lunes, 27 de enero de 2014

CULPA DE TODOS, MENOS DE ELLOS

Igual que la farsa del diálogo, este llamado a unir al país en torno a la paz carece de credibilidad porque proviene de un gobierno inmoral. Después de 15 años sembrando odio, dividiendo a la familia venezolana y estimulando la violencia, convocar a una cruzada por la paz suena a cuento, luce hipócrita. Desde el 4F tienen las manos llenas de sangre. Se trata del mismo gobierno que asesinó a Franklin Brito, condecoró a los Pistoleros de Puente Llaguno y con absoluta indolencia, mantiene injustamente preso a Iván Simonovis a riesgo de su vida. Sí quieren impulsar el desarme que empiecen por "La Piedrita", el FBLN y todos los colectivos armados y grupos irregulares que operan bajo su protección. Al menos, pudieran demoler la estatua que erigieron al desaparecido líder de la narcoguerrilla colombiana, Manuel Marulanda (a) “Tirofijo”. El real objetivo de este show es diluir su responsabilidad ante la tragedia que vive el país: Ahora la culpa es de todos, menos de ellos. Los apagones son por exceso de consumo, no encienda luces. La escasez es porque la gente compra mucho, no coma tanto. Y si no hay papel tualé, puede suponer la causa. Por cierto, tampoco hay papel periódico pero tenemos patria y somos una potencia. En fin, además de la CIA, el. Imperio, la derecha, la burguesía, etc... ahora usted es el responsable. Aunque hay avances, por ejemplo, la inseguridad ya no es “una sensación” sino un problema mediático y cultural. Por eso es que las bandas armadas más peligrosas están integradas por abuelas y amas de casa, principal audiencia de las telenovelas. Ni hablar de las comiquitas, películas de vaqueros o de policías: si usted veía Bonanza, Kojak o El Inspector Ardilla, tenga la seguridad que es un delincuente en potencia. Por lo demás, si no educa bien a sus hijos, cuando crezcan se convertirán en delincuentes. Debe inculcarle valores tal como hace la boliburguesia del PSUV con sus niños, a quienes enseñan con su ejemplo que robar es pecado y ser rico es malo, además de respeto y tolerancia. Aunque ello no basta, el homicida de Mónica Spear tenía 4 años cuando llegó la revolución pero la carga genética de antivalores capitalistas viene de los "40 años". Por si fuera poco, la gente anda por ahí sin escoltas y hasta se les ocurre accidentarse en las autopistas. ¿Cómo no va a haber inseguridad? El cinismo del gobierno es repugnante pero lo triste es que una parte de la población sea indiferente ante esta burla permanente. El trabajo de cada ciudadano es despertar conciencias y exigir al gobierno que cumpla sus obligaciones. La paz es un objetivo loable pero requiere de un gobierno con suficiente autoridad moral para unir al país y generar confianza. Obvio, no hablamos de esta chorocracia boliburguesa, cultora del odio y la violencia. No es este gobierno quien puede garantizar la paz a los venezolanos. Despertar conciencia es abrir los ojos ante esa inocultable realidad y promover el cambio que exige el país. Eso sí es responsabilidad de todos. EN PRENSA/ 24-ENERO-2014

LA EMBOSCADA

Para el gobierno el diálogo es una maniobra para ganar tiempo y reducir el impacto de la grave crisis económica y social que ha generado. Pretenden ocultar el fracaso y diluir su responsabilidad, aspiran que el país crea que este desastre es culpa de “todos” pero jamás de ellos. Por otra parte, la necesidad de diálogo en un país polarizado también ha sido la excusa de divisionistas y saltimbanquis para entenderse con el gobierno, fue el pretexto del MAS, BR y otros que intentaron fracturar la unidad democrática. Aun siendo una emboscada, los demócratas deben asumir el diálogo con firmeza, no con ingenuidad sino con objetivos claramente definidos, entre ellos reafirmar su vocación democrática y develar ante el país la farsa del régimen, que el pueblo sepa que quien ahora convoca al "diálogo" es un gobierno truculento, responsable de la tragedia que vive la Nación. Pero hay otra lectura. Pese a todo el abuso y ventajismo, con el último resultado electoral se logró detener la anunciada radicalización del proceso y más bien, la boliburguesía gobernante se vio forzada a promover el supuesto diálogo. Es decir, tal convocatoria es la mejor evidencia de su debilidad: Si se sintieran fuertes y victoriosos, la historia seria otra. Ese es un importante triunfo que es desconocido por grupos radicales de oposición, quienes inconscientemente se confabulan con seudo-opositores e infiltrados para desacreditar a las fuerzas democráticas y atacar a su principal líder. En efecto, cuando Henrique Capriles se ha negado a atender invitaciones palaciegas al diálogo, lo cuestionan porque perdió una oportunidad. Y cuando –preocupado por el drama de la inseguridad en Venezuela- asiste a Miraflores, lo critican argumentando que legítima a Maduro o que le hace el juego. El país sabe que Capriles ha arriesgado todo enfrentando al gobierno, decir que lo legitima es francamente absurdo. Cuando en 1945 Churchill se reunió en Potsdam con Stalin, nadie interpretó que el primero estaba legitimando al comunismo o justificando los crímenes de lesa humanidad cometidos en su nombre. En esa jornada también participó el presidente norteamericano Harry S Truman, sin que ello significara una victoria del autoritarismo soviético. Al contrario, sin Hitler se iniciaba una nueva etapa de la guerra, fría y silente. Aquel diálogo tenía una finalidad trascendente: sentar las bases para garantizar la paz en Europa y poner fin a la pesadilla nazi. La oposición venezolana debe ver este hipócrita llamado a diálogo del gobierno y sus aliados, con el mismo cuidado que a esas posturas ultra radicales que terminan facilitando al régimen la excusa necesaria. Como demócratas hay que valorar el diálogo pero con la estrategia de quien se sabe en una emboscada, conscientes de que la chorocracia cubano-venezolana no tiene real interés en esa ruta y que solo intenta cambiar el campo de batalla, no finalizar la guerra. Transitar ese oscuro callejón es esencial para salir de esta pesadilla roja. EN PRENSA/ 17-ENERO-2014

