viernes, 18 de diciembre de 2015

LOS FANTASMAS DE LA REVOLUCION

La poderosa dictadura militar chilena -pese a mostrar una gestión relativamente exitosa y exhibir un absoluto control de la FAN, de los medios y del organismo electoral- se vio obligada a entregar el poder luego de que el pueblo expresará su voluntad en un referéndum. ¿Por qué? La respuesta es simple: aunque Augusto Pinochet y su alto mando militar no querían entregar el poder, en la política y en la vida misma, los deseos están supeditados a la realidad. Nadie quiere abandonar el poder, los demócratas lo hacen atendiendo a sus convicciones y los autócratas forzados por las circunstancias, según la viabilidad real de preservarlo. Todos los dictadores terminan cediendo a la presión social nacional e internacional, cuya expresión institucional es imposible contener y forma parte de una nueva realidad política. Por eso insistimos que el cambio es indetenible cuando tiene respaldo popular, como es el caso venezolano hoy. El tema tiene pertinencia pues aun conseguimos gente francamente preocupada que dice "el gobierno va a hacer lo que sea para...", "olvídate, estos tipos no quieren...". Son las mismas personas que antes decían que no podíamos ganar las elecciones y si ganábamos, no iban a reconocer. Los mismos que han repetido la frase hueca "dictadura no sale con votos" y que siempre tienen una teoría a favor del gobierno para explicar cualquier cosa, incluso sus más obvios desaciertos. Por fortuna, ya el país vio lo que pasó con el "como sea" de Nicolás Maduro y sus amenazas de no "entregarse" y de salir a la calle. Quizás ahora se entienda que lo importante no es lo que quiera Maduro o Diosdado, sino lo que puedan hacer frente a la nueva realidad impuesta por el pueblo con su voto, la cual trasciende a todas las esferas de la sociedad, incluyendo a nuestras FAN y los organismos internacionales. Sin subestimar a nadie, los venezolanos debemos centrarnos en superar la crisis y construir un futuro mejor. Nuestro ánimo no debe alinearse con la retórica radical, ni darle audiencia a las marramuncias que pretenden desmeritar la gran victoria popular del 6D. Me refiero a los lloriqueos del gobierno sugiriendo fraude y poniendo en duda al sistema electoral que -según ellos- era el "más confiable del mundo". Hablo de poner a circular rumores de impugnación, fantasiosas historias militares o de la intentona de esta moribunda AN de designar ilegalmente a Magistrados del TSJ, entre otras trapisondas. Mención especial merece la instalación de un Parlamento Comunal que no existe en la Constitución Nacional y mucho menos en el sistema jurídico internacional. Diosdado Cabello podrá salir con una sábana y una vela pero los fantasmas no existen en el mundo real. Los derrotados quieren ponernos a discutir la existencia de esas entidades fantasmagóricas, en vez de ocuparnos de la realidad social y económica que agobia a todos. Nos quieren enlodar en un debate leguleyo y truculento para desenfocarnos del diálogo optimista y constructivo que anhela el país. Nada de eso, es hora de centrarnos en nuestra propia agenda, sin caer en la tentación que sugiere ser mayoría ahora, ni en las provocaciones de quienes han perdido el poder por decisión del pueblo. Cosas de la vida, si algo hoy es fantasmal es esta revolución fracasada, arrastrando cadenas y lanzando lamentos. ¡Venezuela quiere cambio!

viernes, 11 de diciembre de 2015

TE VEO VENIR, SOLEDAD

Las victorias y las derrotas tienen algo en común: deben ser administradas con prudencia y humildad, constituyen un desafío para el liderazgo. Nunca es fácil, la historia registra a muchos que no pudieron consolidar su victoria o recuperarse de la derrota. Posiblemente a Nicolás Maduro le queden muy pocos amigos pero si tuviera alguno, seguro le recomendaría serenidad y reflexión. Responsabilizar de la crisis a la derecha argumentando una guerra económica es la base del discurso que fue derrotado durante la campaña, insistir en ello insulta a los venezolanos y es un error casi infantil. También quedó demostrada la precaria credibilidad del liderazgo oficialista y del sistema nacional de medios públicos. Ni el abuso publicitario, ni el ventajismo descarado, ni las amenazas proferidas pudieron frenar la voluntad de cambio del país, la cual muestra una “tendencia irreversible”. Entonces ¿Por qué Maduro es incapaz de interpretar esa realidad y responde de forma dislocada? En parte, por la prolongada permanencia en el poder y la impunidad para ejercerlo, lo que obnubila y distancia al poderoso del mundo real, lo torna prepotente, sordo y ciego. Pero también Maduro está en la mira de Diosdado y otros grupos dentro del chavismo que lo culpan de la derrota y de la pésima administración del “legado”. Pensando en el post chavismo, intentan capitalizar su fracaso y quizás “entregar” la presidencia en una negociación con la nueva AN. Así las cosas, Maduro piensa que debe radicalizar para reagrupar fuerzas y evitar que otro asuma las banderas del chavismo duro, que es al final lo que queda. Es un discurso para sus huestes. Ya amenazó durante la campaña y el país hizo caso omiso, volcándose a votar masivamente por el cambio. Ahora que los resultados confirman la extrema debilidad del gobierno y que la FAN ratificó la voluntad expresada en las urnas electorales ¿Quién puede creer en nuevas amenazas? Quizás tengan un efecto en el plano interno pero de cara al país, será contraproducente para Maduro obstruir y sabotear a la AN que mayoritariamente el pueblo apoyó con su voto. Además, la gente no sólo votó por un cambio sino que anhela tranquilidad, un poco de sosiego y con sus amenazas, Maduro demuestra que es incapaz de garantizar la paz y la convivencia en Venezuela. Al contrario, es la principal fuente de conflicto aunque todos saben que no tiene fuerza real –pueblo, pues- para “profundizar la revolución” o en nombre del poder popular intentar alguna barrabasada contra la institucionalidad democrática. El colmo del desespero es acusar de traidor al pueblo que voto por el cambio y vengarse de los pobres diciendo que ahora no va a construir 500 mil casas porque no le dieron apoyo, dejando en evidencia la demagogia, irresponsabilidad e indolencia de esta falsa revolución. La fábula de que el Poder Comunal va a liquidar a la AN, los fantasiosos cuentos del mundo militar y todas esas fanfarronadas, intentan alimentar también a los radicales de oposición que siempre piensan que el gobierno las gana todas y nunca han creído en la construcción de una sólida mayoría que derrote política y electoralmente al régimen. La retórica radical del gobierno aspira mostrar una fuerza que no tiene, generar confusión, desaliento y minimizar una glamorosa victoria del pueblo venezolano. Pero si insisten en esa ruta, quedarán aislados y muy lejos del sentimiento popular. Diría nuestro estimado Franco De Vita: "te veo venir, soledad".

domingo, 29 de noviembre de 2015

VIOLENCIA POLÍTICA Y TERRORISMO DE ESTADO

Ocultar su fracaso, el despotismo y la voraz corrupción detrás de una supuesta confrontación histórica entre pobres y ricos, ha sido una práctica constante de la autodenominada “revolución bolivariana”. En medio de su pasticho ideológico, muestran una tendencia a reivindicar que la lucha de clases y el materialismo histórico justifican la violencia política. Desconocen que la siempre manipulada frase de Karl Marx: “la violencia es la comadrona de la historia”, puede entenderse también desde la perspectiva de Santo Tomas de Aquino, una de las grandes figuras de la teología y cuyos aportes filosóficos a la doctrina católica son invaluables. Tomas de Aquino también autorizó la violencia política en el siglo XIII, al justificar el levantamiento popular contra gobiernos tiránicos. Lo medular es que tanto el católico y el ateo como el revolucionario y el conservador, en sus reflexiones políticas han condicionado la violencia a lo moral y a los Derechos Humanos, cualquier otra interpretación es una perversión política inaceptable y forma parte de la criminalidad. En Venezuela, el problema radica en la amplia coincidencia entre Nicolás Maduro y su tocayo Maquiavelo, quien sentara las bases teóricas del Terrorismo de Estado. Ciertamente, en el siglo XVI Nicolás Maquiavelo hablaba de la “razón de Estado” para justificar la violencia pues consideraba a la política como una realidad ajena a toda moral. Hoy Nicolás Maduro reafirma sus carencias morales al responder con indiferencia, excusas, mentiras o medias verdades a un hecho insoslayable que constituye un crimen deplorable: el asesinato de un venezolano. Suponer que la víctima tenía nexos con el hampa y que su muerte es un “ajuste de cuentas”, ni siendo cierto justifica el homicidio, más bien evidencia el fracaso del gobierno en su lucha contra la delincuencia, si es que alguna vez emprendió tal lucha. Debemos destacar que el asesinato se comete en un contexto electoral y eso le da connotación política al crimen. Algunos advertían que dar excesiva notoriedad al hecho, jugaba a favor de la estrategia del gobierno de aterrorizar a la sociedad pero es inaceptable guardar silencio o moderar posturas, cuando la muerte toca nuestros predios. Al contrario, se hace indispensable una condena enérgica y que los presuntos autores paguen el costo político, solo así es posible evitar una escalada de violencia. De hecho, la contundente reacción de la comunidad nacional e internacional sugiere que al gobierno “le salió el tiro por la culata” y debe pensarlo muy bien antes de insistir en la ruta del terrorismo. Si la cúpula cubano-militar pensó que el asesinato de un dirigente podría intimidar al liderazgo democrático y amedrentar a la ciudadanía, seguro recapacitará al ver las imágenes que tomó el SEBIN de la gira de Henrique Capriles por oriente, las cuales evidencian un marcado contraste con la patética visita de Maduro a Anzoátegui. El gobierno descubrirá ahora que en tiempos de cambio, la injusticia es un acicate para la lucha democrática. Con Capriles, el entusiasmo desbordó las calles, la gente salía emocionada, nadie estaba ahí bajo amenaza, no había autobuses, a nadie le pagaron, ni se repartieron bolsas de comida. Sin duda, la oscuridad de la muerte es superada por la luz de la esperanza. El cambio es indetenible…

viernes, 20 de noviembre de 2015

EL SILENCIO DEL GOBIERNO

"Los narco-sobrinos" es un escándalo que tiene un costo político muy alto para el gobierno. El pueblo chavista que alguna vez -con razón o no- colocó sus esperanzas en la "revolución bonita", hoy se siente avergonzado. Para ellos debe ser repugnante aparecer asociado a este inmenso charco de corrupción y narcotráfico, lo mismo deben pensar sus aliados internacionales: ¡Maduro y Diosdado son una raya! Ni siquiera el cocalero Evo o el pervertido Daniel Ortega dan la cara hoy por sus benefactores. Un principio fundamental del derecho establece que se es inocente hasta que se demuestre lo contrario y en efecto: no prejuzgamos a nadie pero los ciudadanos tenemos derecho a la verdad y el gobierno debería garantizarlo, salvo que tenga algo que ocultar. Por otra parte, resulta inútil e insultante que respondan con el cuento de la conspiración, la oligarquía, el imperio, la derecha y demás necedades que han repetido por 15 años. La línea es el silencio. Para el aparato comunicacional del gobierno, Haití no existe y hasta intentaron desconocer el parentesco entre los narco-sobrinos y su tía. Algunos procuraron desestimar el caso advirtiendo que Cília Flores no es culpable de lo que hagan sus sobrinos y eso es cierto. El punto es que ella es Primera Dama y el gobierno debe explicar por qué sus sobrinos tenían pasaporte diplomático o por qué el piloto del avión en que viajaban era un oficial de nuestra FAN. Si cualquier ciudadano tiene problemas con su equipaje cuando supera los 25 kg ¿Cómo hicieron los narco-sobrinos para pasar 800 kg por el aeropuerto y la aduana, todas a cargo del hermano del Presidente de la AN y con custodia militar? La gente abriga sospechas porque ya antes pasaron una tonelada de cocaína por el principal aeropuerto del país, fue incautada en París y nadie investigó, ni hubo responsables. Existen dudas porque la gente sabe lo que pasa en la frontera y vio el operativo del gobierno para "rescatar" a un General acusado de narcotráfico, jamás se hizo investigación alguna y ahora es candidato oficialista al parlamento, el cual es presidido -por ahora y hasta diciembre- por un Teniente presuntamente involucrado. Tampoco es novedad que aparezca el nombre del gobernador de Aragua pues ya fue mencionado por el narcotraficante Walid Makled, entre otros. Tristemente, en Venezuela nada nos sorprende y todo queda en tinieblas. En ninguno de los casos mencionados se hizo un esfuerzo por determinar la verdad. Ahora, según el diario ABC de España, "la Casa Militar de Maduro custodió el traslado de la droga de sus sobrinos", algo que también quedará en las sombras. En Venezuela, no tenemos derecho a la verdad, todo está en penumbra. Hasta la nacionalidad del presidente es una presunción y nada que el tercio presente su partida de nacimiento. Tarde o temprano, ante la cadena de graves acusaciones, será inevitable una investigación sería e imparcial por parte del parlamento, la Fiscalía, incluso de la FAN, hoy empantanada hasta la gorra. Facilitar esa investigación es una obligación para cualquier gobierno honesto y responsable pero incluso para uno como éste resulta ineludible. Mentir ya no les funciona y el silencio dice mucho pues como advierte un refrán popular, "el que calla, otorga"… Nos vemos el 6D.

