráticas, si le caemos en el juego. Como nadie reconoce sus decisiones, la ilegal constituyente cubana arremete salvajemente contra lo poco que queda de institucionalidad en Venezuela como para “hacerse respetar”. Es el drama de un gobierno débil, sin pueblo, obligado a usar la fuerza bruta para imponerse y a pensar en un diálogo “por las malas”. Incluso suponiendo que esa constituyente fuera legítima, su función sería redactar una nueva constitución y someterla a referéndum para que el pueblo decida, mientras tanto está en plena vigencia la CRBV, según decía Hugo Chávez “la mejor constitución del mundo”, la cual otorga la faculta legislativa exclusivamente al parlamento. De manera que cualquier ley o reglamento que emane de otra instancia es inconstitucional, lamentablemente en Venezuela la justicia está secuestrada y la Republica ha sido destruida.

Esta introducción era necesaria para hablar de esta “Ley contra Delitos de Odio” que promueve un régimen cultor del resentimiento, la maldad y la intolerancia. Es un acto de cinismo, un misil sin pólvora en esta guerra sicológica que adelanta la dictadura cubano-militar: parte del arsenal retórico que no resuelve nuestros problemas sino que busca amedrentar a la sociedad democrática. ¡Será inútil! Es difícil amilanar a un país que no se rinde pese a la brutal represión del gobierno, al asesinato de estudiantes, el encarcelamiento de líderes y demás opositores, los insultos a la iglesia, la agresión contra mujeres y toda clase de tropelías, sin que medie ley alguna.  Si los delitos contra el odio están asociados a la violación de DDHH mediante acciones de carácter segregacionista o cualquier otra que atente contra la condición humana, el respeto y la dignidad, es justo alertar sobre el inocultable prontuario que exhiben los promotores de esta ley, por lo que –lejos de intimidar al valiente pueblo venezolano- ésta debe preocuparle a quienes han ejercido el poder con despotismo. Si esa ley se aplicara habría que darle cadena perpetua a toda la cúpula putrefacta del PSUV y del gobierno, incluyendo al Poder Judicial, al CNE y hasta al “Defensor del Pueblo”, quien dijo no “tener de tripas” para ser esbirro y hoy lo vemos como el principal inquisidor.

En La Haya –adonde irán a parar- hablan de “hate speech” o “discurso de odio” para referirse a aquel destinado a promover y alimentar un dogma, ideologías fundamentalistas o mensajes cargados de expresiones discriminatorias, segregatorias, vejatorias y en general que lesionen la dignidad humana. Bastará con sintonizar “Con el mazo dando” o cualquier programa en el otrora “canal de todos los venezolanos” para confirmar que esa es la práctica normal en esta falsa revolución.  Será suficiente con escuchar a Nicolás Maduro en una de sus habituales y siempre latosas cadenas de radio y TV; o escuchar los “debates” en esa constituyente cubana y las ruedas de prensa de cualquier burócrata. Ni hablar de la actuación criminal de los llamados “colectivos” y otros grupos irregulares armados. En fin, los mismos vende-patria que hablan de soberanía, los corruptos insaciables que en nombre de los pobres nos llevaron a la miseria, ahora vienen a hablar de delitos contra el odio mientras sus colmillos destilan el veneno de los cancerberos, el cual infringía dolor por igual a los vivos y a los muertos.

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domingo, 27 de agosto de 2017

SOBERANIA Y TRAICION A LA PATRIA

El país en una crisis pavorosa, el pueblo pasando hambre y sin medicinas, sufriendo terribles calamidades y el régimen despilfarra miles de millones en ejercicios militares dizque para enfrentar al imperio: una gran payasada con el pomposo nombre de “Soberanía Bolivariana 2017”.  Nada nuevo, los comunistas han vivido su existencia manipulando al pueblo con un enemigo externo y ahora los cubanos han impuesto en Venezuela la cartilla que a ellos les funcionó en el marco de la guerra fría. Por fortuna, Bahía de Cochinos y la Crisis de los Misiles de 1962 no se repetirán, la realidad es otra… Pero más bien ocupémonos de develar la grosera manipulación que subyace en la retórica populista del gobierno. ¿De cuál soberanía estamos hablando?  Por su desempeño, pudiéramos inferir que esta “revolución” asume el concepto de soberanía de las monarquías absolutas, recogido en la expresión de Luis XIV: “El Estado soy yo”; de ahí que el monarca fuera El Soberano, así le decían.  Obvio, hay una gran diferencia: a Luis XIV lo llamaban “El Grande” y era objeto de adoración, nada que ver con el repudio y la mísera estatura de Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Raúl Castro o quien crea ser “El Estado” en este caso.  Y a propósito de las dificultades de hoy, recordemos también la frase del obispo de París en su oración fúnebre al monarca: ¡Solo Dios es grande!

Las dictaduras modernas prefieren manipular el concepto que heredamos de la Constitución Francesa de 1793: “la soberanía reside en el pueblo”, máxima trillada por quienes usurpan el poder en Venezuela.  Por supuesto, para ejercer la soberanía es indispensable un pacto social y formas de expresar la voluntad colectiva. De esta realidad derivan dos modalidades: la “soberanía popular” sustentada en el sufragio universal y la “soberanía nacional” que reside en un parlamento legítimamente electo. De ellas dos emanan todas las competencias –sin excepción- de los poderes públicos. Entonces ¿de cuál soberanía hablamos, si la dictadura convocó a una Constituyente vulnerando la soberanía popular y luego instaló ese fraudulento parapeto para violar la soberanía nacional?  De la clásica definición de Jean Bodin (1576) tomamos que la soberanía “es el poder absoluto y perpetuo de una república” y es así, solo que en Venezuela el régimen cubano-militar ha destruido a la república.

La dictadura pretende hacer creer que los promotores del cambio estamos aliados a intereses foráneos y apostamos a una invasión yanqui. Aquí los únicos que están a favor de una intervención extranjera son los que entregaron el país al poder cubano, facilitando su acceso a altas esferas del Estado, incluyendo la FAN. Traidores a la patria son los que han sextuplicado la deuda externa, hipotecando el país a los chinos, rusos, iraníes y demás socios de las cúpulas podridas. Vende patria son los corruptos insaciables que defalcaron a PDVSA y nos convirtieron en una potencia del narcotráfico; los que hablan de “soberanía alimentaria” y destruyeron el aparato productivo para enriquecerse con el guiso de las importaciones.  Miserables los que hablan de soberanía para justificar la opresión y utilizan el principio de autodeterminación de los pueblos para mancillar derechos humanos fundamentales.  A ellos el pueblo los desprecia, no a los gringos, ni al resto de la comunidad internacional que expresa su angustia por la pérdida de libertades y por las penurias que hoy sufre el pueblo venezolano.

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lunes, 21 de agosto de 2017

EL JUEGO DEL GOBIERNO

Desde el primer día que inició sus labores la Asamblea Nacional, el ilegal TSJ ha usurpado sus funciones, a veces de manera velada y otras de forma directa, bien emitiendo decretos abusivos e ilegales, o declarando la "inconstitucionalidad" de todas sus legítimas decisiones.  Realmente no hay novedad alguna cuando la narco-revolución anuncia que la fraudulenta constituyente cubana "asumirá las funciones" del parlamento.  Semejante tropelía sólo genera una fuerte reacción internacional y en nada fortalece al régimen, más bien lo debilita al confirmar su carácter dictatorial y vocación delictiva. Entonces ¿Para qué anunciar que asumirán unas funciones que ya habían usurpado? ¿Por qué tomar una decisión que en la práctica no cambia nada y que la oposición utilizará para afianzar su posición en los escenarios internacionales? 

