viernes, 28 de noviembre de 2014

LOS HOGARES DE LA PATRIA

Si alguien plantea que "los propósitos por los cuales debemos combatir se basan en la libertad e independencia de la patria…. nosotros somos socialistas, somos enemigos del sistema económico capitalista actual...." y promueve una guerra "contra el capital internacional", cualquiera podría suponer que se trata de algún líder de esto que llaman "Revolución Bolivariana". Pero lamento decepcionar a mis amables lectores, ya que son extractos de una arenga que ofreciera Adolfo Hitler en octubre de 1933. Cualquier semejanza con el discurso patriotero y en general, con la retórica de la boliburguesía del PSUV, no es una simple casualidad. Las perversiones en la política surgen a partir de ambiciones desmedidas de poder. Dios los cría y ellos se juntan, diría mi abuela. Recuerdo estas coincidencias a propósito de una alocución de Nicolás Maduro, quien en una de sus latosas peroratas anunciaba el Censo Hogares de la Patria‎ para "identificar las necesidades" de la población. Además del empeño constante en tergiversar la historia, nada luce tan nazi, tan fascista, como utilizar a la "patria" como un adjetivo de cuanta necedad inventan. Pero otra cosa hay que advertir, detrás de estos anuncios hay un inmenso segregacionismo ¿o es que en Venezuela algunos hogares son de la patria y otros no? Dividir a la sociedad y explotar las necesidades de los sectores más vulnerables es otra práctica común. ¿Y en qué otra cosa se parece este régimen al nazismo o al fascismo en cualquiera de sus vertientes? En su infinita capacidad para mentir, es su convicción de que repitiendo mil veces una mentira pueden convertirla en realidad, tal como pensaba Joseph Goebbels, infame Ministro de Propaganda en tiempos de Hitler. Sin dudas, este "censo" tiene la finalidad de embaucar a los más pobres, manipular sus esperanzas y generar falsas expectativas de solución a los ingentes problemas que confronta la nación, lo cual es un objetivo primordial en tiempos electorales como los que se avecinan. Sin embargo, la realidad es otra hoy. Esa infeliz declaración de Maduro evidencia la irresponsabilidad y el cinismo de quienes hoy ejercen el poder. En efecto, en medio de esta inmensa crisis social y económica, el gobierno nos propone un censo para "identificar los problemas", es decir que después de 15 años de políticas fracasadas, despilfarro y corrupción, la "revolución" aún está en la Fase de Diagnóstico. Luego de tres lustros en el poder, no han logrado siquiera identificar los problemas y para colmo, le dirán al país que no es su culpa sino del imperio, la oligarquía, la CIA, el capitalismo, y los 40 años, entre otras excusas que han repetido abusivamente, sin lograr el milagro de hacerlas realidad. Con este gobierno inmoral no solo escasean los alimentos y las medicinas, sino también la credibilidad. Tal incompetencia, tantas mentiras y tanta corrupción, solo nos reafirma la urgencia de un cambio y el valor de la unidad, la necesidad de contar en el corto plazo con una sólida mayoría en la Asamblea Nacional que ejerza su función contralora, ponga un freno a la demagogia y pueda reorientar el gasto público. ¡Manos a la obra! Twitter: @richcasanova