Patriotas Cooperantes, Narcotráfico y Revolución - 13/11/15

El “imperio” tiene vasta experiencia recibiendo a “patriotas cooperantes” y Leamsi Salazar –ex escolta de Diosdado Cabello- no es el primero y mucho menos será el último, lo cual debe quitarle el sueño a más de uno. En 1986 el Mayor Rodríguez Menier, abandonó su centro de espionaje en Hungría y desertó del servicio de inteligencia cubano para vivir bajo protección federal en EEUU y proveer información sobre las operaciones de narcotráfico en Cuba, incluso testificó en cortes francesas en el caso del terrorista Carlos “El Chacal”, agente de origen venezolano al servicio de La Habana y pariente de algunos facinerosos rojos, por cierto. Para Rodríguez Menier, la revolución comenzó a involucrarse en el narcotráfico durante la década del 70 y en algunas de las publicaciones del intelectual Marcelo Fernandez-Zayas, se certifica que fue a principio de los años 80, por lo menos. Hay testimonios de que el colombiano Fabio Vázquez Castaño, representando a movimientos insurgentes de su país, contactó a Manuel Piñeiro Losada –el famoso “Barba Roja” de la Sección de Inteligencia del Partido Comunista Cubano- para proponer la adquisición de armas vía Cuba para la lucha armada en Colombia y el pago en cocaína. Al comunicar la propuesta, Barba Roja argumentó que las drogas irían finalmente a EEUU, siendo un elemento desestabilizador del gobierno y de la sociedad de ese país. Además, la cocaína era una suerte de moneda convertible que ayudaría a las finanzas cubanas y con esta operación se apoyaba a los rebeldes colombianos. El negocio fue aprobado por la más alta jerarquía la revolución: Fidel Castro, su hermano Raúl y el general José “Pepe” Abrahantes, a la sazón Ministro del Interior. De las confidencias de Leamsi Salazar a las autoridades norteamericanas –según relata en su libro el periodista Emili J. Blasco- uno puede concluir que aquellos argumentos se mantienen vigentes para la casta revolucionaria criolla. Pero antes y ahora, este negocio terminó alimentado la insaciable voracidad de una cúpula tremendamente corrupta, supeditando el objetivo político al capitalista interés mercantil. ¿Le suena familiar a mis amables lectores? Lógicamente pues la “revolución bolivariana” está bajo la tutoría del poder cubano. En estas oscuras operaciones siempre se involucra a familia o gente del entorno más íntimo, quienes muchas veces son después sacrificados para salvar a la revolución. Tal fue el caso del propio “Pepe” Abrahantes, sospechosamente muerto en prisión. O el fusilamiento del General Arnaldo Ochoa –héroe de la revolución cubana - y tres oficiales más acusados de narcotráfico, incluido Tony De la Guardia, hombre con mucho poder que manejaba asuntos personales de Fidel y hasta permanecía en su habitación cuando éste se bañaba y se vestía. Abrahantes no sólo era Ministro del Interior, sino jefe de la guardia personal de Castro, desayunaban juntos y llevaba consigo las medicinas de Fidel. Como si fueran sus hijos o sus sobrinos más queridos, De La Guardia y “Pepe” Abrahantes tenían una relación muy íntima con Fidel pero ella no impidió que luego fueran sacrificados en nombre de la revolución o quizás anticipándose a la traición. En algunas esferas de poder en Venezuela se preguntan hoy ¿quién sacrifica a quien? Les angustia que cualquiera puede convertirse de pronto en “patriota cooperante” de la DEA… ¡Así ha sido siempre!

domingo, 8 de noviembre de 2015

LA DIMENSION CULTURAL DEL CAMBIO (II)

La degeneración cultural impuesta por el militarismo y la permanente pérdida de identidad sustentada en el populismo y la demagogia "revolucionaria", no sólo está referida al arte y el espectáculo, a la gestión de lo cultural o de los espacios destinados a tal uso. Esta tragedia también tiene una nítida expresión en el ámbito de la cultura ciudadana. En efecto, durante estos años se ha exacerbado la "viveza criolla", ha habido una sensible pérdida de valores, un marcado deterioro del sistema educativo y un desprecio por el trabajo honesto y productivo. El gobierno aspira tener un país de mendigos con la mano estirada a “papá Estado”. En este país dramáticamente empobrecido y culturalmente castrado, el nivel de vida de la burocracia del PSUV muestra sin rubor una opulencia que resulta francamente obscena y constituye un mensaje inmoral que legitima el facilismo y la corrupción en la sociedad. Mientras proclamaban que "ser rico es malo", en la práctica reafirman la idea de que para ser millonario, no es indispensable estudiar, ni el trabajo tesonero sino que basta con estar enchufado. La honestidad y la constancia no son virtudes revolucionarias, lo que realmente es admirable en el chavismo es el servilismo y la adulancia. La meritocracia como mecanismo de reconocimiento y superación fue devastada por "el proceso" desde sus inicios. Sin duda, una sociedad desolada cívica y culturalmente fue la lógica aspiración del “comandante eterno”, quizás una consecuencia del odio y resentimiento social que albergó en vida el insepulto. Evidencia del deterioro de la cultura política del venezolano es la vulnerabilidad de nuestra sociedad a la demagogia y al populismo, lo que explica que aún 20% de la población –que no es poca cosa- respalde al gobierno más inepto y corrupto de la historia. Entre el militarismo y la anti-política que subyace en el alma de este régimen fascistoide, durante estos años se ha atentado contra la Política como servicio público. Con una retórica "socialista", paradójicamente han relegado lo social a un segundo plano y la mística se ha vuelto tan escasa como la leche, la harina o el papel tualé, para solo mencionar algunos de los muchos artículos que brillan por su ausencia. Naturalmente, la política sin mística y sin referencias éticas es una perversión. Por otra parte, el irrespeto permanente a quienes piensan distinto, promueve también un clima de intolerancia con visos de violencia. De pronto, uno siente que en ésta Venezuela "revolucionaria", el abuso se ha impuesto como norma, la impunidad campea y la injusticia amenaza con eternizarse. Por fortuna, no es así. El 6D daremos el primer paso para recuperar a esa Venezuela honesta y de trabajo, respetuosa y solidaria. El cambio supone un país donde prevalezca la justicia y para eso necesitamos un liderazgo que promueva con su ejemplo el rescate de los valores y una cultura ciudadana signada por la responsabilidad y el compromiso. Obvio, el desafío que nos planteamos va mucho más allá de ganar una elección, se trata de rescatar a un país.

viernes, 30 de octubre de 2015

LA DIMENSION CULTURAL DEL CAMBIO (I)

Cualquiera que lea millones y "millonas" de libros y "libras" quizás logre la sensibilidad literaria suficiente para distinguir a Tarek William Saab como "uno de los grandes poetas de América Latina", tal como lo hiciera hace poco Nicolás Maduro. No descalificamos la prosa del otrora Gobernador de Anzoátegui, basta con recordar que fue él quien le quitó el nombre del maestro Andrés Bello a la Av. Intercomunal y la rebautizó como Av. Jorge Rodríguez, justo cuando en la Vicepresidencia de la República estaba el inefable “Jorgito”, hijo resentido de aquel mártir de los años 70. Las preferencias literarias de Maduro son problema suyo hasta que las comparte en Cadena Nacional y aun así, está en su derecho de escoger entre Tarek y Andrés Eloy Blanco o Mario Benedetti. Lo indignante es que no se haga la mínima mención al Poeta Rafael Cadenas, quien por esos días recibía el Premio García Lorca. Esta mezquindad y obscena manipulación política los ha conducido a idolatrar a Robert Serra o Eliezer Otaiza -decesos que también lamentamos- mientras se desestima la muerte de ilustres venezolanos como Simón Díaz, Zapata o Manuel Caballero, entre muchos otros. Es la misma miseria que demuestran al recibir en Miraflores a Timochenko y a cualquier otro sátrapa, mientras hostigan a la disidencia y niegan cualquier espacio para el diálogo democrático. Hablamos del mismo gobierno que erige una estatua a "Tiro fijo" y persigue implacablemente a Lorenzo Mendoza. Y así, podríamos citar decenas de disparates que caracterizan al régimen y su demencial carrera hacia el abismo, lo que explica al país desolado que vemos en cada esquina y como la cultura ha sido arrasada por el despotismo. Y el problema no es que al presidente se le funda “el poco cerebro” que le queda cuando usa casco, según confesó en una de sus peroratas. El problema es más complejo: es un modelo político devastador del pensamiento crítico, sin el cual lo cultural pierde su esencia para limitarse a la adulancia y al show. En estos días hice una parada en lo que fue el Ateneo de Caracas, expropiado y convertido hoy en un espacio ruinoso y agreste para el manejo sectario del hecho cultural, pretendiendo –con fines políticos- reducir el arte exclusivamente a la artesanía y la cultura sólo al ámbito de lo popular, cuestionamiento que hacemos justamente quienes protegemos a la cultura popular de la politiquería y del populismo. Lo hacemos desde la tristeza de ver perdidos espacios como el Complejo Cultural Teresa Carreño, los museos, el Teatro Municipal y hasta El Poliedro. Desde la indignación de ver la apropiación indebida de iniciativas como el Sistema Nacional de Orquestas y el saqueo de obras de arte que antes pertenecían al patrimonio nacional. Es una preocupación de quienes sabemos que la poesía no es un territorio exclusivo de los afectos al gobierno y que la política oficialista no podrá invisibilizar a Rafael Cadenas, ni consagrar a capricho a “los grandes poetas de América Latina”. En fin, estas líneas son un modesto tributo al maestro Rafael Cadenas de este humilde lector de poesía pero es también la forma de expresar nuestro pesar por la degeneración cultural impuesta por el militarismo y de advertir la permanente pérdida de identidad sustentada en el populismo y la demagogia, dejando claro que el cambio que anhela el país tiene un componente cultural esencial, sin el cual no es posible el progreso.

viernes, 23 de octubre de 2015

MADURO ES BUCHE Y PLUMA NA´MAS

Los boleros y la música popular del excelso compositor Rafael Hernández se consideran un valioso legado en el pentagrama caribeño e hispanoamericano. Entre sus mas de 3000 composiciones figuran inolvidables temas románticos como “Capullito de Alelí”, “Preciosa” y “Ausencia” pero también la sabrosa guaracha “Buche y Pluma Na´mas”, la cual popularizara el legendario Trio Matamoros y más adelante –entre otros- Rolando Laserie, “El Gigante” Charlie Palmieri, Bebo Valdez y el monumental Tito Puente en la voz de “La Lupe”, nada mas y nada menos. Con sentido pedagógico, apelo a este recurso musical para ver si Nicolás Maduro entiende a que nos referimos los venezolanos cuando decimos que esta revolución de pacotilla, su gobierno y él mismo, son puro buche y pluma. La pintoresca expresión de esta canción se inspira en algunas aves de rapiña que inflan su buche y utilizan su abundante plumaje para aparentar una contextura y fortaleza que no poseen. Y en nuestros países, es común usar tal expresión para referirse al sujeto que promete y no cumple, que no hace más que hablar, amenazar y generar falsas expectativas. En fin, como anillo al dedo ¿Acaso la “revolución bolivariana” no tiene mas de 15 años burlándose del pueblo con su infinita demagogia y populismo? Por conocer al gobierno, el país estaba convencido de que las medidas económicas que supuestamente iban a anunciar serían otro fiasco. Cierto, el dinero no alcanza y es necesario aumentar el salario pero no hace falta ser economista para saber que el aumento se volverá sal y agua. No hay aumento que valga si no se toman otras medidas para elevar la productividad, lo cual supone propiciar la inversión, generar confianza y garantizar seguridad jurídica al sector privado. Contrario a esa premisa, el gobierno se pone la pistola en la sien y jala el gatillo al hostigar a Lorenzo Mendoza y a Empresas Polar. La guinda de esta torta es el folklórico anuncio de Jorge Arreaza, quien dijo –aunque usted no lo crea- que los precios los decidirá “única y exclusivamente el Presidente”. La China comunista entendió la lógica del mercado pero en Venezuela, la burocracia gubernamental exhibe una ignorancia francamente vergonzosa. La mejor muestra la ofreció otro payaso de este circo cuando en VTV se ufanaba de que los aumentos sumaban 137% en este año y remataba diciendo que tal cosa no lo había hecho nadie (en eso tiene razón) pues “en ningún momento de la historia de la humanidad, en ningún planeta, un régimen dictatorial le ha aumentado tanto el salario a los trabajadores”. Obviando el carácter dictatorial que el vocero oficialista le asignó al régimen, debo decir que no sabemos como será en otros planetas pero aquí –en la Tierra- los aumentos sucesivos del salario que se devora la inflación son un síntoma inequívoco de la grave enfermedad que padece la economía, cuyas principales víctimas son los trabajadores y en general, los pobres. Por fortuna, esa población dramáticamente empobrecida tiene hoy la certeza de que este gobierno es “buche y pluma na´mas” y que es impostergable un cambio para superar la crisis que sufre en carne propia. ¡Nos vemos el 6D!