La respuesta es simple: este y otros  anuncios son utilizados como misiles en la guerra sicológica que desarrolla el gobierno, quien valora sobre todo el efecto negativo que pueden generar en el sentimiento colectivo.  De hecho, sólo para eso sirve la desprestigiada constituyente cubana ¿o acaso hay algo que ahora el gobierno puede hacer y antes no podía? ¡Nada!  Estemos claros en que la dictadura no necesita a esa ilegal constituyente para abusar, violar DDHH, apresar a diputados o alcaldes, asesinar a estudiantes y cometer cualquier arbitrariedad, le basta con una depravada cúpula militar y un Poder Judicial servil e inmoral.  Es decir, a la dictadura la sostienen las bayonetas y la constituyente cubana solo sirve para desmoralizar al país y desmovilizar al 90% de venezolanos que hoy se opone a ella: una mayoría que resulta incontenible, salvo que el gobierno logre dividir a las fuerzas democráticas e instalar un clima de resignación, pesimismo, frustración y confusión. Esa es la tarea de la constituyente cubana y será víctima de esa guerra sicológica quienes caigan en su juego.  Quieren que usted piense que "nos quitaron la AN", cuando la verdad es que el país y el mundo desconoce a su falsa constituyente. La idea es que usted dude sobre ir a elecciones con este CNE, el mismo con el cual le dimos una paliza en el 2015. Que se paralice porque nos inhabilitarán candidatos, apresarán a los que ganen, no los dejarán tomar posesión o le montarán un gobierno paralelo.  La verdad es que nada de eso es posible si la mayoría que hoy somos se expresa y sale a votar, en cuyo caso -a pesar del CNE- ganaremos las 23 gobernaciones y estaremos ante una realidad política muy distinta.    

Venezuela ha conquistado un inmenso respaldo internacional porque -además del canal humanitario, liberación de presos políticos y otras exigencias- hemos planteado claramente una salida electoral a la crisis. "Elecciones ya" ha sido una poderosa consigna frente a la dictadura.  Pues bien, resulta incomprensible que ahora -cuando logramos construir una mayoría tan contundente- entonces no vayamos a elecciones o algunos apuesten a la abstención, cayendo así en el juego del gobierno.  Igual que al descalificar a nuestro liderazgo, dividir a la MUD o satanizar sus decisiones. Al contrario, quebrar su estrategia supone participar en cualquier elección establecida en la Constitución, sin abandonar la calle y preservando la unidad. ¡Que nadie se deje manipular! Quienes tenemos un compromiso con el cambio, tenemos prohibido caer en el juego del gobierno y estamos obligados a actuar con prudencia e inteligencia. 

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sábado, 5 de agosto de 2017

LA LOCA FANTASÍA REVOLUCIONARIA

Antes advertimos que el gobierno consumaría el fraude electoral. así fue, aunque nadie fue a votar, ahora hablan de millones de participantes ante un país incrédulo que vio los centros vacíos. Con descaro, el régimen prohibió el ingreso de los medios de comunicación para evitar un registro fílmico de su patética soledad.   En fin, con esa estafa poco gana y mucho pierde el gobierno: ya la dictadura ha apresado a alcaldes, magistrados y a los opositores que le ha dado la gana, ha asesinado impunemente a más de 120 venezolanos, ya tenía a un TSJ para avalar sus delitos, un "defensor" del pueblo como cómplice y una cúpula militar de rodillas ante el poder cubano, ya asaltaron las arcas de la nación y en definitiva, nada pueden hacer ahora que antes no habían hecho o podían hacer. ¡Nada!  

Lógicamente vienen tiempos difíciles, veremos una cadena de tropelías de esa falsa ANC pero el gobierno no se recupera, prolonga su agonía. Este fraude confirmó al mundo su vocación delictiva y talante autocrático. Además, al contrastarse con la Consulta Popular del 16 de julio, deja claro que la oposición es una inmensa mayoría que enfrenta a una reducida cúpula corrupta e inmoral.  Esa ANC no tiene reconocimiento nacional, ni internacionalmente, así que pensar que servirá para legitimar y legalizar al régimen es una loca fantasía. Suponer que sus decisiones serán respetadas es otra fábula revolucionaria y tendrán que imponerse por la fuerza, como siempre.  O sea, en el fondo nada cambiará y en términos beisbolísticos, vamos a extrainning.  El árbitro sigue parcializado pero el otro equipo no inspira, su fanaticada está en desbandada, las gradas son nuestras y con certeza ganaremos el partido. 

No fue posible una negociación y el régimen continuó esa desquiciada ruta que lejos de resolver la crisis económica, social y política, la agudizará dramáticamente.  Ya vemos el incremento desbocado de la divisa norteamericana y su impacto devastador en la economía familiar.  El desconocimiento de esa ANC por más de 40 países, así como las sanciones de EEUU y Europa, también tendrá una severa repercusión en nuestra economía. El gobierno sigue en terapia intensiva: la represión y la violencia no son signos de fortaleza sino de debilidad y grandes carencias.  La legitimidad de un régimen no la imponen los fusiles.   

El fraude constituyente solo confirmó que la solitaria dictadura, exhibe un rechazo de casi 90% y carece de respaldo internacional;  profundizó la fractura del PSUV y en la FAN la procesión va por dentro. El régimen se sostiene a punta de cañón, sin pueblo, ni futuro. ¿Irá la ANC a revertir esta realidad?  ¿Alguien imagina al pueblo apoyando a esta banda de miserables que ha hundido al país? ¿De qué se ríe el sociópata Jorge Rodríguez? ¿Las mentiras de Nicolás Maduro o los delirios de Diosdado Cabello van a medrar nuestro ánimo y convencernos de una inexistente victoria?  Ello es parte de la misma loca fantasía. Al final, ninguna ganancia obtuvo el gobierno con esta estafa electoral.  Al contrario, ahora está claro que los demócratas somos mayoría, tenemos la razón y el respaldo del mundo civilizado.  Obvio, no desconocemos las dificultades del momento, ni la incertidumbre reinante, ambas cosas son propias de los procesos de cambio.  Solo digo que a pesar del sombrío panorama, con certeza la luz se va a imponer más temprano que tarde. El momento más oscuro de la madrugada es justo antes de amanecer.  Lo importante es preservar la unidad y no ceder un milímetro a la oscuridad. ¡Venezuela no se rinde! 


viernes, 14 de julio de 2017

LAS CONTRADICCIONES DEL GOBIERNO Y LA ESTRATEGIA OPOSITORA

Quizás el régimen abriga la esperanza de minimizar los efectos de la Consulta Popular del próximo domingo y llegar boqueando a la falsa constituyente que ilegalmente promueve; aspira generar una situación de violencia y a partir de ella, aplastar militarmente a la disidencia e instalar el parapeto "electo" para derrotar políticamente a la oposición.  Por fortuna, deseos no preñan.  Ninguna dictadura quiere entregar el poder pero todas -sin excepción- terminan entregándolo pues preservarlo no depende de los deseos sino de la realidad.  

En Venezuela el problema del régimen es la enorme crisis de gobernabilidad en ciernes y la imposibilidad de enfrentarla políticamente. No hablemos del origen y causas de dicha crisis, es preferible advertir algunas contradicciones que evidencian la debilidad del gobierno y nos permiten inferir el colapso. Así las cosas, ese descomunal esfuerzo por desestimar la Consulta Popular convocada por las fuerzas democráticas solo demuestra que sus efectos pueden ser devastadores. Más aun, a sabiendas que a nadie le importa la opinión del TSJ, Pedro Carreño –al acudir a ese fraudulento organismo- ayuda a la estrategia opositora de convertir la consulta en el más contundente acto de desobediencia civil, ergo un poderoso desafío a la autoridad de la dictadura que deteriorará más aun su piso político.

