lunes, 10 de junio de 2013

LA CULPA ES SUYA

Si la inflación fuera una consecuencia del consumo, veríamos en el templo del capitalismo (USA) una hiperinflación devastadora. Aun así, Nicolás Maduro incluyó entre sus frases célebres esta insólita afirmación. Por supuesto, no faltará quien le crea y finalmente descubra al culpable de sus propias penurias. En efecto -a los ojos del "gobierno"- lo que está pasando es culpa suya, además del imperio, la oligarquía y la CIA, claro. Me explico, si los alimentos escasean y están tan caros, es porque usted tiene esa mala maña de comer todos los días y cuando puede, hasta 3 veces diarias. ¿Por qué no hace un sacrificio por la revolución? ¿Usted no ha entendido como funciona el mercado, compatriota? Por la misma vía de las malas costumbres, puede explicarse la falta de papel tualé y de otros productos como las medicinas, por ejemplo: La gente se queja de su elevado precio pero ¿quien los manda a enfermarse? Ah! En vez de mantenerse sano, es más fácil echarle la culpa a la política económica del gobierno. Y así es con todo, si quiere encontrar un culpable de los apagones pues véase en el espejo. ¿Acaso no es usted quien tiene esa costumbre capitalista de encender luces en la noche y ver TV? El consumo es lo que nos tiene así...! Gracias a la moda, la gente quiere estar comprando ropa, en vez de usar un modesto y autóctono guayuco. A propósito ¿que será de la vida de aquella empresa que el comandante eterno expropió y relanzó como "Pañales El Guayuco"? Bueno, seguramente el consumo la destruyó! En fin, tan felices que éramos cuando vivíamos en las cavernas. A la luz de la luna, alrededor de una fogata... Nadie andaba reclamando que no tenía acueducto o que el aseo urbano no funcionaba. Ahora la gente hasta aspira tener casa propia, con documentos y todo! No hay duda que la modernidad conspira contra la revolución y en el complot debe andar Capriles, su discurso lo delata. Para finalizar, en otras de sus piezas de oratoria Nicolás Maduro aclaró que no hay bobos en el gobierno. Confieso que lo primero que pensé fue "hasta en eso es mentiroso". Luego asumí que probablemente esté confundiendo ilegitimidad con bobería. No es lo mismo, Nicolás! Al final, decidí darle el beneficio de la duda: quizás no haya bobos y solo tengamos ineptos, corruptos y unos cuantos traidores a la patria ejerciendo el poder. Lo que si parece evidente es que Nicolás y su banda creen que los bobos somos los venezolanos. Solo eso explica que la inflación sea culpa nuestra. Twitter: @richcasanova