viernes, 16 de octubre de 2015

FATALISMO LATINOAMERICANO Y CAMBIO

Este gobierno irresponsable acusa a la oposición de lanzar granadas que solo puede adquirir el Estado venezolano y que deberían estar en poder de la FAN. Es una actitud cínica por parte de esta "revolución armada" que mantiene una permanente instigación a la violencia. Este episodio me recordó el asesinato de ocho personas –incluyendo cinco sacerdotes- por un pelotón de la Fuerza Armada de El Salvador. Los fusilaron un 16 de noviembre de 1989 en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) y siguiendo el modus operandi, el gobierno sembró pruebas falsas para incriminar a las fuerzas insurgentes. Uno de los "Mártires de la UCA" –como se conoce a esa trágica historia- fue un brillante sacerdote jesuita, sicólogo, académico y principal referente de la sicología social latinoamericana: Ignacio Martín Baró, un intelectual cuya lectura es fascinante. Y hablando de sicología social, una reciente investigación constata que la tristeza es el principal sentimiento hoy en la sociedad venezolana. Lógico, es inmensamente triste ver como se desangra la patria. A pesar del populismo y la demagogia, los regímenes autoritarios dejan un saldo rojo en el espíritu. Por eso, en aquella consulta electoral donde el pueblo chileno derrotó a la férrea dictadura militar de Pinochet, el slogan utilizado por la unidad opositora fue "La alegría ya viene". Era una forma de anunciar el cambio por venir. Es inevitable que el totalitarismo apele a la represión y al abuso para preservar el poder, lo que nos sumerge en una realidad de despojo e impotencia que intentan presentar como una situación límite imposible de superar. En su teoría del Fatalismo Latinoamericano, el eminente sicólogo social identifica rasgos de nuestra cultura política que las dictaduras utilizan para afianzar su poder. En su desarrollo teórico, frente a ese destino fatal que marca la vida y la historia de nuestros pueblos, el oprimido interpreta su impotencia como una prueba de sus propias debilidades, lo que contrasta con la imagen del opresor poderoso aparentando que todo le es posible; "de ahí que el oprimido experimente una atracción irresistible hacia el opresor, quien se convierte en su modelo de identificación y ante cuyos imperativos muestra una casi total docilidad", precisa Martín Baró. Ello explica la idolatría por Chávez que parte del país sintió y quizás sienta aún, justamente la parte más oprimida, aquella que más sufre las consecuencias de su incompetencia, corrupción y autoritarismo. Lamentablemente, todo indica que Hugo Chávez permanecerá por un buen tiempo sin el descanso eterno de la cristiana sepultura pues -por sus carencias de liderazgo- las cúpulas podridas que hoy encabezan la "revolución" están obligadas a colgar en cada poste al insepulto y a ocultar sus rostros de fracaso, lo cual solo demuestra la extrema debilidad de los candidatos de Maduro. Obvio, aunque el pueblo chavista mantenga su amor por el insepulto, quienes dilapidaron su legado no podrán enterrar la dramática realidad de escasez, inflación e inseguridad. Los venezolanos no somos tan pendejos como cree el gobierno y lo reflejan todas las encuestas: el sentimiento de cambio se hace presente para superar la tristeza. Sin duda, en Venezuela también podemos decir que ya viene la alegría.

sábado, 10 de octubre de 2015

UNA PERSECUCION INUTIL

Muy pocos reconocen al Teniente Diosdado Cabello como Capitán, una condición mal habida e ilegalmente adquirida luego de ser dado de baja por su participación en un sangriento Golpe de Estado. Esa condición truculenta de Capitán -mal habida, insisto- habla mucho de la contextura moral de este oscuro personaje que se ha dedicado a hostigar medios y perseguir a sus editores, en vez de promover y facilitar una investigación transparente sobre su presunta participación en el llamado Cartel de los Soles. No tenemos que creer esa supuesta vinculación pero tenemos derecho a exigir al presidente del parlamento –nuestro empleado- lo conducente para despejar toda duda, las cuales no se disipan con sus bravuconadas y constantes amenazas, al contrario. Para “enfrentar” los señalamientos, al Teniente golpista no se le ocurrió mejor idea que perseguir a Alberto Federico Ravell, Miguel Henrique Otero y Teodoro Petkoff. A propósito de esta cacería, Alberto Federico recordaba que a su padre "lo persiguieron y encarcelaron Gómez, Pérez Jiménez y Pedro Estrada. Pasó 15 años preso con grillos en el Castillo de Puerto Cabello y 10 años exiliado en Cuba y Trinidad. Nunca bajo la cabeza". Y termina este mensaje a sus amigos advirtiendo que "La Patilla no está en venta, ni cambiará su línea editorial". Sin duda, heredó la valentía de su padre. El otro perseguido es hijo de Miguel Otero Silva, ilustre escritor, humorista, periodista, ingeniero y político de izquierda -de la verdadera izquierda- no de ésta ultrajada por el poder cubano. Fue militante del PCV, de aquel viejo partido que sentía repugnancia por el militarismo y la corrupción, no de éste que traicionó el legado de Gustavo Machado. Y como miembro de la Generación del 28, Miguel Otero Silva desafió valientemente a la dictadura del General Gómez. De manera que hoy El Nacional es más que un periódico, es parte de nuestra historia democrática, es un activo de la sociedad venezolana que la intolerancia pretende demoler. La otra víctima es Teodoro Petkoff, un ícono de la izquierda democrática que se convirtió en una referencia internacional cuando cuestionó la invasión a Checoslovaquia y al modelo soviético, abandonó la lucha armada, alzó su voz contra el autoritarismo y la represión, rompió con los dogmas del comunismo y abrazó con pasión la causa democrática. El país valora la fortaleza moral y la honestidad personal e intelectual de Teodoro, algo que su acosador jamás podrá mostrar. Sus amigos, los que militamos muchos años con él, sabemos bien que tampoco bajará la cabeza, jamás le doblarán las rodillas. Así las cosas, este acoso judicial será inútil: no cambiará la línea editorial de los medios, ni logrará quebrar el espíritu democrático del país. Esta persecución contra Alberto Federico, Miguel Henrique y Teodoro sólo evidencia la cobardía y el talante autocrático de un régimen decadente; muestra al mundo la ausencia de autonomía de los Poderes Públicos y las carencias de la democracia; el abuso de poder y el inocultable rasgo militarista de la "revolución bolivariana". Y lo mejor, las tropelías del Teniente Cabello despiertan la conciencia y reafirman la imperiosa necesidad de un cambio en Venezuela.

viernes, 2 de octubre de 2015

PUEBLO SOMOS TODOS

Europa antes de la II Guerra Mundial era un mar de calamidades. La "Gran Depresión" que tuvo lugar en EEUU a comienzo de los años 30, tuvo un severo impacto en la economía del mundo. Varios países europeos se vieron afectados por la suspensión de los créditos que recibían de Norteamérica, la crisis bursátil en Wall Street significó la quiebra de bancos en países como Alemania y Austria. Otros países que se sustentaban en la exportación de alimentos y materia prima, entraron en una inmensa crisis económica y social. El desempleo en EEUU alcanzó el 30% en 1932, mientras un 45% de la población alemana no tenía trabajo, ni esperanzas de conseguirlo. Había hambre y largas colas de gente buscando comida se hacían cotidianas. Ver a los pobres durmiendo en las calles arropados con cartones y periódicos se hizo dolorosamente frecuente. Esa fue la Alemania que buscó un mesías y en una victoria popular sin precedentes, le entregó el poder a Adolfo Hitler. Pero terminó siendo peor el remedio que la enfermedad pues el Führer condujo a Europa al holocausto. En nuestro país, el liderazgo de finales del siglo XX cometió muchos errores, se distanció tremendamente del sentimiento popular y generó un deterioro moral que se tradujo en descontento y frustración, lo cual a su vez condujo a los venezolanos a buscar un mesías con vocación de vengador. Tristemente, de nuevo el remedio fue peor que la enfermedad: el redentor terminó hundiendo al país en la miseria, hoy la corrupción del pasado palidece ante la voracidad del hamponato que “gobierna” y ahora la violencia política, el narcotráfico y la delincuencia amenazan la convivencia pacífica de todos por igual. Gracias a la revolución hay hacinamiento en la morgue, las neveras están vacías y nos han robado hasta el futuro. La Segunda Guerra Mundial fue una tragedia, consecuencia del liderazgo demencial y las ambiciones napoleónicas. Europa –que ya vivía una situación calamitosa- con esa guerra "toco fondo", a partir de ella se sembró la conciencia colectiva que le asignó un valor especial al trabajo y a la vida misma, lo que a la postre permitió un vertiginoso y sorprendente avance por la ruta de la paz y el progreso. La guerra es algo terrible pero hasta de las peores cosas queda algo bueno. La pregunta que surge de esta reflexión es ¿Venezuela ha tocado fondo? ¿Esta honda crisis social y económica ha movido los cimientos culturales de la sociedad venezolana? ¿Necesitaremos que la crisis se profundice más aún para asumir nuestro rol ciudadano? ¿Para entender la desgracia que ha sido esta "revolución", necesitaremos que conduzcan al país a un conflicto interno o a una guerra con otro país? ¿No son ya suficientes muertos? Dejo a mis amables lectores la tarea de responder para sí mismo esas interrogantes. Lo cierto es que necesitamos renovar la esperanza para movilizar al país, votar y defender la voluntad expresada. Pero no se trata sólo de un cambio de gobierno, también necesitamos despertar conciencia cívica e involucrarnos en la solución pues superar la crisis en Venezuela no sólo exige un liderazgo responsable sino un pueblo a la altura de las circunstancias. Y por cierto, pueblo somos todos...

jueves, 24 de septiembre de 2015

DEL CAMBIO Y LA GUERRA

"Mambrú se fue a la guerra" es la versión española de una popular canción infantil francesa (Marlbrough s'en va-t-en guerre). En España, lógicamente sustituyeron ese extraño nombre por un vocablo más fácil de pronunciar: Mambrú. La canción fue compuesta luego de la Batalla de Malplaquet durante la Guerra de Sucesión Española, los franceses -aun habiendo perdido- se sentían victoriosos al suponer muerto en batalla a su enconado enemigo el Duque de Marlborough, a quien le dedican esta canción en tono burlesco. Después de 225 años de aquel episodio, la canción sigue utilizándose para dormir niños y para burlarse de tiranos y gobernantes irresponsables que ven en la guerra un perverso juego para justificar sus fracasos e imponer sus ambiciones desmedidas de poder. Bastante le cantaron esa canción a Hugo Chávez, quien mucho antes del 4F comenzó sus juegos de guerra, hasta el final de sus días. De hecho, lo más ostensible de su legado es el militarismo como modelo para ejercer el poder, algo que los cubanos han sabido manipular para preservar su influencia y mantener a raya al poder civil. También ha sido aprovechado por una cúpula militar corrupta que se ha enriquecido a la sombra del Estado y participando en negocios de dudosa factura. Sin duda, han intentado implantar una cultura belicista donde cualquier cosa -así sea una necedad- es para el gobierno una "gran batalla" y todos sus fracasos son consecuencia de la "guerra" económica o política que le ha declarado el imperio, la oligarquía o la oposición apátrida. Por supuesto, después de 15 años en una permanente "gran batalla" y siendo evidente los magros resultados, es justo suponer que el gobierno las ha perdido. Una duda razonable debe surgir en el chavismo: ¿Si la revolución tiene en un puño todos los poderes, como pierde las batallas ante una escuálida oposición? La respuesta explica que hoy se sientan defraudados. Tanto hablar de guerra que la han banalizado, aun así pretenden sembrar angustia en la población con movilización de tropas en la frontera y ejercicios militares por aquí y por allá. Es parte del juego de Nicolás Maduro para generar un conflicto interno pero será inútil, pocos le creen. Sin embargo, subyace una preocupación por el futuro que ofrece un presidente insensato que pretende dividir a los venezolanos y desconoce los riesgos de cualquier conflicto interno. En España se perdieron 200.000 vidas en una guerra fratricida entre 1936 y 1939. La guerra civil en Centroamérica dejó en el camino 300 mil muertos, un millón de refugiados y 100.000 huérfanos. Necesitamos un gobierno que ofrezca un futuro a las próximas generaciones y que recuerde a cada instante el drama de los 11.000 niños soldados que -en algún momento- registró Human Rigth Watch como combatientes en el conflicto interno de Colombia, cuya profundidad y crudeza es tal que ni la magistral pluma de García Márquez pudo recoger en su real dimensión. En definitiva, hasta hace poco el juego de la guerra era motivo de burla pero ahora es motivo de preocupación y más que eso, es una razón para impulsar un cambio en Venezuela y derrotar al militarismo, a esa cultura de la violencia que distingue al gobierno más inepto y corrupto de nuestra historia. Es hora de dar la espalda a los promotores de la guerra y tender la mano a quienes prometen unir a los venezolanos para promover la paz y el progreso. ¡Ese es el cambio!