Si el resultado de ese proceso es vinculante o no, es un debate estéril en un país donde el gobierno ha ultrajado la Constitución de la República y muestra diariamente su vocación delictiva. El punto es entonces la eficacia política de la consulta popular: su impacto en las distintas esferas de la sociedad venezolana y sus consecuencias en el escenario internacional.  Ni siquiera la FAN es inmune a un evento de esta naturaleza y los organismos internacionales son tremendamente sensibles a ellos. Algunos escépticos dirán que eso "poco le importa al gobierno" pero si así fuera ¿Por qué seguir asistiendo a la OEA y mantener una costosa petro-diplomacia solo para preservar los pocos votos que impiden una sanción? ¿O para qué enviar a la ilegalmente designada Vice Fiscal Harrington a una cumbre en Argentina?  En fin, les importa y mucho, de hecho en ese contexto se producen hoy decisiones trascendentes. 

Además, las contradicciones del gobierno hacen viable el plan opositor, tanta incoherencia evidencia que la "democracia participativa y protagónica" ha sido un vulgar templete del populismo, que quienes cacareaban el "parlamentarismo de calle" ahora están aterrados por la Consulta Popular que ha convocado la AN y que Chávez consultó al pueblo la convocatoria a una Constituyente mientras Maduro pretende embaucar a los venezolanos en un proceso truculento para -a costa de “la mejor Constitución del mundo”- salvar fabulosas fortunas amasadas a la sombra de la corrupción y perpetuarse en el poder. Pero ni siquiera la brutal represión ha logrado quebrar la voluntad de cambio de un país que día a día reafirma sus convicciones, derrota al miedo y que este domingo dará una demostración de fuerza sin precedentes.  Ojalá el gobierno entienda que procurar una verdadera salida electoral es su mejor opción, que nada resuelve cambiando al Alto Mando Militar pues su piso político se fractura, la credibilidad se desploma, el rechazo supera el 80%, se cierra el círculo internacionalmente y la “hora cero” ya no es una amenaza sino la expresión de un irreversible proceso de cambio. ¡Vamos pa´lante!   
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viernes, 7 de julio de 2017

EL INCENDIO DEL REICHSTAG Y EL ORANGUTÁN

A través del “canal del Estado”, los oficialistas que asaltaron al parlamento venezolano ofrecieron insólitas declaraciones acusando de violenta a la oposición con argumentos tan bufos como absurdos: afirman que iban "pacíficamente" -con tubos, piedras y armas de fuego- a entregar un documento a esa Asamblea Nacional que ellos desconocen por estar en "desacato" (¿?).  La escena me recordó el incendio del Reichstag -el parlamento alemán- perpetrado el 27 de febrero de 1933.  El gobierno, siendo responsable del hecho, capturó en las inmediaciones del incendio a un joven comunista holandés recién llegado a Berlín, quien fue torturado hasta que confesó su autoría, luego fue sentenciado a muerte y ejecutado con celeridad revolucionaria. El incendio del Reichstag fue utilizado por Hitler como "prueba" de la conspiración contra el gobierno, maniobra que fue fundamental para la instauración del régimen nazi y del Tercer Reich.  ¿Qué la historia se repita era una esperanza que abrigaba Maduro en algún rincón de su atribulada y putrefacta alma?  

Ahora vemos que el episodio reciente entre el presidente de la AN, Julio Borges y el orangután, apodado Coronel Lugo, es parte del mismo relato.  Las cajas con armas o explosivos que ingresaron subrepticiamente a la sede del parlamento eran parte de la escenografía pero le desmontaron el circo. Luego Maduro intentó enviar un mensaje de intimidación al condecorar al referido simio pero logró un efecto contrario: dejó claro de qué lado está la civilidad y dónde la barbarie, lo cual -lejos de amedrentar- hace viral la indignación y el desprecio.

Al principio Chávez ni siquiera insinuaba simpatías por el "socialismo" pues guardaba las formas, igual que Hitler antes del incendio del Reichstag. Pero ya Nicolás Maduro no tiene formas que guardar, la narco-dictadura es una realidad en la opinión pública nacional e internacional. Ahora admite querer lograr por las armas lo que no puede alcanzar con votos y lo hace con la vana ilusión de que la oposición salga despavorida a esconderse. Todo lo contrario, la calle es el escenario de un país que no se rinde y tomó una decisión irrevocable a favor del cambio.  La represión brutal, los militares gorilas desatados y los colectivos armados usurpando la autoridad, son signos de un gobierno débil, sin gestión, ni pueblo; sin argumentos, ni ideas, cuya única alternativa es invocar la violencia.  El pueblo no es pendejo y lo sabe, por eso el plan de asaltar al parlamento estaba políticamente condenado al fracaso pero la desesperación no les permitió anticipar sus efectos devastadores; lo que explica que al percatarse, saliera Maduro dizque rechazando la violencia en la AN y "que lo sepa el mundo...". Tarde piaste, pajarito. ¡Nadie te cree! Ahora pesan 18 años hablando de la conspiración de la derecha, del imperio y la oligarquía, de golpes de estado, magnicidios y demás zoquetadas.  Ahora pesa un mundo tanto engaño y tantas burlas que hacen irreparable la credibilidad de Nicolás Maduro y los 40 compatriotas.  

Insisto, el pueblo no es pendejo y observa con atención el patético espectáculo de un gobierno cobarde en esta etapa agonizante. En definitiva, el incendio del Reichstag, el episodio del orangután y toda esta saña son capítulos de una misma historia de autoritarismo, maldad y odio, donde repentinamente todos somos enemigos y traidores.  Pero diría Héctor Lavoe, todo tiene su final.  Por cierto, tanto hablar de “democracia participativa y protagónica” para terminar aterrados ante la consulta popular de este 16 de Julio. #DecisiónSoberana 

viernes, 16 de junio de 2017

EL CANTO DE UN PUEBLO ASESINADO

Hay interrogantes que no tienen respuesta y son como un eco infinito en la historia de la civilización: ¿Cómo uno de los grandes filósofos del siglo XX, Martín Heidegger pudo sentirse identificado con Hitler y su movimiento Nazi?  Nunca podremos entender como una mente tan brillante pudo sucumbir ante la oscuridad pese a la inmensa fuerza del amor y me refiero al eterno idilio con su alumna Hanna Arent, cuyos ensayos sobre el totalitarismo siguen siendo hoy una referencia fundamental en las Ciencias Políticas. 

El horrendo exterminio de millones de judíos, éticamente no difiere del asesinato de 68 venezolanos por razones políticas, aunque sea una vida pérdida por causa de la intolerancia y la represión es algo irreparable. Pero no hablemos de intelectuales o grandes filósofos, preguntémonos cómo los militares y todos los burócratas que le meten el hombro a esta criminal dictadura pueden dormir tranquilos y ver a los ojos a su familia. ¿Qué monstruo albergan en su alma? De pronto quisiera preguntarle a Tarek William Saab ¿Cómo alguien que presume ser poeta puede mostrarse tan insensible ante el sufrimiento de nuestro pueblo? ¿No ha visto los videos donde se tortura a compatriotas? ¿Cómo justificar tanta violencia desde el Estado?  ¿Cómo explicar que en Venezuela el pueblo no puede llegar a la Defensoría del Pueblo sin ser salvajemente reprimido?  En fin, son tantas preguntas...  Pero la maniobra reciente contra la Fiscalía General de la República sugiere que es inútil insistir para sacarlo de la indolencia. Ojalá me equivoque y en algún momento oiga a su hijo.