LAS SOLUCIONES DE NICOLAS

Sí alguien estaba preocupado por la situación del país, luego de los anuncios de Nicolás Maduro debe estar aterrado. Algunas "medidas" son pura y simple demagogia, tal es el caso de crear un Cuerpo Nacional contra la Corrupción. ¿Acaso el presidente no sabe dónde están los corruptos en este gobierno? ¡Que mire a su alrededor! Crear este cuerpo en un país donde literalmente no existe Contraloría General de la República, es una burla. Este gobierno corrupto seguirá navegando en la impunidad mientras el presidente actúe con tanto cinismo, la mayoría oficialista de la AN no investigue y el Poder Judicial esté sometido a las cúpulas podridas del PSUV. ‎Por otra parte, en un país azotado por el hampa y donde gobiernan los colectivos armados, reformar la Ley Orgánica de Seguridad de la Nación para "luchar contra el terrorismo, los paramilitares y asegurar la vida de nuestro pueblo" es una ofensa a la inteligencia de los venezolanos. Así mismo, después de tantas expropiaciones arbitrarias, en el país del "dakazo", es una bufonada cualquier reforma legal para establecer‎ algo que existe: la confiscación de los productos provenientes del contrabando. El objetivo real es mostrar a la escasez como consecuencia de una "guerra económica" pero desafortunadamente para el gobierno, el 78% de los venezolanos no cree en esa peregrina tesis. El mismo objetivo persigue la creación de una Intendencia para la Protección del Salario, instancia que -parte de la demagogia- será dirigida por un obrero. ¡Nada más inútil¡ La inflación y la escasez no se resuelven con más burocracia sino cambiando a este fracasado modelo económico que ha paralizado al aparato productivo y elevado al 30% la contracción del sector comercio. Para elevar la productividad y dinamizar la economía, es decir ‎para proteger el salario, en otros países ofrecen estímulos fiscales a la inversión. Aquí no sólo hostigan al sector productivo, sino que espantan las inversiones y castigan el emprendimiento al reformar la Ley del Impuesto sobre la Renta para obtener más recursos, los cuales son devorados por la insaciable corrupción del régimen. A los mismos fines, aumentan el IVA, o sea le meten la mano en los bolsillos al pueblo, algo tan inmoral como aumentar la gasolina mientras le regalan petróleo a Fidel Castro y a otros compinches. En la onda de la "guerra económica" también promueven la reforma a la Ley Antimonopolio, la cual naturalmente no aplica a la corporación gubernamental que monopoliza el papel periódico y pretende chantajear a los medios independientes que sobreviven a este ataque inclemente a la prensa libre. Así son las dictaduras, pues. Finalmente, la guinda de la torta, el gobierno solicitará a China "nuevos financiamientos", eufemismo para llamar al irresponsable endeudamiento de la República. ‎‎Solo los chinos le han prestado a Venezuela más de 45.000 millones de dólares, mucho más que la deuda total del país para 1998, cuando está "revolución" llegó al poder y calificaban como "traidores a la patria" a los responsables de la misma. Y ahora ¿quiénes son los traidores? En definitiva, el "paquetazo rojo" no aporta soluciones a la crisis, al contrario tiende a agudizarla dramáticamente. -- Sígueme por Twitter: @richcasanova / PUBLICADO 21/NOV/2015

domingo, 16 de noviembre de 2014

CORRUPCION POLITICA

Unos tienen dignidad y otros tienen precio, así son las cosas. La corrupción no es sólo el manejo indebido de fondos públicos, incluye también a esa visión pervertida de la política que hoy ha hecho metástasis en la estructura de poder y ha permeado en ciertas esferas de la sociedad venezolana. La situación social y económica se hace insostenible y el gobierno está consciente del sentimiento de cambio que recorre al país como un huracán, presiente una derrota en cualquier evento electoral que se convoque, sea una constituyente o las elecciones parlamentarias que están a la vuelta de la esquina. Y saben que su única alternativa es dividir a las fuerzas democráticas, a tales fines apelará a la corrupción política, entre otros recursos como sembrar desaliento y promover la abstención. Esta corrupción política ha tenido distintas expresiones. Vemos como surgen partidos nuevos, creados por viejos y desprestigiados dirigentes que buscan infiltrarse en la oposición como peones del militarismo. También hemos visto a partidos de larga tradición ‎democrática, lanzar por la borda su historia de lucha y colocarse al servicio del régimen. En efecto, resulta inexplicable promover la "tarjeta única" y después romper con la unidad. Igual que exigir que se convoquen primarias para escoger a los candidatos opositores y después irrespetar sus resultados, lanzando candidaturas fuera de la MUD para facilitar una victoria oficialista. Ante el drama que agobia a los venezolanos no hay explicación racional para colocarse al margen de la unidad, salvo la corrupción política. La paz y la reconciliación es un noble propósito que los oportunistas suelen confundir y utilizar como excusa para satisfacer su afán de lucro, negociando la esperanza de los venezolanos con las "cúpulas podridas" que han desangrado a la Nación. ‎Muchas veces ocultarán su impudicia en el anonimato cobarde, otras solaparán sus miserias en una retórica patriotera pero la corrupción es como la tos, muy difícil de ocultar. La sociedad venezolana debe identificar y repudiar a estos mercaderes de la política que –en tiempo de elecciones- buscarán fracturar el espíritu unitario y dividir a las fuerzas del cambio. En su momento los denunciaremos, por ahora sospeche de esos presuntos opositores que -en vez de plantarse contra el régimen cubano-militar- disimulan con algunos cuestionamientos al gobierno pero atacan ferozmente a la MUD, a Chuo Torrealba y a algunos líderes opositores. Ni siquiera el chavismo lo hace con tanto encono y si lo hiciera, es comprensible. Lo injustificable es que tales ataques provengan del campo opositor. Obviamente me refiero a actores políticos, no al ciudadano común, usualmente víctima del poderoso imperio mediático gubernamental y quizás de su natural angustia por salir de esta espantosa pesadilla. En fin, sí queremos promover un cambio real, tenemos que asumir como esencial el valor de la ética en la política, a la unidad como la única trinchera de lucha y consolidar una inmensa fuerza popular que -parafraseando a Tomás Moro- esté más vinculada por el corazón que por las palabras.... Ya veremos quienes tienen dignidad y quiénes tienen precio. Twitter: @richcasanova