EL JUEGO NO SE TERMINA - 18/09/15.-

Desde los tiempos del deslave en Vargas, el gobierno ha insistido en una estrategia que muy bien resumió el insepulto luego de aquel pavoroso incendio en la Refinería de Amuay: el show debe continuar. Hoy resulta demasiado obvio que el gobierno intenta mantenernos hablando de temas políticos, de la frontera colombiana, de la injusta prisión de Leopoldo López o de la jueza Susana Barreiros, en vez de tener al país hablando de escasez, inflación o inseguridad. Así las cosas, uno podría pensar que esa estrategia ha sido exitosa pues la agenda social y económica ha sido desplazada de la primera plana de los medios. Y no es que en la MUD sean tontos como para pisar el peine, es que son temas sensibles que impactan a la opinión pública y en muchos casos, es imposible eludirlos. En todo caso, advertimos dos cosas: 1) Este "éxito" no necesariamente supone una victoria electoral, es necesario ver el balance pues toda estrategia tiene ganancias y costos políticos. Y 2) Diría el célebre Yogüi Berra, el juego no se termina hasta que se acaba. En efecto, la estrategia del "show continuado" puede que logre maquillar la realidad y distraer momentáneamente la atención pero también coloca al gobierno muy lejos de las necesidades y expectativas de la población. ¿Qué preocupa más a una madre: lo que diga Santos y le responda Maduro; o conseguir leche para sus hijos o la medicina del abuelo? Alguien que pierde un ser querido a manos del hampa o muere de merma en un hospital público ¿estará angustiado porque Leopoldo López está preso? Ese taxista que no consigue la batería, ni le alcanza el dinero para comprar cauchos ¿tendrá entre sus prioridades la corrupción del Poder Judicial? Sin restar importancia a ningún tema, hay una realidad inmediata que -a todo evento- es abrumadora y pese al show continuado, tiene un efecto devastador e indignante, además de una expresión electoral. Dependiendo de cómo se "facture", tal expresión será la abstención o el voto castigo. El gobierno lógicamente apuesta a la primera opción: que el hastío y la desesperanza se combinen con operaciones políticas divisionistas y clientelares, no para ellos ganar las elecciones sino para evitar una victoria opositora, lo cual es muy distinto. Sin embargo, el "trapo rojo" se destiñe cuando el tiempo transcurre sin que haya solución a los problemas reales y de pronto, la tragedia se hace cotidiana. Cada minuto, cada día el gobierno se distancia más de los anhelos y del sentimiento popular. Sin querer, han evidenciado que la escasez no es una consecuencia del contrabando pues los anaqueles siguen vacíos luego del cierre de la frontera. Y subestiman a los venezolanos –especialmente a los pobres- pensando que la importación masiva de productos y su lanzamiento a la calle en los días previos a las elecciones les garantizarán la victoria. En otro momento eso funcionó porque -nos guste o no- había un liderazgo con credibilidad en vastos sectores y éste era capaz de generar confianza e insuflar esperanzas. Ahora es otra la realidad: Maduro no es Chávez y muy pocos creen que este gobierno sea capaz de superar la honda crisis social y económica de hoy, principal legado del insepulto. Claro, tampoco es para quedarse tranquilo, recuerden que “el juego no se termina hasta que se acaba” y que todos somos protagonistas del cambio, es hora de activarse para multiplicar el mensaje, movilizar y luego defender el voto.

sábado, 5 de septiembre de 2015

¿HABRA ELECCIONES EN VENEZUELA?

La pregunta que nos hacen en cada esquina sirve para titular la entrega de esta semana, es una pregunta crucial cuya respuesta exige algunas reflexiones. Primero, la sola duda es signo de la enorme fragilidad de la democracia venezolana y del talante autoritario de quienes ejercen actualmente el poder, es síntoma de un mal mayor que afecta seriamente al sistema político. Por ello, esa interrogante no sólo tiene implicaciones directas en el futuro de los venezolanos, sino que reviste interés para el concierto latinoamericano e incluso mundial. Paradójicamente, el gobierno no tiene interés en despejar la incógnita sino todo lo contrario, juega con la idea de que no habrá elecciones para desestimular y desmovilizar a la sociedad democrática. Sin embargo, una cosa son las aspiraciones del gobierno y otra la realidad. Si la pregunta planteada fuera ¿el gobierno quiere que haya elecciones? Diríamos no, claro que no. Nadie quiere que le den una paliza pero como advierte la sabiduría popular, deseos no preñan y por fortuna, que haya o no elecciones no es una decisión que esté en manos del gobierno. Tener claro esto es fundamental, lo contrario es darle un poder que no tiene a este gobierno desprestigiado y sin fuerzas para imponerse en la sociedad. En todo caso, la respuesta a la pregunta inicial tampoco es un simple “si”. Más bien diríamos, en Venezuela habrá elecciones salvo que se presente un escenario que aborte una salida democrática, lo cual es peor para el gobierno y significaría su salida del poder por otros medios. El costo político se eleva en un mundo globalizado, donde la política internacional tiene sentados en una misma mesa a Cuba y EEUU. Un estallido social, el caos o un golpe militar son salidas dramáticas que suponen un alto riesgo también para Maduro, cuya cabeza será la primera en rodar. En fin, podemos entonces concluir que el gobierno trabaja para generar un clima de tensión interna que lo mantenga al borde de la “raya amarilla”, aunque conserve la ilusión de una eventual suspensión de los comicios. El escenario ideal del gobierno es que las elecciones lo legitimen y que éstas se den en condiciones ventajosas para ellos: Una oposición aparentemente dividida (para eso financian a los salta-talanquera que son candidatos fuera de la MUD), parte del electorado atemorizado por la violencia y las amenazas de guerra, otra parte desalentada o creyendo que no hay salida, un país perseguido, sometido a un vulgar populismo al repartir en prebendas el producto del obsceno endeudamiento, concurriendo a unas elecciones en medio de un Estado de Excepción –declarado o no- y con un cerco mediático brutal que ampara los abusos de poder y el ventajismo. En esas condiciones cree el gobierno que puede ganar las elecciones pero se equivoca, la crisis social y económica es profunda, el gobierne carece de credibilidad, está inhabilitado para generar confianza y exhibe un rechazo impresionante. Por esa razón, la respuesta a nuestra pregunta es: si, claro que habrá elecciones, el país está hastiado y decidido a cambiar, esa es una fuerza indetenible que va a expresarse en una votación masiva y ni la violencia, ni las manipulaciones o patrañas de este gobierno fracasado e inmoral van a cambiar esa decisión.

viernes, 28 de agosto de 2015

De Guyana pa' Colombia

Semanas antes de que Maduro fuera a la AN a plantear el conflicto con Guyana, este servidor advirtió la maniobra: fue una suerte de "Dakazo Patriotero" que la realidad obligó a abortar, siendo ahora una derrota política del gobierno. ¡Ya ni mencionan a Guyana! Si ese show fue un fracaso, tendrán que montar otro en Colombia y si todo esto es un “trapo rojo”, igual debemos abordar el tema para develar la manipulación de un gobierno que no se ocupa de los reales problemas del país. Al montar su tramoya, Maduro obvió que Cuba tenía una vieja alianza política con Guyana e intereses económicos que pesan demasiado, más ahora con esos amores entre los Castro y el imperio. Luego presionaron los chinos como socios de los gringos en ExxonMobil. Y para colmo, Capriles va a la OEA y en la práctica obligó a Maduro a reconocer el Acuerdo de Ginebra ante el escenario internacional, dejando sin gasolina a la hoguera. Sin embargo, el gobierno sigue buscando a un enemigo externo que justifique su fracaso, procura un zaperoco internacional para distraer la atención y boicotear las elecciones. Es decir, la necesidad de un "Dakazo Patriotero" persiste y están obligados cambiar el epicentro del conflicto. En la confrontación con Colombia subyacen ajustes de cuenta, mafias, militares corruptos, guerrilla y otros intereses, pero la operación tiene una motivación política. ¿Por qué Colombia? El conflicto con Guyana nunca permeó al pueblo venezolano pues la distancia cultural es muy grande, casi no hay guyaneses en nuestro país y ni siquiera hablamos el mismo idioma, no es el caso de Colombia. Percibimos a Guyana muy lejos y al contrario, la "hermana república" es un sentimiento. Así las cosas, el impacto político del conflicto en Venezuela es mucho mayor y eso es lo que aspira el gobierno: no busca una guerra que sabe perdida, intenta generar conmoción interna. Por otra parte, la frontera con Colombia es realmente viva, lo que permite introducir en la controversia la perorata sobre los paramilitares, el contrabando, la venta de Dólares y otros temas que no aplican en la frontera con Guyana. Además tienen como aliados a las FARC y a otros grupos irregulares. También está en escena el ex presidente Uribe, intentando capitalizar políticamente la flagrante violación a los DDHH y actuando sin querer, como otro aliado del gobierno venezolano. Por su parte, el presidente Santos está obligado a responder a "su mejor amigo", incluso a mover fuerzas militares antes de que el conflicto se exprese como un problema interno asociado al nacionalismo y se convierta en una derrota política para él. Quizás esto juegue a favor del gobierno venezolano pero en su contra pesa el descrédito e inmenso rechazo, la abismal pérdida de credibilidad y de confianza en quienes actualmente ejercen el poder en Venezuela. Nadie les cree el cuento de la guerra económica, ni les creyó el teatro con Guyana y hoy la gente sabe que este pleito con Colombia es otro show, sabe que los verdaderos culpables de la actual crisis social y económica es este gobierno inepto y corrupto que solo sirve para hablar pendejadas y generar conflictos, no para aportar soluciones. El país intuye que todo esto es una maniobra para evitar una derrota electoral el 6D y con certeza, la respuesta del pueblo será hacerla realidad.

Y usted ¿Por qué no hizo nada? - 21/08/15.