Quizás por los orígenes de mi abuelo Salomón Salama -a quien debo mi segundo apellido- o por mi vieja afición a la poesía, vino a mi mente en estos días “El canto del pueblo judío asesinado” y su autor Itsjok Katzenelson.  El poeta bielorruso vivía en una pequeña ciudad polaca cuando la invasión alemana y en 1941 -junto a su esposa y sus 3 hijos- fue confinado al gueto de Varsovia.  En medio de la indigencia se dedicó a tareas sociales y a la educación clandestina, organizó veladas literarias, teatro con los niños judíos y centenares de copias manuscritas de sus poemas circularon profusamente en el gueto. Su poesía -popular, muy lúcida y valiente- era un llamado a la resistencia. Un día al regresar a casa con su hijo mayor, encontró que su esposa y sus otros dos hijos fueron deportados a un campo de exterminio donde fueron ejecutados.  En medio de un inmenso dolor, ambos se unen a la Organización Judía de Combate. Luego logran escapar del gueto pero caen en una trampa, son capturados y deportados a un campo de concentración al noreste de Francia.  A partir de ese momento (octubre/1943) comienza a escribir en prosa un conmovedor testimonio personal sobre esa aterradora experiencia de vida. Su muerte inminente no quebró su espíritu literario. En febrero de 1944, consciente de su fatal destino, reparte 5 copias de “El canto del pueblo judío asesinado” entre sus compañeros y entierra una bajos las raíces de un viejo árbol. El 29 de abril de ese mismo año son deportados a Auschwitz y el 1º de mayo Itsjok Katzenelson y su hijo Zvi son asesinados en la cámara de gas en Birkenau. 

Ojalá la sensibilidad y el valor de este poeta judío sirva de ejemplo para todo aquel que hoy exhibe la indolencia de los esbirros nazis.  Mientras tanto al pueblo venezolano asesinado le cantan los muchachos de la Vino Tinto con su proeza y los estudiantes con su heroicidad, cantemos todos con la valentía que heredamos de Simón Bolívar.  ¡Venezuela no se rinde!

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viernes, 2 de junio de 2017

CARTA A PADRINO LÓPEZ Y DEMAS MILITARES

General Vladimir Padrino López: 
Quizás mis palabras sean un poco duras pero no tanto como las circunstancias, ojalá tenga la humildad y la tolerancia para leerlas.  Esta misiva no pretende insultarlo a usted, ni a ningún miembro de la institución castrense -asumiendo que algo queda de ella- sino expresar el sentimiento y la angustia que recorre estas calles donde la piedad se fue de viaje, como dice la canción.  Mientras pueda, voy a ejercer mi derecho como venezolano a opinar sobre nuestra FAN porque es nuestra, no pertenece a las cúpulas podridas de esta falsa revolución, mucho menos al poder cubano que ha secuestrado a nuestra patria ante la mirada complaciente de aquellos que una vez enfrentaron las pretensiones invasoras de Fidel Castro.  

Señor General, usted es parte de un Ejército "forjador de libertades" que pareciera haber olvidado la heroica gesta libertaria de Bolívar en América Latina y ahora con alevosía, es el sostén de una dictadura atroz e infinitamente corrupta. Y esta no es una caracterización personal, simplemente así es reconocida hoy en el mundo. No oculte esa realidad diciendo que "no habido ningún herido ni muerto" por  uso excesivo de la fuerza policial o militar.  Eso no es cierto, hay muchos y todos son responsabilidad de ustedes pues la República le otorga el monopolio de las armas para garantizar la paz, no para reprimir a un pueblo que ejerce su legítimo derecho a la protesta cívica.  Hoy vivimos un serio conflicto que pudiera derivar en una guerra civil, si la FAN no actúa en defensa de un pueblo que es masacrado en las calles. De ello sobran las evidencias y testimonios.  También es inaceptable discriminar a las víctimas según sus preferencias políticas, todos son venezolanos que han perdido lo más preciado que tenían: su vida! 

Es impúdico decir que la brutal represión de la dictadura es una respuesta a manifestaciones violentas de la oposición como Nicolás Maduro pretende hacer ver.  Al contrario, reiteradamente hemos demostrado nuestra vocación democrática.  En efecto, hemos llegado a la dolorosa situación de hoy porque el gobierno ha intentado desconocer a una Asamblea Nacional electa por 14 millones de venezolanos, nombró fraudulentamente a un TSJ para obstruir los cauces democráticos, nos quitó las elecciones regionales, se robó el Referéndum Revocatorio previsto en la Constitución, exhibe una larga lista de presos políticos, inventó una ilegal inhabilitación contra los opositores, ha hecho esfuerzos por ilegalizar a los partidos, ha violado de forma reiterada y flagrante nuestra Carta Magna, evade sus responsabilidades, usa el diálogo como una vulgar maniobra y hasta del Papa se han burlado! Perdóneme la franqueza y lo coloquial pero ¿Qué carajo quieren? ¿A dónde creen ustedes que conduce esta reiterada actitud delincuencial?  Si lo único que pedimos es elecciones, se cierran todas las alternativas y se incrementa la represión, obviamente la tendencia es a escenarios de mayor violencia.   Y así avanzaremos a un conflicto de consecuencias impredecibles, si ustedes siguen siendo la muleta del dictador y actuando como brazo armado del PSUV. 

Para sembrar miedo y paralizar a la sociedad, inútilmente el gobierno habla de 500 mil milicianos: una fuerza inexistente en la CRBV y numéricamente muy superior a los componentes institucionales de nuestra FAN, en los cuales pareciera que no se confía plenamente.  Para colmo, anuncian la compra de miles de fusiles en un país pasando hambre y donde la gente muere de mengua en los hospitales. ¿No le parece una inmoralidad, General?   Uno de los irresponsables burócratas del régimen anunció con absoluto desparpajo que pensaban armar "al pueblo chavista", algo que hoy está en franca extinción como bien saben y en todo caso, está por verse la disposición de ese pueblo a disparar contra sus vecinos.  El oscuro personaje se refería a armar a las estructuras de base del PSUV, conocidas como UBCH, pero lo insólito es que tal anuncio se produzca ante el sepulcral silencio de ustedes, quienes constitucionalmente tienen la obligación de administrar el parque de armas del país, lógicamente con fines más nobles que la matanza de un pueblo desarmado e indefenso.   Es insólito que sea el Estado quien ampare a la delincuencia y organice colectivos armados con fines represivos. Incluso han hablado de incorporar a presos comunes, evidenciando la degradación del sistema carcelario y la aberrante conchupancia entre el hamponato gubernamental y los pranes: toda una vergüenza.  Ni hablar de la siniestra alianza con la narcoguerrilla colombiana -especialmente las FARC- y la promoción de grupos irregulares criollos como la llamada Fuerza Bolivariana de Liberación Nacional, solo para amedrentar mediante la extorsión y el secuestro.  Tristemente, todo esto sucede en las propias narices de quienes juraron defender la constitución y garantizar la paz.

Pero este es un pueblo de valientes, el país ha derrotado el miedo y ha asumido el cambio como una decisión irrevocable. A estas alturas, señor General, ya debe usted saber que calle y más calle es lo que viene... A falta de alternativas, nuestra única opción es luchar.  Y ustedes ¿qué van a hacer? ¿Van a seguir disparando? Francamente me pregunto qué harán si las milicias, las UBCH, los colectivos, los pranes y todos los grupos violentos condujeran a una anarquía desbordada y terminen apuntando sus armas hacia ustedes.  Tarde o temprano, será nuestra FAN quienes tengan que enfrentar y desmontar este criminal andamiaje de violencia.  Maduro y su cúpula corrupta huirán a disfrutar su fortuna, serán ustedes -lo que quede de la institución castrense- quienes tengan que desmontar esa bomba de tiempo.  Por ahora, el reloj sigue corriendo...

Muchos piensan que los militares guardan silencio porque son cómplices del asalto al erario público y factor clave para que Venezuela sea la más importante plataforma del narcotráfico internacional.  Es verdad que muchos altos oficiales han sido señalados de estar incursos en el tráfico de estupefacientes; es cierto que el gobierno los ha protegido en lugar de propiciar una investigación objetiva y transparente; los venezolanos hemos visto como sacan una tonelada de cocaína por el principal aeropuerto del país, sabemos lo que pasa en las fronteras que también son custodiadas por ustedes; oímos a Walid Mackled -uno de los protegidos- hablar de los generales que tenía en su nómina y en fin, nada nos sorprende en un país donde miembros de la familia presidencial están presos y confesos por narcotraficantes.  Todo eso es cierto pero quiero creer que no todos están en ese charco putrefacto, en nuestra FAN hay una mayoría decente y avergonzada de este deslave moral.  Sólo sus acciones confirmarán o negarán esa hipótesis. ¡A esa mayoría apelo! Son pocos los altos oficiales que están en la lista de la DEA.  