LA RENOVACION DE MADURO

El mismo gobierno que ha dicho que Jesucristo es socialista, que Bolívar es prácticamente militante del PSUV, que ha tergiversado la historia, manoseado los símbolos patrios y manipulado las necesidades de los más pobres, ahora pide que no se politice el tema de la inseguridad. Y no se trata de politizar sino de establecer responsabilidades, ese es un derecho irrenunciable que tenemos como ciudadanos. ¿Qué pasó con toda esa cháchara sobre el poder popular y la contraloría social? Hablamos de 24.763 homicidios en el 2013 pero uno empezando el año –el de Mónica Spear y su esposo- conmocionó al país. La cruda realidad es que casi 70 venezolanos pierden diariamente la vida en manos del hampa, la gran mayoría jóvenes de nuestros barrios y humildes trabajadores cuyos asesinatos quedan impunes y pasan silentes a engordar las estadísticas ante un gobierno indolente. Eso no les importa, tienen 15 años culpando a la CIA, al Imperio o al capitalismo mientras están dedicados a enriquecerse, han entregado la patria a los cubanos y solo les importa mantenerse en el poder para engrosar sus cuentas bancarias y vivir como magnates, con camionetas blindadas y escoltas pagados con el dinero de los venezolanos. Culpan a la derecha y a la IV República pero han politizado obscenamente al Poder Judicial y son cómplices de la infernal situación de las cárceles. Si el gobierno controla las policías, los tribunales, las prisiones y todas las instancias de poder ¿Quien es culpable del fracaso de 21 planes de seguridad? El colmo de la inmoralidad es decir ahora que “lloran la muerte de Mónica Spear y critican a los políticos, culpándolos de la inseguridad…pero no admiten que los que fallamos somos nosotros mismos como padres…”. Ahora el problema es que no criaron bien a sus hijos y se convirtieron en delincuentes. O la culpa es suya por no cargar escoltas! En este momento crucial, Capriles exige que el gobierno que asuma su responsabilidad y propone unir al país, pese a las profundas diferencias e indistintamente de lo que opinen los radicales y tirapiedras de siempre. Eso es un liderazgo responsable. Sin argumento y contra las cuerdas, Maduro se ve forzado a convocar a una reunión y ofrece para dentro de 30 días un plan de seguridad, otro mas. Simula un diálogo que nadie le cree y anuncia una renovación del gabinete. El gobierno de Maduro no tiene un año y ya está podrido. Lo más grave es que la supuesta renovación no es sino un reciclaje de fracasados. No destituye al Ministro del Interior, ni a la inefable Iris Varela o a la Fiscal que persigue a opositores y libera delincuentes. No, sin castigo alguno, cambió a la Ministra del Deporte que evaporó 50 millones de Dólares por el fracasado “Potro” Álvarez, cuyo éxito mas reciente es un video clip con él como secuestrador. Todos los “cambios” son más de lo mismo, desenchufa a éste aquí para enchufarlo por allá. Con esta renovación, el gobierno podrido de Maduro no da para mucho y por eso el show del “diálogo” para ganar tiempo e intentar reducir el costo político de la crisis económica y social. El mismo cuento de siempre pero… Todo tiene su final, diría Héctor Lavoe. EN PRENSA/ 11-ENERO-2014