Si algo muestra la vocación autoritaria del régimen es la represión dentro del PSUV ante el pensamiento crítico o la opinión libre, ni siquiera la duda es permitida y según el Teniente Cabello hasta "el guabineo es traición", en clara alusión a los militantes que se abstienen de opinar. En el PSUV el militarismo ha profundizado el centralismo y ha reducido la toma de decisiones a un cenáculo que poco interés muestra por la realidad local o regional. La opinión de las bases y de la dirigencia media no importa, las decisiones se toman desde Caracas en base a un supuesto interés superior que paradójicamente llaman "revolución". La paradoja está en un proceso que nace para empoderar al pueblo y abrir cauces a la participación, termina actuando como cualquier monarquía de la antigüedad. El Poder Popular se convierte en letra muerta, igual que los derechos políticos, sociales o económicos. Al contrario, desde el poder se vulneran los más elementales derechos, se cometen atropellos y se exige a la militancia que en nombre de la revolución sea solidaria con las atrocidades y desmanes cometidos en un contexto de absoluta impunidad, pues la "justicia revolucionaria" está también sometida al mismo chantaje ideológico. Al final, no hay respeto por los derechos, no existe justicia social, ni solidaridad; valores fundamentales de la izquierda democrática que la "revolución" pisotea tergiversando la gesta heroica de nuestro Simón Bolívar. Más allá del debate entre izquierda y derecha que naturalmente nos luce absurdo e intrascendente ante la dramática realidad social y económica, la reflexión tiene pertinencia y pese a la represión, hoy se produce en las bases del PSUV. Construir una sociedad más justa y solidaria, exige un compromiso ciudadano, supone revelarse ante las injusticias y ser efectivamente solidarios. Cuando nuestro silencio avala las injusticias y el miedo nos convierte en cómplices de ellas, después pareciera tarde rectificar. A propósito, vale recordar aquella historia del premier Nikita Kruschchev cuando denunciaba ante el Congreso del Partido Comunista soviético (PCUS) las atrocidades de su antecesor Joseph Stalin. En pleno discurso fue interrumpido por un dirigente que se ocultaba en la audiencia: "Y usted que era miembro del equipo de Stalin ¿Por qué no hizo nada?". Muy molesto y agresivo, Nikita se volteó inmediatamente y preguntó: ¿Quién dijo eso? El auditorio enmudeció, se sentía un tenso clima de miedo, nadie se atrevió a abrir la boca. Entonces Kruschchev respondió "Ahora ya saben por qué no dije nada". A mis amigos del PSUV -sobre todo dirigentes medios y de base que hoy sienten que no son parte de estas atrocidades- les decimos que nunca es tarde para rectificar y siempre hay oportunidad de construir esa Venezuela unida que todos anhelamos. No perdamos nunca la solidaridad, ni permitamos que desde el poder se silencie la voz de nuestra conciencia, jamás permitamos que se vulneren los derechos de los más débiles. En este sentido, la alternativa de cambio no puede ser una simple sustitución de gobierno y ese es el desafío que hoy tenemos. Ahora más que nunca debemos reivindicar el valor de la ética en la política.

sábado, 15 de agosto de 2015

LOS SALTA-TALANQUERA

El abogado de David De Lima, Luis Edgardo Mata es actualmente Diputado a la AN por la MUD pero ahora dice que la alianza opositora es antidemocrática. No tiene moral para hacer semejante señalamiento, quien tampoco tuvo el coraje de inscribirse en las primarias que fueron convocadas en todo el estado Anzoátegui. Su candidatura al margen de la Unidad –designado a dedo por su voluminoso cliente y benefactor- es un acto de cinismo, le hace el juego al gobierno y traiciona las esperanzas de cambio del pueblo anzoatiguense. No es un caso aislado, el también Diputado y varias veces candidato perdedor a la Alcaldía de Puerto La Cruz -siempre por la MUD- Marcos Figueroa, igualmente saltó la talanquera luego de ser derrotado en las primarias. Junto a estos dos saltarines, otros personajes de tercera línea también extendieron la mano y se vendieron al gobierno más corrupto de nuestra historia. Los argumentos de uno u otro realmente no importan, son simples excusas para justificar una vileza contra esta patria que se desangra. Esta alerta tiene pertinencia en otras regiones del país, es una operación del chavismo a escala nacional. Abordamos el tema con pesar pues al saltar la talanquera, irrespetar las normas de la Unidad Democrática y los resultados de las primarias, pierden su dignidad, sus amigos y hasta la familia les pierde respeto. No hay problema en que alguien resuelva económicamente su vida y sea candidato del gobierno, excepto por dos razones: Primero, porque es un acto truculento que apela a la mentira para manipular al pueblo y procurar la permanencia de este régimen inmoral. En efecto, saltan la talanquera y mienten, siguen con una retórica opositora pues la finalidad real es dividir a las fuerzas democráticas. Y la segunda razón: el dinero utilizado en esta repugnante operación político-mercantil le pertenece a todos los venezolanos y debería estar destinado a atender los ingentes problemas de la Nación. Es decir, los Dólares depositados en las cuentas de los salta-talanquera deberían destinarse a abastecer de alimentos y medicinas a la población, son los recursos que deberían invertirse en seguridad o en la red hospitalaria, por solo mencionar algunos de los muchos problemas que angustian al país. En tales circunstancias, brincar la talanquera es un acto bochornoso de corrupción y una muestra de la miseria humana, del egoísmo y las carencias éticas de los vendidos y sus compradores. Junto al PSUV, en ese putrefacto charco chapotean desde hace tiempo los diputados Ricardo Sánchez, Paraqueima y William Ojeda, entre otros. En ese lodazal se abrazan el MAS y José Vicente Rangel, para dar la bienvenida a estas nuevas adquisiciones de la cúpula cubano-militar, a fin de cuentas, a ellos sirven los salta-talanquera. En definitiva, lo que deben saber los electores es que las fuerzas democráticas hicieron un inmenso esfuerzo para presentar candidatos unitarios, además renunciaron a sus banderas partidistas y entendiendo la dimensión del compromiso con los venezolanos, asumieron la Tarjeta Única. De manera que los candidatos del cambio van con la tarjeta de la Unidad, todos los demás son los candidatos del gobierno de Maduro o le hacen el juego. Sin excepción, sin importar el discurso "opositor" de los saltimbanquis, están al servicio del oficialismo. Tener claro eso es fundamental para promover el cambio que anhela el país y conducirlo por la senda de la libertad, la justicia y el progreso.

OTRO INHABILITADO MAS - 08/08/15.

La realidad cotidiana es una verdadera tragedia y el régimen pretende seguir insultando la inteligencia de los venezolanos con el cuento de la “guerra económica”, la conspiración y demás zoquetadas que repite como un borracho impertinente. Por fortuna, aunque Nicolás Maduro destina el 70% de su tiempo a esa retórica irresponsable, muy poca gente le compra el discurso, según los estudios de opinión. El problema más serio del gobierno es su credibilidad, la cual se sustenta en la confianza. Acaso, luego de 15 años de fracasos y mentiras ¿Puede alguien confiar en quienes han dilapidado una colosal fortuna, han tenido todos los poderes, se han enriquecido obscenamente y nos han conducido a esta onda crisis social y económica? Si fuera cierto que esta “revolución armada” ha sido permanentemente saboteada por una “oposición escuálida” y luego de tantos años –pese a tener todo el poder- no han podido evitarlo, entonces también habría que salir de esa manga de pendejos. Si la culpa es del imperio, luce inexplicable que los cubanos mantengan ese amorío con los gringos y al mismo tiempo, sean nuestros principales aliados. Nadie puede entender que -si el gobierno mantiene su hegemonía en los barrios- sea la escuálida oposición oligarca quien organice los saqueos en el populoso San Félix y sea capaz de penetrar a las poderosas fuerzas revolucionarias en cualquier barriada venezolana, incluso en localidades tan distantes como la Goajira: otrora bastión chavista donde ahora queman los retratos del “comandante eterno” y su albacea. Es incomprensible que un gobierno que todo lo controla, que expropió centenares de empresas de alimentos y tenga una vasta red de distribución, nos diga que la escasez es culpa de los bachaqueros, como ahora llaman a quienes compran para revender, sin ser la causa sino una consecuencia de la escasez. Sin embargo, el gobierno desconoce la existencia de los bachaqueros como parte de la sobrevivencia y en general, el discurso oficialista apunta a desconocer la dramática realidad social. Todo esto erosiona la confianza. Para la burocracia del PSUV, quizás la peor noticia sea que muy pocos venezolanos piensan que el gobierno sea capaz de revertir esta realidad. Una inmensa mayoría siente que el gobierno está incapacitado para ofrecer soluciones. Por ejemplo, siente la inseguridad en carne propia y que el régimen está atrapado en su propio discurso virulento, en un culto permanente a la violencia. El país sabe responsable al hamponato gubernamental de la escasez, la inflación y la acelerada pérdida del poder adquisitivo pero además está consciente de que el cambio requiere algo que ya no puede brindar este gobierno: confianza. En efecto, solo produciendo bienes y servicios podemos acabar con la escasez y derrotar a la inflación, lo que a su vez exige inversiones del sector privado nacional e internacional, garantizar seguridad jurídica y una política económica que permita rehabilitar al aparato productivo. Es claro que sin confianza no hay futuro y todos sabemos que es más fácil construirla al principio -amparados en el beneficio de la duda y la presunción de buena fe- que recuperarla una vez perdida. En fin, con los niveles de credibilidad y la incapacidad para generar confianza, este gobierno está inhabilitado para impulsar el cambio que anhela el país y garantizar una mejor calidad de vida al pueblo venezolano. Si, inhabilitado… ¡Que ironía!

sábado, 1 de agosto de 2015

CULTO A LOS MUERTOS Y PODER

Esta folclórica "revolución" o lo que queda de ella, se niega a asumir que el "comandante eterno" ya no es tal cosa, salvo que se considere a la eternidad como ese lugar común que nos reserva la religiosidad a todas las almas, ya sea en el cielo o en el infierno. La burocracia gobiernera no asume que Chávez murió y que su perenne amenaza se ha revertido: No volverá! Por si fuera poco, en un país que no está para fiestas, celebran su cumpleaños con grandes tortas -además de las que pone el gobierno- mientras el pueblo empobrecido no consigue harina, leche o huevos; la escasez golpea su estómago, no le alcanza el dinero para comer y pasa buena parte del día haciendo colas para sobrevivir. El gobierno despilfarra el dinero de los venezolanos celebrando el cumpleaños a un muerto mientras los vivos no consiguen medicinas o mueren de mengua en los hospitales. Este festín es un signo del fracaso, una muestra del cinismo y la indolencia, del ocaso de una revolución cada dia mas distante del sentimiento popular. Durante años vimos un humillante culto a la personalidad, propio de regímenes totalitarios, sean de izquierda o derecha. Pero la idolatría y adulancia enfermiza al caudillo carismático, termina castrando los liderazgos alternativos. Así que ahora este absurdo ritual al difunto es una necesidad y evidencia las grandes carencias del diosdado-madurismo y de la cúpula cubano-militar. Ciertamente, "Maduro no es Chávez" y ante la ausencia de un líder, no queda otra que aferrarse a las charreteras del muerto. Así las cosas, picar una torta de cumpleaños a Hugo Chávez no se inscribe en esa cosmogonía que asume la muerte como otra forma de vida, ni se refiere a esa visión poética que alude a la vida y a la muerte, como una dualidad que integra una sola realidad. ¡Nada de eso! Aún cuando en la Latinoamérica prehispánica hay evidencias de antiguas prácticas fúnebres, los rituales con muertos en el campo político dejan de ser un hecho cultural para convertirse en una perversión. Por ejemplo, fue una aberración la profanación de la tumba de El Libertador y en ritual con sus huesos, invocar su espíritu y supuestamente apoderarse de la fuerza y brillo del Padre de la Patria para elevarse en el poder. No nos dimos cuenta pero Chávez inició su gestión en 1999 con la obsesión de desenterrar muertos, repatriando los restos del Ilustre Americano Antonio Guzmán Blanco y luego de Manuelita Sáez, la amante de Bolívar. Las prácticas santeras del líder, su culto al Palo Mayombe y sus vínculos con los paleros cubanos, se extendió en su entorno. De hecho, se sabe que cada mes el Dip Robert Serra celebraba en su casa un ritual conocido como "La Caja del Muerto" y trascendió que de los seis de los asesinos que se vieron abandonar la casa, dos estaban vestidos de blanco, igual que los santeros profanadores de tumbas. Historias como estas son muchas en el prontuario del chavismo. Al ver todos los elementos involucrados en estas celebraciones mortuorias, no queda duda de las perversiones y carencias morales de la élite que hoy ejerce el poder en Venezuela, lo cual explica en buena medida la dramática situación del país y la incapacidad de esas "cúpulas podridas" para superar la crisis.