Lejos de increparles con esta carta, mi intención es que usted -y cualquier militar que la lea- sea interrogado por su propia consciencia y dejen de voltear la mirada ante la abominable represión del régimen que ha segado la vida a más de 60 venezolanos, la mayoría jóvenes estudiantes que bien pudieran ser sus hijos.  Mi intención es recordar la diatriba moral planteada por El Libertador cuando los fusiles se voltean contra el pueblo. Quizás sensibilizarlos ante esta guerra asimétrica entre una "revolución armada" y un pueblo indefenso, entre unos vigorosos "hombres de armas" y los abuelos que también están en las calles pensando en sus hijos y nietos.

Mi intención es que no vean con indiferencia a esa inmensa masa estudiantil que brega con su inocencia a la intemperie y desarmados luchan al descampado contra la descomunal fuerza de las bombas y las balas.  Les escribo pensando en un país donde los niños jueguen con metras y no sean asesinados con ellas; donde la metralla de sus cañones no bañe con la sangre de estudiantes a la tierra de Bolívar.  Quiero que vean con amor a esa juventud que carga sus sueños como lanza en ristre, improvisa escudos contra la barbarie y lucha tenazmente por su propio futuro.  

Honestamente deseo que reflexionen sobre la monstruosidad que subyace en el alma del miserable que asesinó a César Pereira en Anzoátegui y a todos los caídos. Que imaginen cuanta vileza alberga quien hoy guarda silencio y hasta miente para justificar esta desgarradora realidad.  Ya son tantos los muertos que da mucho dolor recordarlos pero jamás podremos olvidarlos.  ¡El dolor es infinito! Aun así, el violín de Wuilly Arteaga sigue sonando en las calles de Caracas y son miles y miles las voces que se suman a diario.  Los vientos de cambio se han convertido en un indetenible huracán. Como diría una de las grandes responsables de tanto infortunio, "la tendencia es irreversible".  Piense en eso, General. 

Tome en cuenta cuán larga es la lista de muertos y que el país está de luto por una obsesión de poder, por la ambición desmedida de una cúpula insaciable que no le importa la sangre derramada. Ojalá usted o algún otro miembro del alto mando militar pueda responder una pregunta, solo una: ¿Cuántos muertos más necesitan para que la consciencia se imponga sobre la solidaridad a una dictadura criminal y decadente? 

Tampoco mi intención es que den un Golpe de Estado pues esa es la historia que nos ha traído hasta aquí.  No le pedimos un acto subversivo pues precisamente contra un golpe continuado es que se ha rebelado el pueblo venezolano.  La desgracia es justamente que los golpistas enquistados en Miraflores creen que esa es la forma de sostenerse en el poder. Le pedimos simple y llanamente que cumplan el juramento de lealtad a la Constitución y no esperen un desenlace fatal. Que expresen sinceramente su opinión sobre esa estafa que han llamado Constituyente y contribuyan a la única salida que tiene este conflicto: unas elecciones generales, libres y con observación internacional. 

Como venezolanos, tenemos el derecho de exigir que actúen con sentido de responsabilidad ante la historia.  Le pedimos que en vez de esconder su carnet militar, muestren su dignidad en esta hora aciaga.  Le pedimos que recuperen el honor de usar su uniforme, en lugar de vestir de civil para disimular la vergüenza; que no olviden que los delitos contra los DDHH no prescriben y sin duda alguna -más temprano que tarde- vamos a restablecer el orden constitucional en Venezuela.  Y lo haremos sin pensar en la venganza, solo en la justicia. Nuestra lucha es por un país de libertad y progreso para todos incluyendo a sus hijos, muchos de los cuales también están en las calles.  No esperen que uno de ellos ingrese a la dolorosa estadística que hoy exhibe la dictadura.  Le pedimos una reflexión honesta y oportuna, quizás para mañana sea tarde. 

Dios bendiga a Venezuela. 

Twitter: @RichCasanova 

viernes, 19 de mayo de 2017

LAS LECCIONES DE LA HISTORIA

Muchos de los más despiadados dictadores de la historia tuvieron en sus inicios inmensos niveles de popularidad, incluyendo a Pinochet, Fidel Castro y hasta el mismísimo Hitler, quien llegó al poder en 1933 tras una abrumadora victoria electoral.  Sin embargo, todos terminaron convirtiendo la esperanza en tragedia y las simpatías en repudio. Nuestro país no es la excepción, en algún momento Chávez tuvo el 80% de respaldo popular, casi el mismo porcentaje que hoy enfrenta al régimen. 

Por otra parte, algunos de esos tiranos tuvieron el reconocimiento de las más importantes democracias del mundo. Tal es el caso del líder del partido comunista en Rumania, Nicolae Ceaucescu, cuyo rechazo a la Doctrina Brezhnev lo llevó a desafiar a Moscú, a oponerse a la invasión a Checoslovaquia y estuvo a punto de romper con el bloque comunista, tal como hiciera el Mariscal Tito en 1948 cuando retiró a Yugoslavia del Pacto de Varsovia.  Esa cadena de eventos explica que el presidente de EEUU, Richard Nixon visitara Bucarest en 1970, que Ceaucescu fuera recibido en 1978 por Jimmy Carter en la Casa Blanca y que hasta la Reina Isabel recibiera a este genocida en el Palacio de Buckingham.  Pero aunque los intereses geopolíticos se imponen, el apoyo internacional se desvanece ante los abusos de poder. ¡Las dictaduras siempre caen!

¿Cuál es la relación con Venezuela? Apoyado en la siniestra Securitate –un inescrupuloso aparato de esbirros, espías y delatores, similar al SEBIN- Ceuacescu arrasó con todo vestigio de libertad en Rumania.  Durante la década de los 80, el país entró en una crisis tan pavorosa como la deuda adquirida para financiar su permanencia en el poder. Además, las penurias de la mayoría contrastaban con el obsceno nivel de vida de la cúpula gobernante: el mismo desparpajo de la boliburguesía del PSUV.  Ceaucescu no supo interpretar la caída del Muro de Berlín, desestimó las protestas populares que se extendían por las principales ciudades, subestimó al pueblo y se apoyó en las fuerzas militares para sostener al régimen.  Esta penosa historia terminó con el dictador juzgado y fusilado –junto a su esposa- por los mismos militares que 3 días antes lo apuntalaban en el poder.  Sin duda, la fuerza de un pueblo decidido a cambiar es imbatible y toda tiranía tiene su fin.  Siendo así, además de “llegar” hasta el final ¿Qué otra opción tiene Maduro?   Pudiera hacer como Pérez Jiménez que simplemente se fue del país, luego de percatarse de la realidad y escuchar el consejo de su hombre de confianza, el General Llovera Páez, al recordarle que “pescuezo no retoña”.  Las alternativas se reducen pues no creo que Maduro sea tan cobarde para solucionar el problema como Hitler, quien se suicidó en su bunker junto a Eva Braun.  Y tampoco creo que sea tan valiente para inmolarse como Salvador Allende.  Así que sólo le queda negociar una salida, tal como lo hizo Augusto Pinochet al entender que –indistintamente de su poder bélico- política y electoralmente estaba derrotado. Al asumir que la estructura de poder se fracturaba y prueba de ello era la declaración a favor de la oposición de su propio Comandante de la Fuerza Aérea, el General Fernando Matthei, poco antes de entrar a la reunión convocada por el dictador para desconocer el resultado del referéndum.  Aunque Pinochet pagó igualmente por los crímenes cometidos, fue la salida más inteligente, menos costosa políticamente para él y menos dolorosa para Chile.  ¿Tendrá Nicolás Maduro la capacidad de aprender algo de la historia?  

