lunes, 10 de enero de 2011

ARENAS MOVEDIZAS

Siempre se hundirá más rápido en la arena movediza, quien mas duro patalee. Aquel que no lo sabe, instintivamente patalea, es la naturaleza. Manejarse con éxito en situaciones difíciles requiere capacidad, formación, experiencia y mucho temple. Al carecer de tales atributos, es normal que se actúe justo al contrario de lo que la racionalidad sugiere.

Con seguridad el TCnel tiene muchas capacidades pero obviamente muy pocas en el campo democrático. Su formación es militar, o sea está formado para mandar no para gobernar, le es difícil construir consensos. Está entrenado para obedecer, no para debatir, así que espera que le obedezcan y a su vez, es ciegamente obediente a su Comandante Fidel Castro Ruz. En materia administrativa y gerencial -no así electoral- su experiencia lo convierte en toda una autoridad en fracasos, proyectos inviables y disparates. Su gestión así lo evidencia. Por último, en cuanto al temple, no en vano el "Héroe del Museo Militar" es recordado mojando sotanas con su llanto y lavando sus calzoncillos en La Orchila. Así las cosas ¿Como esperar que el tercio no se hunda más en las arenas movedizas de la realidad y arrastre al país al desastre?

Radicalizar la “revolución” es profundizar la crisis. Ante la emergencia, lo procedente era unir al país, no dividirlo más. El desafío es monumental. Por ejemplo, resolver el problema de la vivienda exige comprometer al sector privado en la solución, no hostigarlo y coaccionarlo con expropiaciones, amenazas, cierre de medios y otras tropelías. Imposible abordar con éxito el problema habitacional destruyendo el mercado secundario, éste forma parte de la economía popular e intermedia, es ahí donde mucha gente encuentra solución y además tal destrucción impacta negativamente a la industria de la construcción, ya duramente golpeada por la política del régimen. Y así en todas las áreas, vamos camino al despeñadero.

Pero pareciera que nadie le algo dice a Chávez sobre el naufragio en ciernes. Lo mismo le sucedió a Hitler: por miedo a su reacción, ninguno de sus Generales le dijo que estaba frente al abismo. Chávez está cada día más aislado: sus "amigos" raspan la olla, otros "se hacen los locos", sus partidarios callan y él es incapaz de escuchar las voces de la oposición, solo oye aquellas que vienen del "Mar de la Felicidad", la voz de un tirano agonizante que habla desde el umbral del infierno. Por fortuna, el país no se rinde y cada día está mas cerca una salida democrática a esta pesadilla roja. Saldremos adelante!!

Twitter: @richcasanova