sábado, 25 de julio de 2015

CANDIDATO A GOBERNADOR

A nadie sorprende la irresponsabilidad de la dirigencia del PSUV y de este militarismo corrupto e inepto. Eso está claro pero -aunque no existe punto de comparación- en el campo opositor también tenemos algunos personajes con un precario sentido de responsabilidad; así sean la excepción de la regla, existen. Ni hablar de los mercenarios y divisionistas que -por encomienda del gobierno- promueven una supuesta "tercera vía", esos simplemente rayan en lo miserable. Traemos el tema a colación al enterarnos de dirigentes que están pensando hoy en candidaturas a gobernador, algo francamente insólito habida cuenta de la profunda crisis social y económica que ahoga al país. En algunos Estados donde gobierna el chavismo –como Anzoátegui- el gobernador está dedicado exclusivamente a su reelección y aunque son "un solo gobierno", los problemas de Maduro no están en su agenda, mucho menos los problemas de la gente, su prioridad es política. Lo mismo sucede con los alcaldes oficialistas en las principales ciudades, el país se cae a pedazos pero ellos viven en una burbuja, lo que demuestra cuán distante están de la realidad social y la fragilidad del piso político del gobierno. Para colmo, terminan creyéndose el cuento de la "guerra económica" y demás sandeces que repiten para justificar su fracaso, lo cual los aleja del pueblo cada día más. Lo más grave es que algunos candidatos a la Asamblea Nacional estarían evaluando postularse también a la gobernación de su estado el próximo año. Lo hablan en voz baja pues en el fondo saben que la sola idea es insultante. Un diputado oficialista debería estar pensando en la crisis política en ciernes, pero allá ellos si quieren seguir de espaldas al sentimiento popular. Lo alarmante sería que en el mundo opositor alguien tuviera una ocurrencia similar pues en las circunstancias que vive el país, semejante pretensión sería una burla. Los venezolanos tenemos cifradas las esperanzas en una nueva mayoría parlamentaria que pueda propiciar un cambio, reinstitucionalizar y pacificar al país, transitar una ruta democrática y recuperar la justicia, el respeto y la calidad de vida que hemos perdido en estos 15 años. Ante ese colosal desafío ¿Va a venir un diputado opositor a decir a sus electores que abandonará su curul porque ahora quiere ser gobernador? Eso es inaceptable… Sea principal o suplente, ante la dimensión de la crisis del país y la expectativa que existe en torno a la AN, abandonar ese espacio de lucha es absolutamente irresponsable, deplorable y digno de repudio. No es un problema político o partidista, es una cuestión ética y así vamos a asumirlo. Mis lectores pudieran pensar que esta reflexión es inoportuna pero no es así. Antes de que se concrete la postulación de candidatos, hay que poner el tema sobre la mesa pues si alguien aspira ir al parlamento y no tiene conciencia del compromiso histórico que ello significa, entonces estaremos poniendo demasiadas cosas en riesgo, hipotecando el futuro de muchas generaciones y siendo también irresponsables al solicitar el voto para quien no lo merece. Es preferible decirlo hoy a enfrentar mañana –como en efecto lo haremos- las desmedidas ambiciones de poder, los egos incontenibles y esa insolente carencia de compromiso. Por ahora, lo prudente es limitarse a hacer la advertencia e insistir en nuestro mensaje optimista de unidad y cambio. ¡Pa'lante Venezuela!

miércoles, 22 de julio de 2015

LA PROPUESTA DE CAPRILES - 17/07/15.

Aunque el gobierno niegue las cifras y en Venezuela no tengamos estadísticas confiables, el pueblo siente la escasez en el estómago y la inflación golpea a los más pobres, no hay que ser economista para ver la tragedia. Así las cosas, resulta positivo que uno de los líderes más importantes del país invite a debatir la situación económica y presente una propuesta a los venezolanos, además es algo que la población estaba esperando pues buena parte de ella percibe que ni el gobierno aporta soluciones, ni la oposición tiene un plan para enfrentar la crisis. En efecto, el gobierno no enfrenta el problema sino que pretende hacer creer que no hay escasez sino guerra económica, no hay inflación sino especulación de la oligarquía y la derecha, no han fracasado sino que son víctimas de una conspiración. En fin, la gente no ve al gobierno ocupado de sus problemas, siente incertidumbre y una terrible angustia con relación al futuro. Muy pocos creen que Nicolás Maduro sea capaz de superar la crisis, al contrario. Por otra parte, no es que la oposición carezca de ideas o propuestas sino que no ha logrado comunicarlas eficazmente; en parte por el cerco mediático que ha impuesto este gobierno -muy eficiente en esas lides- pero sobre todo por las grandes limitaciones de la oposición para actuar de manera unitaria. Usualmente, lejos de cohesionar fuerzas, vemos a algunos opositores descalificando y agrediendo a quienes están en la misma acera. Hoy salen raudos a atacar a Henrique Capriles, en vez de saludar el debate y aportar su opinión con sentido constructivo, sin mezquindad. El país se cae a pedazos y algunos están en una sórdida competencia personal. Sin duda, Capriles ha planteado un debate que el gobierno necesita silenciar para evadir su responsabilidad y algunos opositores procuran descalificar en beneficio de su ego y sus intereses facciosos. Calificar la propuesta de Capriles como "populista" porque plantea un aumento del 50% en sueldos y salarios, es no comprender el drama que hoy viven vastos sectores para alimentarse, es desconocer el impacto real de la inflación en la economía familiar y obviar que para reactivar la economía hay que elevar la productividad –cierto- pero es imprescindible incrementar la capacidad adquisitiva de la población, de lo contrario ¿Quién va a comprar lo que produzca el país? Por supuesto, nadie puede pensar en elevar los salarios, sin generar las condiciones para ello: reorientación del gasto público, incentivos fiscales a las empresas para compensar esa inversión social, seguridad jurídica y estímulo a las inversiones, un fondo de financiamiento a la pequeña y mediana industria, revisión de la deuda pública, frenar la regaladera de petróleo, etc. Incluso, aumentar la gasolina para financiar en la coyuntura un "bono de productividad" a las empresas, con lo cual podrían cubrir el incremento salarial. En fin, pueden surgir miles de ideas para construir viabilidad a la propuesta, lo que resulta estúpido es negar al país el derecho a percibir una justa remuneración o creer que tal aspiración supone el cierre de las empresas que hoy sobreviven a la marabunta roja. Calificar de "populista" la propuesta de Capriles es desconocer que la economía debe estar al servicio de la gente y que no basta con los indicadores macroeconómicos sino que es necesario comprender la compleja realidad social… ¡Pa'lante Henrique!

EL ASALTO DEL SIGLO - 10/07/15.

Esta “revolución” llegó al poder denunciando la corrupción y llamando “traidores a la Patria” a quienes habían hipotecado al país, en alusión al endeudamiento que rondaba los 30.000 millones de Dólares. Ahora que esa cifra está cercana a los 250.000 millones ¿Quiénes son los vendepatria? Esta deuda colosal, la invasión cubana y la entrega de nuestra soberanía al imperio chino es una verdadera tragedia que pagará el pueblo durante varias generaciones. Dolorosamente, la orgía continúa: en enero Maduro viajó a China a pedir dinero y se lo negaron, algo daría después para que ahora le concedan un préstamo por la bicoca de 5.000 millones de Dólares. Además, en lo que va de año las Reservas Internacionales han caído en 6.200 millones, o sea que la burocracia del PSUV se ha raspado mas de un millón de Dólares mensuales. A eso sumamos que vendieron 4 toneladas de oro de la reserva monetaria para “aprovechar el alza del metal y sacar ganancias”, según dijo el presidente del BCV. Hicieron una alharaca para repatriar el oro que estaba colocado en el exterior y ahora lo sacan del país en silencio, seguramente como garantía de nuevos préstamos. Por si fuera poco, la prensa reseña que Venezuela retira 1500 millones de Dólares del FMI y según los “camaradas” del portal Aporrea, es la segunda vez este año que le dan un tablazo a los ahorros de la Nación. En fin, pare usted de contar… Literalmente están saqueando al país con absoluta impunidad. Es algo aterrador, los venezolanos tenemos la misma mirada de quien es víctima de un atraco a mano armada y nada puede hacer mientras lo despojan de sus pertenencias. Ya sabemos que significa una “revolución armada”. En efecto, estamos ante unos asaltantes de alta peligrosidad, sin escrúpulos, ni compasión. Incluso, la víctima siente que está en riesgo su vida pues el hamponato gubernamental está cargado de odio y resentimiento, evoca permanente la guerra e instiga la violencia. Corolario de esta triste historia es que –mientras los vándalos saquean el erario público y venden a nuestra patria- el país se cae a pedazos y el pueblo padece una escasez, inflación e inseguridad pavorosa, sin mencionar la falta de viviendas, la crisis hospitalaria y en general, el colapso de los servicios públicos en Venezuela. No es casual que el rechazo al gobierno supere el 70% en las encuestas más benevolentes, pero tampoco es poca cosa que un 20% sienta simpatías por este militarismo inepto y corrupto. Quizás el “Síndrome de Estocolmo” pueda explicar esta conducta y simplemente se sienten cautivados por sus secuestradores. En todo caso, resulta insólito que una parte del país –cada vez mas reducida pero aun importante- no ha despertado y ni se haya dado cuenta que lo están atracando, le han ultrajado a su familia, se están enriqueciendo a sus costillas y le escupen la cara todos los días con la perorata de la “guerra económica”, culpando al imperio, al capitalismo, a la oligarquía o con otras sandeces que insultan su inteligencia. ¿Que hacer? Despertar conciencias, unir y movilizar al país es el desafío de la unidad democrática en las parlamentarias y cada uno de nosotros tiene mucho que aportar!

viernes, 3 de julio de 2015

A TODAS LAS MUJERES

Para tener una idea del cinismo que esconde la supuesta “lucha revolucionaria” por el respeto y participación de la mujer, bastará con recordar la desgarradora historia de la jueza María de Lourdes Afiuni, torturada y ultrajada por los esbirros del régimen siguiendo instrucciones directas del TteCnel Chávez Frías, el mismo que humilló una vez a su propia esposa diciéndole en cadena nacional: "Esta noche te doy lo tuyo" y que -según su ex escolta Leamsi Salazar- cada vez que se le alborotaban los apetitos sexuales, sin importar la hora decía: "vayan y me traen a fulanita...". Las esposas, madres y hermanas de los presos políticos han sido víctimas de otra forma de tortura, algunas durante largos años como Bony de Simonovis o Yajaira de Forero. Otras, como Lilian Tintori de López o Mónica Radonski de Capriles, lo han sido por períodos cortos que parecen una eternidad. La tortura sicológica ha sido brutal contra las madres de miles de estudiantes que han sido perseguidos, agredidos, encarcelados y vejados. En general, las mujeres venezolanas han sido víctimas de la violencia de un régimen indolente que -por si fuera poco- se burla de ellas con esta retórica feminista. Nada se logra asignando a las mujeres el 40% de puestos en las planchas del parlamento, si no resolvemos el problema de fondo. El machismo y la exclusión es un problema cultural que supone reconocimiento y respeto a la condición humana, y exige valorar el rol trascendente de la mujer en la sociedad actual. ¿O hablamos de colocar en la Fiscalía, el TSJ o la AN a personas que -por su condición de mujer- sirvan de amparo a las atrocidades? La preservación de esos espacios depende de su absoluta sumisión a los "machos" violadores de DDHH que le ordenan insultar, agredir a sus congéneres y actuar como si no tuvieran familia. Desde la óptica revolucionaria, la llamada "paridad de género" servirá para golpear a María Corina Machado y promover su ilegal destitución, jamás para defenderla como lo hubiese hecho con seguridad Argelia Laya, Paulina Gamus o cualquiera de las mujeres del viejo Congreso de la República. En definitiva, hoy la mujer no está en minusvalía, ni necesita de la benevolencia del militarismo para acceder al poder, mucho menos de la asignación a dedo de una cuota; algo que más bien subestima sus infinitas capacidades. La MUD cumplirá sin problema la norma impuesta por el CNE pero la paridad de género no puede ser un recurso electoral, ni superar las exclusiones o discriminaciones es un asunto normativo. Lo que necesitamos para construir una sociedad con equidad y justicia, es un régimen que impulse un cambio cultural y sancione los abusos contra la mujer, además de garantizar sus derechos y la igualdad de oportunidades. Con este gobierno tal aspiración es imposible y en este sentido, la demagogia oficialista brinda una excelente oportunidad a las fuerzas democráticas -como auténtica alternativa de cambio- para abordar el tema con la seriedad que merece y brindar a las mujeres el respeto que se han ganado. A todas, nuestra admiración de siempre…

EL DAKAZO PATRIOTERO - 27/06/15.