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viernes, 12 de mayo de 2017

LA FUERZA INSPIRADORA DEL CAMBIO

En Abril del 2002, luego de una jornada de protestas con un saldo de 19 víctimas fatales, el Alto Mando Militar le solicitó la renuncia al presidente, "la cual aceptó".  Hoy la cúpula castrense ni se inmuta ante la dolorosa cuenta de 39 muertos durante poco más de un mes de protestas pacíficas.  Sin embargo, un espíritu combativo indoblegable y un optimismo desbordante recorren las calles. El país vence el miedo.  Pero también es comprensible que alguien sienta que "vamos como vacas al matadero", aunque no es así.  Justamente el objetivo de la represión –además de mostrar al gobierno con una fortaleza que no posee- es quebrar anímicamente al país y sembrar dudas sobre la ruta asumida.  Por eso es muy importante -luego de 40 días de lucha- reivindicar nuestras victorias.  Ciertamente la lucha es difícil pero la estamos ganando.  Y que nadie lo dude, vamos a salir de esta pesadilla: como toda dictadura, la cúpula se aferra a sus privilegios pero sin excepción, todas terminan entregando el poder bajo una insoportable presión social y política, nacional e internacional.  La clave es persistir en la lucha, actuar unitariamente y valorar nuestras victorias.  

Empecemos derrumbando los mitos: es falso que este sea un "gobierno poderoso", como pretende aparentar.  Al contrario, tiene un inmenso rechazo, está aislado internacionalmente, enfrenta una crisis descomunal y es incapaz de superarla, está dividido internamente su partido, enfrentado conflictos en la FAN y un largo etcétera. Francamente, más débil imposible y eso es un gran logro de esta lucha pacífica.  La única fortaleza "fortaleza" del régimen es su capacidad de represión, la cual también está fracturándose por nuestra presencia en las calles.  La estructura de poder comienza a exhibir grandes grietas, muchas.  La posición de la Fiscal General de la República condenando el Golpe de Estado de Nicolás Maduro -aunque muchos no la valoran- es también una victoria.  Que la presión de la calle se traslade al entorno familiar de militares y altos funcionarios, es otro logro de la ciudadanía.  Que el General Pérez Ampueda -Director de la Policía Nacional- se enfrente a los colectivos y se coloque delante de los manifestantes, es una victoria más de la Venezuela democrática. Que cada día crece el repudio a Nicolás Maduro y la disidencia dentro del chavismo ante la falsa Constituyente, es un dato de la realidad.  

En fin, la presencia de los venezolanos en las calles esta horadando el piso del gobierno y hace crujir su estructura de poder.  Las fuerzas policiales y militares se agotan, se preguntan si vale la pena defender a estos corruptos.  En cambio a nosotros nadie nos obliga, estamos en las calles por amor al país, defendiendo la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el futuro de las próximas generaciones.  Esa fuerza inspiradora es única. ¡Ni se compra, ni se vende!  No tenemos armas, ni vocación bélica.  Es claro que la violencia pertenece al gobierno, es el único terreno donde podría ganar.  Así que mantener la ruta pacífica y democrática de la protesta es crucial. Lo contrario nos iguala al gobierno en la barbarie y sería nuestra derrota.    Constancia y mucha fortaleza, vamos bien.  ¡Aquí nadie se rinde!

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sábado, 6 de mayo de 2017

LA ESCALADA DEL CONFLICTO

Si algo queda por destruir es la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela pero ya Nicolás Maduro le puso el ojo. Aun pisoteada por el régimen cubano-militar, la Carta Magna sobrevive. Aprobada por amplia mayoría en un escenario polarizado, a la postre fue asumida por quienes no votaron por ella. Paradójicamente hoy es la oposición quien la defiende; mientras aquellos que la promovieron, la aprobaron y decían que era "la mejor Construcción del mundo", ahora la violan y les resulta incómoda para sus pretensiones dictatoriales, tanto que la narco-revolución se apresta a pulverizarla y así demoler lo que algunos consideran el principal legado de “comandante eterno”.

La solución a la crisis no es cambiar la Constitución sino que sea respetada. Modificarla no es hoy un debate jurídico sino político y pudiéramos decir, ético. En efecto, los mismos que robaron al pueblo el Referéndum Revocatorio y las elecciones regionales, ahora buscan embaucar al país con una falsa Asamblea Nacional Constituyente (ANC) para evadir una salida democrática, darle visos de legalidad a la dictadura y continuidad al Golpe de Estado. Si la propuesta fuera una ANC con bases comiciales transparentes y democráticas, sería otra cosa.  Pero que la mitad de los asambleístas provengan de las estructuras periféricas del régimen es una estafa inaceptable, algo que los venezolanos no vamos a permitir. ¡No es una polarización! La inmensa mayoría del país está cohesionada y plantada frente a una reducida cúpula ilegítima, autoritaria e inmoral.  De lado y lado, la estrategia es desgastar al oponente. El gobierno cree que la gente se cansará y en algún momento abandonará las calles con resignación. Por su parte, la oposición tiene la fuerza del pueblo y está decidida a persistir en una protesta enérgica pero pacífica hasta lograr la salida de Nicolás Maduro. Y si como está planteado, el gobierno se aferra al poder y la oposición se mantiene firme en las calles, si cada quien piensa que el otro se va a cansar, entonces la escalada del conflicto es lo más probable.  

Ahora, cansarse depende de condiciones físicas, anímicas y de variables políticas asociadas a la estrategia que cada quien asuma.  Sin profundizar el tema, diremos que para los demócratas es fundamental la unidad, tener confianza en el liderazgo opositor  y mantener la agenda de lucha. Hay que enfrentar esa falsa y truculenta ANC pero sin perder el rumbo, ni distraernos de nuestros objetivos. En cada movilización opositora uno siente amor por Venezuela, una fuerza de voluntad enorme, espontaneidad, mucho coraje y optimismo, cosas que el gobierno jamás podrá comprar. De hecho sus escuálidas movilizaciones son a punta de billete, llenas de caras largas y con enormes carencias humanas.  Aunque la dictadura tiene margen de maniobra, está en una precaria situación tanto por su extrema debilidad en el ámbito nacional e internacional como por las consecuencias sociales y económicas de la escalada del conflicto.  Cada día de protesta cívica, el gobierno gasta 500 mil Dólares en represión.  Los recursos destinados a alimentos o medicinas, lo invierten en perdigones y lacrimógenas. La industria -que ya operaba a un 30% de su capacidad instalada- terminará devastada; igual el comercio y el desolado campo venezolano.  Mientras Maduro siga en el poder, la profundización de la pavorosa crisis es una tendencia irreversible: el país se hace inviable.  Y lógicamente, el gobierno se hace insostenible. ¡Aquí nadie se rinde!

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jueves, 27 de abril de 2017

5 CLAVES PARA NO AYUDAR A LA DICTADURA

El gobierno militarista, fracasado y corrupto de Nicolás Maduro no tiene gestión que mostrar, ni posibilidad de resolver los problemas del país, ni siquiera tiene interés en ello.  Con el agravante de que la crisis económica y social avanza "a paso de vencedores".    Además carece de respaldo popular y credibilidad en el ámbito nacional e internacional.  Y por si fuera poco, el descontento incluye a la FAN y vastos sectores "revolucionarios".  En este cuadro, la única posibilidad de sostenerse en el poder es mediante la guerra sicológica, la manipulación política y la mentira para generar desconfianza en el campo opositor, dividirnos, amedrentar y paralizar a la sociedad venezolana, sembrar desaliento y resignación.  Si usted es un demócrata y no quiere ayudar a este oprobioso régimen, debe estar atento y evitar que se aprovechen de su buena fe, manipulen sus angustias, le acribillen cualquier esperanza y lo conviertan –sin usted saberlo- en un vocero de la dictadura. Ese es el trabajo del G2 cubano en Venezuela desde hace tiempo, por eso comparto cinco claves para identificar sus mensajes y algunas útiles recomendaciones.