viernes, 7 de noviembre de 2014

MORALMENTE DESARMADO

‎Vivimos en un país bizarro donde grupos irregulares -ilegalmente armados- convocan a una rueda de prensa para anunciarle al gobierno que desconocen su autoridad y que piensan seguir delinquiendo. Y no se trata de una exageración, ni hablamos de un delito menor. Al contrario, la violación a la "Ley para el Desarme y Control de Armas y Municiones" es un grave delito de consecuencias impredecibles. Pero esta insólita declaración muestra varias aristas de la realidad venezolana. Primero, los voceros en esa rueda de prensa hablaron en nombre de 260 colectivos armados, nada más y nada menos. Todo un aparato paramilitar que inicialmente fue creado para amedrentar a la sociedad democrática pero que ahora se ha convertido en un elemento más de inestabilidad política. Cría cuervos y te sacarán los ojos, dice un viejo refrán. En lo sucesivo, cuando el gobierno hable de paramilitarismo podremos suponer que se mira al espejo. En todo caso, hoy nadie duda que la inseguridad en Venezuela tenga un componente esencial en la violencia estimulada desde el propio gobierno. Por otra parte, el desacato al gobierno tiene su fundamento en las carencias éticas del PSUV y de la burocracia gobernante. Es decir, si la corrupción también es delito y reina la impunidad ¿con qué autoridad las "cúpulas podridas" le exigen a otros el cumplimiento de la Ley? Si la niñera de Jaua puede portar un arma y el ministro le miente descaradamente al país, lógicamente estos "revolucionarios" se sienten en el derecho de hacerlo también. Si el gobierno viola los DDHH de los venezolanos en nombre de esta supuesta revolución, ¿cómo exigirle a los colectivos que entreguen las armas? Me imagino que dirán "si protegen a El Pollo Carvajal, tiene que protegerme a mí también". En definitiva, lo que tenemos es un gobierno moralmente desarmado. Finalmente, este episodio agudiza la crisis de gobernabilidad, deja en evidencia la inmensa debilidad de Maduro y devela la pobreza institucional de nuestra Fuerza Armada Nacional. En lo político, esta rebelión interna es una consecuencia del vacío de liderazgo en la "revolución" luego de la partida del "comandante eterno", quien era el único que medio controlaba a sus huestes. Entonces uno se pregunta: Si los colectivos no hacen caso a Maduro y mucho menos a Diosdado; si el General Rodríguez Torres es desalojado del Ministerio del Interior por estos grupos y "los militares están en la mira"; si el gobierno no puede desarmar a nadie y ni siquiera pueden controlar a los suyos, ¿‎quién garantiza la estabilidad política del país? A este dramático cuadro de inseguridad, hay que agregar la profunda e inocultable crisis social y económica, generadora de un gigantesco descontento en la población. La situación sugiere una respuesta unitaria por parte de la alternativa democrática pues un gobierno moralmente desarmado está inhabilitado para garantizar la paz, que es una aspiración compartida por todos los venezolanos. Tal incapacidad incrementa el rechazo al régimen y reafirma la necesidad urgente de un cambio en Venezuela. Twitter: @richcasanova