El rechazo al gobierno supera el 75% en todas las encuestas que se han hecho en Venezuela durante las últimas semanas, en algunas se aproxima al 85%. Todo indica que perderán las elecciones y si la gente sale a votar, la paliza será monumental -no habrá trampa posible- por eso la estrategia del gobierno es dividir a las fuerzas democráticas y promover la abstención en el campo opositor. Pero además tendremos una dispendiosa demostración del populismo y aprovechando la corta memoria de la mayoría, saldrán a repartir prebendas y a comprar conciencias para lo cual seguirán endeudando al país, saqueando nuestras reservas e hipotecando el oro de todos los venezolanos. El otro vector estratégico de esta campaña será distraer la atención de los problemas reales y meter al país en una agenda política, a eso responde la asistencia de Maduro a la AN para plantear un debate sobre el caso de Guyana. Es insólito que quienes han auspiciado una impúdica invasión cubana en las altas esferas del poder, incluyendo a nuestra FAN; quienes han entregado el país al imperio chino y endeudado obscenamente a la República; quienes han regalado nuestro petróleo y desmantelado a PDVSA vendiéndola por partes; quienes tienen oscuros negocios con la narcoguerrilla colombiana y con cuanto delincuente se aparece; nos vengan ahora a hablar de soberanía. Estos traidores a la patria no tienen moral para defenderla pero tampoco tienen vergüenza, así que podemos esperar encendidos discursos patrioteros. Agreguemos que los cubanos –que son unos genios en manipulación política y guerra sicológica- tienen una vieja alianza con Guyana, hoy están vinculados a la explotación minera en ese territorio y quieren ayudar al imperio yanqui a mantener la extracción petrolera, además de preservar otros intereses. Así las cosas, podemos inferir que desde La Habana se esté armando la escenografía y escribiendo el guión de una show que seguramente incluirá declaraciones altisonantes de lado y lado: los guyaneses diciendo que Margarita y el Golfo de Paria también son de ellos, Maduro mentándoles la madre y diciendo que va a defender a la patria con su vida. Amenazas pudieran ir y venir, sin disparar un tiro; hasta movilización de tropas y en esa “situación de guerra” no habría elecciones, ni siquiera militares para el Plan Republica. El discurso oficialista denunciaría a la “oposición apátrida” y quizás se plantee un referéndum consultivo para preguntar al pueblo si quiere que el presidente Maduro y la revolución bolivariana, defiendan el territorio venezolano y garanticen la soberanía nacional. En todo caso, la mejor manera de enfrentar esta burda e irresponsable maniobra es develando la tramoya. Denunciando ante la OEA la pretensión de utilizar el diferendo limítrofe con fines electoreros, exigiendo su participación para garantizar la resolución pacífica del conflicto, así como su presencia como Observadores Internacionales en los comicios del 6 de Diciembre. A los venezolanos tenemos que decirles que este show es una suerte de “Dakazo patriotero” y que precisamente para defender al país, garantizar la paz y la plena vigencia de nuestra soberanía, hay que sacar del poder a quienes han traicionado a la patria y pretenden seguir engañando al pueblo venezolano.

viernes, 19 de junio de 2015

LA CREMITA

La foto de la reunión del consejero del Departamento de Estado y el presidente de la AN de Venezuela es tremendamente reveladora, basta ver la cara lisonjera y adulante del Teniente Diosdado Cabello para sentir cierta pena ajena y constatar la absoluta carencia de escrúpulos de quienes se ufanan de ser revolucionarios. Y cuando uno se pregunta ¿de qué se reía Thomas Shannon en esa foto? inmediatamente lo imaginamos pensando: “tanta pendejada que hablan del imperio y aquí los tengo jalando bolas, con las dos rodillas en tierra”. No sabemos que hizo con el mazo pero allá estaba “con cara de oveja trasquilada”. Los radicales de izquierda y derecha, en USA y en Venezuela, han exagerado las implicaciones de esa reunión. Un senador gringo advirtió que el encuentro pudiera legitimar a Diosdado Cabello, a quien señaló como “uno de los funcionarios más corruptos del régimen venezolano… bajo investigación por ser un capo de la droga”. La verdad es que esos graves señalamientos -formulados contra varios funcionarios del gobierno- no han sido respondidos de manera convincente por los indiciados. Al contrario, su posición –y la del Estado venezolano- solo arroja mas sombras sobre el asunto al apelar al trillado expediente de la conspiración y evadir una investigación objetiva. En todo caso, todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario y si algo debemos recuperar es el sentido de la justicia, el cual no se lesiona porque un presunto indiciado asista con cara de “yonofui” a una reunión con su acusador. Más bien uno se pregunta ¿Por qué no aprovechó para demandar a Shannon tal como hizo con Teodoro Petkoff, con La Patilla o El Nacional? Tampoco es cierto que una reunión “legitime” a quien por ser presidente del parlamento tiene cierta legitimidad de origen e indistintamente de su penoso desempeño, hay que reconocerlo como tal para propiciar una salida. Ninguna reunión legitima a nadie sino -guardando las distancias- recordemos a George Bush reunido con Manuel Noriega, antes de que el militar y dictador panameño fuera capturado por sus vínculos con el narcotráfico mediante una invasión militar, cosa que dista mucho de nuestro ideal de justicia, por cierto. Mucho menos pensamos que Shannon se come los cuentos de estos personajes: algo aprendieron del ataque a Pearl Harbor, ofensiva militar ejecutada justamente cuando los japoneses adelantaban negociaciones de paz. La mentira no es nueva en la diplomacia. Además “estos” no cambian: el Teniente Cabello en su programa “Con el mazo dando” se limitó a decir que “la derecha se volvió loca” y recomendó “echarse cremita” a quienes están ardidos por su viaje. Nadie aspiraba el mismo tono de respeto que mostró al consejero yanqui, sabemos de su vocación para descalificar e insultar, tampoco se esperaba una explicación sobre el objetivo y alcance de la reunión, lo cual es su obligación. En fin, por fortuna, Obama ha dicho claramente que su preocupación es la democracia en el hemisferio y una salida pacífica a la crisis, cosa que preocupa hoy a buena parte del planeta, de manera que cualquiera intuye que pasó en Haití, el país sabe que si alguien se bajó los pantalones, no fue Shannon. Es claro que son otros los que necesitan cremita…

DE ESTA NO TE SALVAS, NICOLAS. - 05/06/15.

El culto a la violencia y una macabra obsesión por la muerte han sido el signo de esta mal llamada revolución bolivariana y en buena medida, esa práctica perversa explica la tragedia que hoy vivimos en Venezuela. ¿Cómo olvidar aquella frase “Patria, Socialismo o Muerte” que hasta los militares repetían de manera vergonzosa? Paradójicamente la providencia optó por la última alternativa y hoy –sin patria, ni socialismo- el mentor de este infortunio yace en el Cuartel de la Montaña. Sin embargo, no aprenden que “la lengua es el castigo del cuerpo”. Ahora, en medio de esta inmensa crisis que agobia a la Nación, Nicolás Maduro le dice a los venezolanos que se preparen para “un tiempo de masacre y muerte, si fracasa la revolución”. ¿Qué significarán para este irresponsable los 24.673 homicidios que se registraron en el 2014 como consecuencia del fracaso de su gobierno en materia de seguridad? ¿Cuántos muertos tendremos como resultado de su fracasada gestión hospitalaria y del colapso del sistema de salud? El Presidente se confiesa “muy sensible” ante el asesinato del Diputado Robert Serra –cosa que lamentamos- pero se muestra absolutamente indolente ante el dolor que enluta a miles y miles de familias venezolanas. Al contrario, Maduro se prepara para utilizar ese crimen en particular como trama de su nueva novela, utilizarán a Robert Serra como un vulgar trapo rojo. Así paga el diablo a quien le sirve. El gobierno -es decir, el poder cubano- cree que la gente votará por ellos para evitar la supuesta masacre, apuestan a la posibilidad de atemorizar a la población. Eso les ha funcionado antes pero esta vez se equivocan: cuando un pueblo decide cambiar, su fuerza es indetenible. Y la verdad es que cuando Nicolás Maduro amenaza con “un tiempo de masacre y muerte”, en realidad muestra su tremenda debilidad. Se trata de un gobierno con un inmenso rechazo, con el sello del fracaso en la frente, incapaz de generar confianza y en consecuencia, de ofrecer soluciones a la población. Mientras ese sea el mensaje del Presidente, la profundización de la crisis es inminente pues propicia mayor inseguridad, aleja las inversiones y ratifica su incompetencia. No es solo una frase infeliz que retrata su desespero, sino que además reafirma la necesidad de cambio y abre espacio a una oposición responsable que ofrece justamente lo contrario: paz, seguridad y progreso. La escasez y la brutal inflación que atormenta a los venezolanos, son consecuencia de una política económica primitiva que manipuló a los trabajadores con el cuento de la Dictadura del Proletariado; satanizó al mercado en pleno siglo XXI, cuando hasta el comunismo chino lo reconocía; utilizó las expropiaciones como arma política y como mecanismo de enriquecimiento de la cúpula gobernante; hostigó a los sectores productivos hasta cerrar el 60% del parque industrial y desolar los campos; todo este descalabro fue condimentado con la violencia y la muerte como un ritual de la revolución e instrumento para el chantaje. Hoy nadie se come ese cuento, el país rechaza la violencia y espera que las parlamentarias sean la oportunidad para un cambio en paz y en democracia. De esta no te salvas, Nicolás.

viernes, 29 de mayo de 2015

SE BUSCA UNA VICTORIA

Sobran las razones para marchar el sábado 30 pero también hay muchas razones para no hacerlo. Quizás la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) debió expresar su apoyo a la actividad y al propio tiempo, advertir que se trata de una iniciativa personalista, una agenda que no fue consultada con los demás factores políticos y organizaciones, que tal proceder le hace un flaco servicio a la unidad como valor esencial de esta lucha y le brinda una oportunidad excepcional al gobierno para desviar la atención de la agenda social, manipular las legítimas diferencias que hay en el campo democrático y eventualmente, promover escenarios de violencia que le permitan reflotar a este régimen decrépito, ruinoso y fracasado. A pesar de todo esto, respaldar la marcha. Si no lo hicieron es porque las decisiones en la MUD son mucho más complicadas de lo que la gente imagina, requieren una amplia consulta y un complejo ejercicio democrático. Nuestra solidaridad y afecto personal a Leopoldo López no está en duda, él lo sabe. Somos solidarios con todos los presos políticos pero es otra duda la que angustia: ¿Por qué correr inmensos riesgos sin necesidad y ofrecer nuevas oportunidades a un gobierno arrinconado? Por muy importante que sea un partido o un líder ¿Cuál es la contribución que brinda a la unidad cuando pone en marcha una agenda de manera sectaria e inconsulta? Además, no es la primera vez. Así plantearon "La Salida" y después del inocultable fracaso de esa iniciativa, jamás dieron una explicación al país y se pasaron -de nuevo sin consultar con nadie- a promover una Asamblea Constituyente, recogieron firmas y descalificaron hasta la saciedad a las elecciones parlamentarias. No siendo una iniciativa unitaria, naturalmente también fracaso y por eso fue silenciosamente abandonada, ahora simplemente son promotores de las elecciones parlamentarias, por fin. ¡Buena noticia! En efecto, al poco tiempo estaban sentados en la MUD logrando algunos candidatos por consenso y planteando su participación en las primarias en varios circuitos. No salieron muy bien, por cierto. Sin embargo, parecía que habían rectificado el camino y todo iba bien hasta que surge esta nueva aventura inspirada en la tentación personalista y en la competencia personal de liderazgo con Henrique Capriles, a quien hay que reconocer su prudencia en el manejo de este episodio, sin menoscabo de la firmeza que exigen las circunstancias. Finalmente, vemos al gobierno seleccionando sus candidatos y moviendo sus piezas para las elecciones parlamentarias, está obligado a fijar la fecha de esos comicios. No tiene alternativa, salvo un autogolpe y en tal caso, lo darían después de anunciar el evento electoral, obvio. Así las cosas, uno podría sentirse manipulado cuando se hace una huelga de hambre para exigir algo que sabemos con certeza que el gobierno hará. Reconocemos toda huelga de hambre como un sacrificio pero la fecha de las parlamentarias no será un logro de ella. Pareciera que se necesita una victoria y se busca desesperadamente, eso no luce como un juego limpio y genera reservas en un país que demanda responsabilidad a sus líderes en ésta hora crucial. Honestamente, no quisiera que estas líneas se interpretaran como una agresión a mi amigo Leopoldo López o su partido sino más bien como una invitación a reflexionar sobre el valor de la unidad y la necesidad de transitar juntos el camino. Dicho esto, nos vemos en la marcha.

EL NARCO-ESTADO - 22/05/15.