1) Los mensajes son anónimos o falsamente asignados a un periodista o personalidad pública que goza de credibilidad en el mundo opositor.  Recomendación: No apoye el anonimato, no reenvíe mensajes sin confirmar su autoría. Revise las redes sociales del presunto vocero y consulte otras fuentes.  

2) Los mensajes tienen algún ingrediente para despertar interés: "De buena fuente...". "Un primo que es militar...".  "Ayer en una reunión confidencial...".  A veces encabezan el mensaje con frases como: "No está confirmado pero es importante que sepan…" o "Como me llegó se los envío...", y otras que supuestamente salvan su responsabilidad y estimulan su retransmisión.  Recomendación: No se deje manipular, esté atento. Piense, si no está confirmado ¿por qué me lo envían? ¿Es responsable reenviar mensajes "tal como me llego" de un desconocido? ¿Por qué no dan la cara? 

3) Los mensajes vienen enmascarados con un discurso opositor -generalmente radical- para captar su atención y darle credibilidad. Claro, la única manera de que usted difunda un mensaje del gobierno es bajo el camuflaje opositor y haciendo creíble su contenido con frases estridentes contra la dictadura.  Recomendación: No sea ingenuo, más bien sea muy capcioso. Alguien del gobierno intenta aprovecharse de su preocupación.  

4) Captada su atención, el falso mensaje inocula su veneno y el gobierno dispara contra su real objetivo: siembra dudas en dirigentes opositores para que usted piense que "todos son iguales" y por lo tanto no hay cambio posible; la idea es que usted se sienta traicionado, decepcionado y se rinda.  Para eso apelan a la mentira, hablan de diálogo, pactos o negociaciones inexistentes, se refieren a falsas reuniones y utilizan fuera de contexto frases dichas por algún opositor.  Ni siquiera los ex chavistas e independientes están exentos de esa técnica para generar confusión.  Recomendación: Indistintamente de su simpatía por algún líder o partido de oposición, no retransmita mensajes que descalifiquen, insulten o arrojen dudas sobre nuestros dirigentes u organizaciones, ese es un trabajo que hace perfectamente bien el régimen. ¡No lo ayude!  Recuerde que nada se gana por esa vía y piense en quien se beneficia de esa práctica desleal.

5) Los mensajes del gobierno -siempre camuflados en una retórica opositora- tienen el objetivo de fracturar la unidad de las fuerzas democráticas por eso incluyen agresiones contra la MUD.  Su destrucción es un objetivo primordial del régimen pues al margen de posibles errores u omisiones -y más allá de cualquier opinión personal- la MUD es la única instancia de coordinación de esfuerzos en el campo opositor. Obvio, el objetivo final es transmitir desilusión, frustración y que termine usted resignado, que sienta que no hay conducción, que nadie sirve y todos son iguales.  Es decir, quebrar el espíritu de cambio y ahogar sus esperanzas.  Recomendación: Sea solidario, considere que los que están en la MUD son venezolanos y demócratas, desean salir de este régimen y son tan patriotas como usted; tienen experiencia, no son estúpidos, ni brutos, tienen asesores y manejan información estratégica.  Valore que en medio de circunstancias muy difíciles, hacen lo mejor que pueden y arriesgan más que muchos otros. Sin duda, merecen un poco de su confianza. Si usted ha confiado en un desconocido al reenviar su mensaje ¿Por qué no confiar en quien da la cara y de frente trabaja por el cambio? De nuevo piense ¿Quién se beneficia con la destrucción del único centro de conducción política que -aún con sus limitaciones- tiene la Venezuela democrática? 

Cualquiera que insista en replicar esos truculentos mensajes estará contribuyendo con la dictadura. Algunos lo hacen conscientemente y motivados por su propio ego, buscando protagonismo e incluso, financiado tras bastidores por el régimen. Sin embargo, estas líneas van dirigidas a la inmensa mayoría que lo hace inconscientemente, actuando de buena fe, pensando que contribuyen con la causa, actuando honestamente en base a su libre albedrío y en defensas de la libertad de expresión. A ellos también le decimos que pronto recuperaremos la democracia pero hoy en nuestro país estamos librando una batalla contra la dictadura.  En las Ciencias Políticas es lectura obligada los textos del historiador y militar Carl Von Clausewits, quien decía que “la guerra es la continuación de la política por otros medios”.  Parafraseando a este célebre general prusiano -uno de los grandes teóricos de las artes militares- decimos que enfrentar a una dictadura es una guerra asimétrica y en toda guerra la información, la inteligencia y contrainteligencia es vital.  En una guerra la libertad de expresión es una exquisitez y lo que se comunica debe provenir del comando y tener una orientación estratégica.  Entender eso es fundamental en esta etapa de la lucha por la democracia en Venezuela.

En fin, lo he dicho siempre: esta es una lucha también espiritual.  Así que sea positivo, piense con optimismo, no retransmita nada que siembre desaliento o desconfianza, no descalifique absolutamente a nadie del mundo opositor, sea prudente con lo que comunica y muy cuidadoso para no ser víctima de un gobierno inescrupuloso que lo único que hace bien es mentir, manipular y robar. No lo olvide nunca: el cambio también depende de usted. ¡Viva Venezuela!

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viernes, 14 de abril de 2017

Una pregunta en Semana Santa a nuestra FAN

Al gobierno no le bastan las penurias de un pueblo que no consigue alimentos, ni medicinas y apenas sobrevive.  Ahora el país es también víctima de la más salvaje represión: ya van tres jóvenes asesinados, decenas de heridos y centenares de nuevos presos políticos. Realmente es brutal: disparan a mansalva, lanzan bombas con gases tóxicos desde helicópteros a la población desarmada e incluso contra centros de salud, algo que hasta en las guerras más cruentas se respeta.  La comisión flagrante de delitos de Lesa Humanidad ante la mirada cómplice de la cúpula gubernamental y militar, le confirman al mundo la contextura moral de esta dictadura. ¡Venezuela se desangra!

Pero ¿Que oculta en el fondo de su putrefacta alma alguien que actúa con semejante saña e indolencia? Asaltan recintos religiosos y ni siquiera el Cardenal Urosa pudo escapar a la acción represiva de las huestes del régimen.  Atacar salvajemente a la dirigencia opositora, apresarlos y conculcar sus derechos políticos con ilegales inhabilitaciones no ha sido suficiente, ahora amenazan de muerte a los sacerdotes de la iglesia católica.  Y vendrán por los evangélicos, por los judíos y por todo aquel que profese un culto distinto al demoníaco y perverso sentimiento que ellos expresan. Nada debe extrañarnos de quienes han profanado la tumba de El Libertador y practican oscuros rituales de sangre en el propio Palacio de Miraflores y hasta en instalaciones militares.  Realmente ¿a quién o a qué cosa nos enfrentamos? Al responder esa pregunta, uno entiende que ésta no es sólo una confrontación política de los demócratas contra una desalmada dictadura. Es sobre todo una lucha espiritual, una batalla a cada instante entre el bien y el mal; entre los que creemos en Dios -como quiera que usted lo llame- y aquellos que practican una devoción satánica a la muerte; entre la honestidad de quienes luchamos por la paz y la miseria humana de quienes cultivan el odio y la violencia. Una confrontación entre quienes amamos a Venezuela y aquellos que entregaron nuestra patria al poder cubano, defienden bastardos intereses y por sus mal habidas fortunas personales han vendido su alma al diablo.