SI YO FUERA NICOLAS…

El deslave moral del régimen, la escandalosa corrupción y la comisión de múltiples delitos que van desde tráfico de influencias hasta traición a la patria y homicidio, se ha evidenciado con la grabación de Mario Silva, vocero reconocido del oficialismo. Pero más que su contenido, nos interesa comentar algunas secuelas. Que cierren "La Hojilla" es un efecto menor y el gobierno ha ripostado exigiendo la salida de Ismael García de Globovisión, lo cual lograron en detrimento de derechos fundamentales. Más gasolina para la hoguera. No importa lo que digan, las revelaciones de Mario Silva tienen un efecto devastador en las bases de lo que una vez fue el chavismo. La precaria credibilidad de "El Ilegítimo" se desvanece. La duda sobre su victoria electoral se incrementa en beneficio de Capriles. Ante la impunidad crece la desesperanza y se convierte en indignación gracias a la obscena intromisión cubana y al control del "gobierno" por gente tan desprestigiada como Diosdado Cabello y Rafael Ramírez. Tal fragilidad política hay que valorarla a la luz de otra realidad que confirma Mario Silva: Los golpistas están en el entorno de Nicolás, su propio Ministro de Defensa posiblemente preparaba un golpe. Imagínese que pasará por la mente del Presidente de la AN quien dijo que "Chávez contenía sus ideas locas". ¿O cuantos gorilas de closet estarán frotándose las manos viendo que la dupla Maduro-Diosdado se desploma? Si yo fuera Nicolás estaría más preocupado por ese entorno rapaz e inescrupuloso, desesperado y capaz de “tirarse al pico” a cualquiera, como diría Silva, quien desapareció sabiendo –como parte de la banda- la peligrosidad del hamponato infiltrado en el poder. Por otra parte, a los cubanos solo les interesa el petróleo y a tales fines, preservar el poder con o sin Maduro. A la vuelta de la esquina lo traicionan como hicieron con el Ché Guevara o con el Gral Arnaldo Ochoa, fusilado cuando ya no les era útil. Si yo fuera Nicolás estaría buscando recuperar la soberanía y quitarme esa guillotina de la nuca. Aunque tenga un costo político siempre será menor. A estas alturas, Maduro debe tener claro: 1) La ilegitimidad es creciente e irreversible, su "gobierno" se debilita y proporcionalmente se fortalece en la calle el liderazgo de Capriles. 2) No es la oposición quien puede incubar un Golpe de Estado. 3) No es la CIA o el Imperio quien hace viable una cuadro de anarquía o desorden social. 4) Carece de fuerza para un auto golpe y además es muy riesgoso para él. Así las cosas, si yo fuera Nicolás pensaría que la jugada más sensata e inteligente sería negociar con el liderazgo opositor una salida democrática que conduzca a la repetición de las elecciones y aunque eventualmente salga derrotado, por esta vía puedo preservar mi capital político y garantizar reconocimiento como líder de la oposición ante un probable gobierno de Capriles. Habiendo liquidado también a los adversarios internos de hoy, podría recuperar al "chavismo" y ser candidato en los próximos comicios. Lo otro, actuaría a tiempo: el riesgo para Nicolás es que la oportunidad se diluye al mismo ritmo en que se deshilacha su gobierno. Puede llegar el momento en que sea muy tarde. Tic, tac… Twitter: @richcasanova

EL PROBLEMA DE LA LEGITIMIDAD

Según encuestas recientes, casi 75% de la población piensa que Capriles ganó las elecciones. Además por distintas vías constatamos que ni siquiera en el oficialismo creen que su candidato haya ganado. Siendo una carencia de origen, la condición de ilegítimo de quien hoy ocupa la silla de Miraflores pudiera ser un resultado irreversible. Nunca un Presidente de la AN u otra "autoridad" tuvo que amenazar para que se reconociera al Presidente. Nada más elocuente de la crisis de legitimidad. A Chávez se le hizo una férrea oposición y se cuestionó con contundencia sus fracasadas políticas y la corrupción del gobierno pero jamás se desconoció su condición de Presidente, ni la autoridad que de ella se deriva. La legitimidad del poder está asociada al reconocimiento voluntario de la autoridad, en consecuencia cuando se recurre al uso de la fuerza, estamos ante un gobierno ilegítimo. Desde esta perspectiva, las amenazas y ese despliegue de violencia del gobiernito de Nicolás solo confirman su ilegitimidad, problema que no resuelve el pronunciamiento de unas instituciones desacreditadas, que nadie valora como imparciales y que hasta ahora subsistieron gracias a la legitimidad del Presidente Chávez pero hoy pudieran ser arrastradas por la crisis. En las monarquías, el Príncipe es reconocido como autoridad por ser hijo del Rey. Pero ni Chávez era Rey, ni Nicolás era su hijo. En otros tiempos y otras culturas, la legitimidad provenía de los dioses, las tradiciones o de la heroicidad de sus guerreros. En la democracia, la fuente de legitimidad reside en el pueblo, es decir será ilegítimo quien ejerza el poder sin el reconocimiento de la población y si no hay elecciones limpias, ni las autoridades electorales ofrecen suficientes garantías de transparencia, nadie reconoce realmente a esa autoridad y ello conduce progresivamente a un cuadro de ingobernabilidad. O sea, nadie logra gobernar en tales condiciones aunque quizás pueda mantenerse -por un tiempo- en el poder, gracias a la legalidad otorgada por la manipulación institucional (CNE-TSJ), a la coacción o violencia. Si eso ocurriera, es previsible una profundización de la crisis política y con seguridad la agudización de la delicada situación social y económica que ya hoy vive la Nación. No importa lo que haga Nicolás por mantenerse en el poder, no podrá gobernar. Serian impredecibles las consecuencias de prolongar excesivamente esta crisis de legitimidad. Hoy más que nunca, Venezuela necesita un liderazgo responsable. Twitter: @richcasanova