Otrora tiempo el narcotráfico logró instalarse en el parlamento colombiano. En 1982, el mítico capo de la droga Pablo Escobar –líder del Cartel de Medellín- alcanzó un curul ante el Congreso de la República. Durante esos años se acuñó el término “Narco-Estado” para referirse al país donde las instituciones se encuentran penetradas por el narcotráfico, llegando incluso éste a convertirse en un actor político que le disputa el poder al Estado. Por ejemplo, la guerrilla o grupos irregulares insurgentes –auspiciados desde Cuba- encontraron en el narcotráfico un modus vivendi y los carteles de la droga se involucraron en el financiamiento de políticos a cambio de garantías, impunidad y protección desde el poder estatal, siendo emblemático el caso del Cartel de Cali cuando supuestamente aportó fondos a la campaña presidencial de Ernesto Samper, hoy gran amigo del gobierno venezolano. A propósito, todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario pero la respuesta a graves denuncias que involucran a personeros del gobierno venezolano con el narcotráfico, no puede ser el mismo disco rayado, esa cantaleta del imperio, la oligarquía, la derecha y demás sandeces que han usado por 15 años para evadir su responsabilidad. El país quisiera ver una real disposición a enfrentar las acusaciones que se han hecho públicas. Si no hay algo que ocultar ¿por qué no facilitar una amplia investigación? Quizás muchos no pueden explicar el ostentoso nivel de vida, algo francamente obsceno en un país sumido en la pobreza gracias a la revolución. El pueblo tiene derecho a justicia, a conocer el patrimonio de los funcionarios públicos y ellos están obligados a rendir cuentas, no pueden seguir insultando la inteligencia de los venezolanos con ese disco rayado. No acusamos a nadie pero ya son demasiada cosas sin respuesta. Hablamos de un país dirigido tras bastidores por el poder cubano, que posee relaciones estrechas con la narcoguerrilla colombiana y con toda la fauna de desprestigiados dirigentes políticos, desde Sadam Hussein hasta Daniel Ortega, pasando por Manuel Marulanda (a) Tiro Fijo, a quien le erigieron una estatua. Los venezolanos vimos a Walid Mackle –un narcotraficante convicto- decir que tiene una nómina de Generales y que le pagaba al hermano del Ministro del Interior para la fecha, Tareck El Aisami. Hemos visto como el gobierno rescató a un militar detenido en Aruba presuntamente por narcotráfico. Hemos visto como sale una tonelada de cocaína en 50 maletas por el principal aeropuerto internacional del país. Hemos visto fotos de capos de la droga con altos funcionarios y conocemos cientos de narco-historias que no dejan de angustiar a la población. Y ante este agobiante drama, la respuesta del gobierno es el silencio, la indiferencia y en el mejor de los casos, el mismo disco rayado. Nadie renuncia, ni marca distancia o hace alguna advertencia, al contrario vemos la solidaridad automática llevada al extremo de proclamar como héroes a los indiciados, como si quisieran convertir al país en una sociedad de cómplices y evidenciar que nada les importa. Así las cosas, nadie será culpable por pensar que la podredumbre hizo metástasis y estamos ante un deslave moral de dimensiones apocalípticas. En este clima vamos a las parlamentarias….

viernes, 8 de mayo de 2015

EL SIGNO DE LAS PARLAMENTARIAS

Pensar que los venezolanos nos estamos acostumbrando a esta pesadilla “roja rojita” o culpar a los bachaqueros de la escasez, son algunas ideas inducidas por el hamponato gubernamental. Al gobierno le complacería que el conformismo minara el espíritu de lucha del pueblo venezolano y que está tragedia se hiciera hábito, pero otra es la realidad: nadie se acostumbrará jamás a la escasez, al alto costo de la vida, a los apagones o en general, a los pésimos servicios públicos. Nadie puede acostumbrarse a perder a sus seres queridos a manos del hampa, ni a sentir amenazada su propia vida en cualquier calle o en un hospital. Aquí nadie se acostumbra, la procesión va por dentro. Por otra parte, el gobierno ha optado por echar la culpa de la escasez a los bachaqueros, o sea al pueblo que -ante la crisis- busca sobrevivir revendiendo productos que no se consiguen en el mercado. Los bachaqueros aprovechan la oportunidad que brinda la escasez, no la generan. La crisis es una responsabilidad exclusiva de este gobierno fracasado, inepto y corrupto. La idea de estarnos acostumbrando está asociada a la aparente apatía de la población ante los desmanes del gobierno. Deseosos de una reacción popular, muchos confunden con conformismo la serenidad de la gente al hacer largas colas sin protestar, obviando los centenares de videos que circulan en las redes sociales con saqueos y golpizas entre compradores. En todo caso, si usted no tiene más alternativa que hacer la cola porque necesita el producto para su familia o porque necesita subsistir “bachaqueando”, sabrá que expresar su rabia no es una solución. Para decirlo en criollo, su “arrechera” en la cola de hoy será inútil, sobre todo si sabe que tendrá que hacer otra mañana y que el gobierno es incapaz de superar la crisis. Por supuesto, si después de una larguísima cola y sortear otros obstáculos, usted consigue el producto que necesitaba, es lógico que sienta cierta satisfacción. En revolución, comprar un pote de leche o un kilo de harina puede ser un gran logro. Sin embrago, será una alegría pasajera, la realidad es dura y recurrente: muy pronto estará ansioso porque le faltan muchas cosas por comprar y no se consiguen; frustrado porque no le alcanza el dinero; angustiado porque la inseguridad sigue galopante; aterrado cuando vaya a un hospital o exasperado cuando deba comprar una medicina o algún repuesto. Lo que crece día a día es la indignación. Siempre se ha dicho que el venezolano “es muy vivo”. La viveza criolla es parte de nuestra tragedia como sociedad pero ella tiene otra dimensión esencial que en estos momentos debe valorarse: el sentido de oportunidad. La gente sabe que no gana mucho cerrando una calle o quemando cauchos, aprovecha el tiempo para sobrevivir pero espera un momento para pasar la factura. Se siente humillado en una cola que antes no tenía que hacer, agredido constantemente pero sabe que vendrá un momento para cobrársela sin ponerse en riesgo. De pronto, tal como sucedió con Hugo Chávez, un líder se convierte en vengador o unas elecciones en la oportunidad esperada, quizás el voto castigo sea el signo en las parlamentarias. En fin, que el gobierno sepa que nadie se acostumbra, ni le cree los cuentos y que todo el mundo lo “espera en la bajadita”.

domingo, 3 de mayo de 2015

LA RENUNCIA DEL MINISTRO

Si el calor fuera la causa de la crisis eléctrica venezolana -tal como dice el Ministro Jesse Chacón- los Emiratos Árabes estuvieran a oscuras, vistas las condiciones hostiles del desierto y las elevadas temperaturas, las cuales habitualmente bordean los 50º C. Sin embargo, tienen un eficiente servicio eléctrico. Si el Teniente Jesse Chacón fuera ministro allá, jamás Dubai se habría convertido en una referencia mundial del turismo de lujo. Con semejante calor, diría que es imposible generar energía para tener hoteles 7 estrellas, estaciones para esquiar como en los Alpes, inmensas piscinas, islas artificiales y centenares de edificios monumentales. Me imagino al Teniente Chacón entrando al Burj Khalifa -el edificio más alto del mundo- para explicar a las 35.000 personas que usualmente se mueven por los 160 pisos del rascacielos, que debido al intenso calor es necesario apagar los aires acondicionados y los 57 ascensores que posee la torre. Por otra parte, si la culpa fuera del capitalismo entonces los Estados Unidos viviría un eterno apagón o al menos, permanecería tan oscuro como estaba Cuba –la cuna del comunismo latinoamericano- antes de que la “Revolución Bonita” le regalara 100 mil barriles diarios de petróleo, construyera plantas eléctricas y le comprara 50 millones de bombillos que a su vez fueron comprados en algún país capitalista. “Triangulación”, dicen los expertos en asuntos turbios. Y es que este gobierno, cuando ve un problema no busca una solución sino un negocio. Cada crisis es una oportunidad de guiso. Si no pregunten a los “bolichicos” quienes se hicieron millonarios revendiendo plantas eléctricas obsoletas o inservibles. O pregunte a quienes aprovecharon la demolición del aparato productivo para amasar fabulosas fortunas en el trajín de las importaciones. Así llegamos a la raíz del problema: no es el capitalismo, ni el sabotaje de la oposición, tampoco los fenómenos atmosféricos, mucho menos la célebre iguana o el desdichado rabipelado, nada de eso. El meollo de esta tragedia es la incompetencia de quienes dirigen el sector eléctrico y el país, aunada a la voraz corrupción que se ha tragado hasta las reservas de oro, recién empeñadas por este gobierno vendepatria. Hemos exigido la renuncia del Ministro Jesse Chacón porque él dijo que lo haría si en 100 días no superaba la crisis y basta con vivir en este país para constatar que tal cosa no ha sucedido. En particular dijo que renunciaría si no lograba dos objetivos: 1) Estabilizar el sistema. Y 2) Reducir la demanda. Pues bien, el propio ministro aseguró que la inestabilidad del sistema se debe a un incremento de la demanda de 1500 MW, supuestamente debido a la ola de calor. Los recurrentes apagones y la política de racionamiento son una prueba del fracaso. En fin, han pasado más de 730 días desde que el ministro prometió renunciar ¿A alguien se le ocurre una razón para que el Teniente Chacón siga enchufado? ¡Renuncie Ministro! Y agarra esa cola, Nicolás. La culpa no es del ciego sino del que le da el garrote, decía mi abuela.

LO QUE SABE EL GOBIERNO - 17/04/15

Ya el CNE anunció que las elecciones parlamentarias van con los mismos circuitos del año 2010. Sin embargo, se conoce la disposición del organismo electoral -léase del gobierno- a introducir cambios para sacar mayor beneficio de la contienda. El ventajismo oficialista no es ninguna novedad, tampoco el descaro y la amplia difusión de los abusos pues la idea es desmoralizar al mundo opositor, desmovilizarlo y estimular su abstención. Pero llega un momento en que no hay trampa posible y más bien, cualquier cosa que hagan puede ser "cuchillo para su garganta". A propósito, recordemos la experiencia de las elecciones en el Colegio de Ingenieros de Venezuela (CIV). El gobierno procuró evitar esas elecciones y la Junta Directiva Nacional del CIV tuvo que introducir varios recursos legales ante el TSJ y el CNE. Por fin, éstas fueron convocadas cuando el gobierno pensó que iba a ganarlas pues además del control de los ministerios, institutos y demás entes donde trabajan buena parte de los ingenieros y arquitectos agremiados, tenían a su favor un clima de desaliento y una frágil unidad opositora. Así las cosas, el CNE autorizó las elecciones y obligó al CIV a modificar el sistema electoral, alterando la estructura –tal como hoy se plantean- para supuestamente sacar ellos mayores beneficios. Lo que no esperaban es que la Unidad Gremial venciera todas las adversidades, derrotara el ventajismo oficialista y el resultado terminara siendo demoledor para el chavismo. Igual en estas elecciones parlamentarias, quizás puedan quitarle un diputado a la oposición en algún circuito pero la posibilidad de alterar sustancialmente el resultado está por verse y cuidado si el tiro no les sale por la culata. Lógicamente estas maniobras hay que enfrentarlas pero ellas beneficiarán al chavismo, si el electorado opositor es convencido de que el gobierno ha logrado una forma truculenta de ganar, cosa que frenéticamente repiten los opositores radicales. O si estas marramuncias son percibidas como algo exitoso asociado a la condición de poder, por ejemplo que el país apreciara la suspensión de la elección del Parlamento Latinoamericano como una demostración de fuerza del hamponato gubernamental, cuando en realidad es una muestra de su tremenda debilidad. ¿Acaso alguien va a pagar el costo político de suspender unas elecciones que puede ganar? Si esa representación parlamentaria ya se elegía mediante el voto popular ¿por qué retroceder y quitarle ese derecho al pueblo? ¿Qué pasó con la democracia participativa y protagónica? Igual con el retraso en el cronograma electoral, tal evasiva no es expresión de fortaleza, todo lo contrario: un gobierno fuerte ya habría anunciado las elecciones. Sin duda, el miedo los paraliza pero será inevitable convocarlas este año y gracias a la presión internacional, se le complica al chavismo una eventual tropelía golpista para evadir la contienda. Por cierto, ha sido esa presión y la unidad nacional de las fuerzas opositoras, lo que ha obligado a los dictadores del mundo a entregar el poder. El gobierno lo sabe: por mucho que pataleen habrá elecciones. Tanto nadar para morir en la orilla, dice la sabiduría popular.