En medio de esta reflexión -propia de Semana Santa- valdría la pena preguntarle a los oficiales de nuestra Fuerza Armada Nacional: ¿De qué lado están?  Y no es una pregunta subversiva, sino espiritual.  No aspiramos que den un Golpe de Estado pues de eso ya se ocuparon Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y el hamponato que usurpa funciones en el TSJ.  Después de 18 años de autoritarismo, fracaso y corrupción, nadie puede creer que la solución sea militar.  Al contrario, esta tragedia es consecuencia del militarismo –entendido como una inmoral deformación de la institución castrense- y su aberrante concubinato cubano.  En todo caso, ¿De qué lado están?... Esa es una pregunta para que se la respondan a sí mismo, con una mano en el corazón y otra sobre la Constitución.   Para que la respondan a su familia, aun cuando ésta disimule su angustia por el largo brazo de la justicia y la vergüenza que inspira ese verde oliva que deshonra a la patria de Bolívar.  ¿De qué lado están?.... Es una pregunta que debe responder a sí mismo todo aquel -civil o militar- que siga poniéndole el hombro a estos delincuentes de cuello blanco y boina roja.  ¿De qué lado están?.... Esa es la pregunta que hoy se hace el país. ¡Dios bendiga a Venezuela!  #EleccionesYa

Twitter: @richcasanova

viernes, 7 de abril de 2017

DEL SILENCIO COMPLICE Y LA IMPUNIDAD

Para alguien que no viva en este país bizarro, será difícil creer lo que hoy pasa en Venezuela. Es inimaginable que unos parlamentarios acudan a la Defensoría del Pueblo y sean salvajemente agredidos por bandas armadas del gobierno a plena luz del día y ante la mirada complaciente de los cuerpos policiales y las FAN.  La agresión dejó al joven Diputado Juan Requesens con una herida en el rostro que ameritó 56 puntos de sutura y al Diputado José Brito con fracturas en la región intercostal pero lo insólito es que la represión brutal del régimen se produzca en las propias narices de quien tiene la obligación constitucional de defender a la ciudadanía y garantizar el pleno ejercicio de los derechos, me refiero al Defensor del Pueblo, cuyo silencio es vergonzoso y cuando abre la boca es peor. 

En efecto, la más reciente opinión de este funcionario fue como vocero del Consejo (in)Moral Republicano para declarar "inadmisible" el procedimiento de destitución de los magistrados de la Sala Constitucional que dieron un Golpe de Estado, tal como afirmó la Fiscal General de la República.  La excusa para semejante declaración del "Defensor" es que los magistrados enmendaron las sentencias que generaron la ruptura el hilo constitucional.  Bajo esta lógica, cualquiera puede cometer un delito -un robo, por ejemplo- y si lo capturan, sencillamente devuelve lo robado y no pasó nada. Así, puede cualquier militar meter un tanque contra el Palacio de Miraflores y si el golpe fracasa, no hay problema: ponga retroceso al tanque, repare los vidrios rotos y regrese a su cuartel.  Nada de eso: golpe es golpe y tiene consecuencias.

La bochornosa impunidad se convierte en complicidad y en una conducta permanente que ha ido socavando las bases morales de la sociedad.  La ausencia de justicia se hace cotidiana y constituye algo fundamental para la sobrevivencia de esta pervertida casta revolucionaria.  Otro miembro de ese Consejo (in)Moral es el Contralor General de la República, testigo silente del más colosal desfalco a las arcas de la Nación. Francamente, hay que tener los ojos sancochados para no ver la opulencia, el obsceno nivel de vida de los jerarcas del PSUV y la más grosera corrupción en todos los niveles del gobierno. Las voluptuosas cuentas bancarias no existen, la impunidad reina y ya es un componente esencial de la narco-revolución chavista. 

Siendo éste el contexto, el cambio que promovemos no sólo debe recuperar la economía, elevar la calidad de los servicios y mejorar las condiciones de vida; debe también saciar la sed de justicia, sin odios, ni resentimientos.   Hay que garantizar las libertades, los derechos y poner fin a la impunidad para recuperar la convivencia, rescatar los valores y superar la pobreza.  Con tanta arbitrariedad se ha intentado ocultar una oprobiosa realidad pero por fortuna, gracias a la desesperada truculencia del TSJ, el mundo entero sabe –por fin- que en Venezuela vivimos una vulgar dictadura con un marcado rasgo militarista.  Y por si alguien tenía dudas, salió el Ministro de Defensa a solicitar la renuncia del Secretario General de la OEA y otro desprestigiado militar a amenazar al Gobernador de Miranda.  Por cierto, dejando claro que Luis Almagro y Henrique Capriles le quitan el sueño a lo que queda de la dictadura... #EleccionesYA

viernes, 31 de marzo de 2017

EL ÚLTIMO ALIENTO DEL MORIBUNDO

Alguna gente cree que a este gobierno no le importa lo que piense el mundo y lo que ocurra en los organismos internacionales. Si no le importara la opinión de la OEA, no habría hecho todos los esfuerzos, ni hubiesen dado ese penoso espectáculo sólo para evitar el debate sobre Venezuela.  Chávez sabía la importancia de esos escenarios, por eso destinó tantos esfuerzos y dilapidó una colosal fortuna en esa pervertida y corrupta petro-diplomacia que le garantizó por años un valioso respaldo internacional.  El difunto entendía que las dictaduras modernas están obligadas a guardar las formas democráticas: vulneraba DDHH y violaba el orden constitucional pero sabía que hay una "raya amarilla" que no se debe cruzar, se movía en el filo de la navaja.  Chávez podía hacerlo porque tenía recursos para mantener a los proxenetas del Alba, sostener el liderazgo suficiente para convocar elecciones y ganarlas gracias al clientelismo, la manipulación de las necesidades de los más pobres y un obsceno abuso de poder.    

Así las cosas, la reciente decisión del TSJ usurpando las funciones de la AN y evidenciando el carácter autocrático del régimen, es signo de un gobierno decadente y acorralado.  En efecto, si tuvieran otra alternativa para preservar el poder guardando las formas democráticas, con certeza la asumirían.  Más bien, Maduro está a punto de traspasar la "raya amarilla" y asume esa sentencia, a sabiendas que en nada ayuda al gobierno.  Al contrario, esta tropelía contra el Estado de Derecho otorga la razón a Luis Almagro y a la mayoría de países que en la OEA han expresado su angustia por la democracia venezolana.   Además, lejos de aportar solución a los problemas reales, agudiza aceleradamente la crisis económica y social, elevando la conflictividad y lesionando la gobernabilidad.  De manera que lanzar esta sentencia contra la democracia que "ordena" a Nicolás Maduro convertirse en dictador "para evitar un estado de conmoción nacional", es como lanzar un tobo de gasolina a la hoguera para evitar un incendio. Por eso muchos piensan que en esta etapa final, el régimen se quiere victimizar y con esta sentencia busca un desenlace final en un conflicto inducido.

Maduro sugiere una salida de Venezuela de la OEA y algunos creen que eso es lo que quiere el gobierno. Quienes así piensan desconocen o subestiman las consecuencias fácticas en el plano comercial y financiero de esa decisión, máxime en un país que ya padece una terrible crisis.  Otros recuerdan el caso de Cuba, obviando que la isla logró sobrevivir varias décadas fuera del sistema interamericano gracias al subsidio soviético.  ¿Quién va a subsidiar esta loca aventura de Nicolás Maduro?  En fin, los últimos acontecimientos confirman que estamos ante un gobierno moribundo pero esta agonía puede ser muy larga o más corta, dependiendo de lo que hagamos los venezolanos. En esta hora oscura, la oposición democrática tiene la responsabilidad histórica de conducir al país con coherencia y mucho coraje. Pero no es un problema exclusivo de "los políticos" sino del liderazgo nacional y la ciudadanía.   Cada quien debe tomar conciencia de su rol e involucrarse como ciudadano en la solución desde su propio ámbito, sea la escuela, la fábrica o la calle misma; desde algún partido, gremio o sindicato, etc... Lo cierto es que nadie podrá "hacer algo", si el país se cruza de brazos a esperar el último aliento del moribundo.  La indiferencia no es una opción...

@richcasanova