lunes, 16 de septiembre de 2019

Las 4F: crónica de una zancadilla anunciada

No importa lo que hagan, es imposible ocultar el significativo avance de la oposición democrática en su lucha contra la dictadura. Basta ver la precaria situación del gobierno ilegítimo de Maduro para confirmarlo: no tiene posibilidad alguna de revertir la pavorosa crisis económica y social que azota a Venezuela, está inhabilitado para generar confianza, las sanciones lo mantienen financieramente asfixiado, carecen de respaldo popular y muestra un rechazo de casi 90%, no tiene apoyo internacional, incluso sus aliados marcan distancia; hay serios conflictos internos en el PSUV y la FAN exhibe evidentes fracturas.  Lastimosamente, justo cuando el régimen se encuentra arrinconado y con el agua al cuello, surge una seudo oposición dispuesta a meterle el hombro y prestarse para el show que necesita el gobierno.  No tienen vergüenza alguna a la hora de meterle una zancadilla a la democracia. 

La iniciativa nace de un minúsculo grupo que se auto denomina -en los predios políticos- como la "Alianza 4F", en alusión a los autores intelectuales de la movida: Falcón (Henri), Fernández (Eduardo), Felipe (Mujica) y Fermín (Claudio).  Aunque algunos dicen que hay un intento de congraciarse con el gobierno, vinculando a esta folclórica alianza con una fecha histórica para los golpistas que hoy ejercen el poder.  Esta maniobra tiene tiempo gestándose pero este lunes (16/09/19), dieron un paso crucial al presentarse disfrazados de oposición ante la agónica dictadura para darle respiración boca a boca, mediante unos supuestos acuerdos. En efecto, el vocero habló de unos “acuerdos entre la oposición y el gobierno”, como si ellos representarán en algo a las fuerzas democráticas que enfrentan al régimen.

Esta falsa oposición anuncia que “hemos acordado que la fracción del PSUV regrese a la Asamblea Nacional", lo cual es una decisión del gobierno y no entiende uno porque es anunciada por ellos.  ¿Acaso se inicia esta alianza ejerciendo abiertamente el rol de aliado que hasta ahora han jugado con cierto disimulo?   También anuncian que "hemos acordado restructurar el CNE" ¿Cómo lo harán? Si la Alianza 4F no tiene ni siquiera cinco diputados, afortunadamente ¿en nombre de quién hablan? ¿Cómo se explica que una iniciativa de este tipo no sea acordada con el Presidente de la Asamblea Nacional y las fuerzas que hacen viable esa propuesta en el parlamento?  Algo huele mal, muy mal...  Seguramente intentarán montar un CNE favorable al gobierno y cuando la verdadera, mayoritaria y legítima oposición democrática no se preste a esta maniobra, dirán "hicimos lo posible" y terminarán sentados en las piernas de Diosdado Cabello y en manos de la ilegal constituyente cubana. 

La alianza 4F habla de "la libertad de los presos políticos" como si ya Maduro los puso al frente del SEBIN.  O como si ésta no fuera una decisión que el gobierno debe tomar -aun en contra de su voluntad- debido a la enorme presión internacional generada a partir del demoledor informe de la Alta Comisionada para los DDHH de la ONU, Michelle Bachelet.  El gobierno pone a esta falsa oposición a hacer anuncios que ellos deberían hacer, justamente para darle a esta alianza pro gobierno una beligerancia que no le corresponde.  Es un intento desesperado por darle legitimidad a un grupo que nadie reconoce como oposición, ni dentro, ni fuera del país. Se trata de hacer realidad el sueño dorado del gobierno: tener una oposición hecha a su medida para dividir y debilitar a la verdadera oposición. 

Ciertamente, están tan desbocados que esta Alianza 4F hace anuncios que son exclusiva competencia del gobierno, como por ejemplo: "hemos decidido avanzar en un plan de petróleo por comida”.  ¿Hemos decidido?  ¿Quiénes lo decidieron?  Francamente, solo falta que les den un ministerio. Por cierto, esa propuesta de "petróleo por comida" no sólo es engañosa, una burla, demagogia pura y populismo barato, sino que es una estrategia para ayudar al gobierno a evadir las sanciones. 

En todo caso, aunque las 4F no se refieren a Farsantes, Fariseos, Fracasados y Frustrados, siente uno que efectivamente estamos ante una gran farsa, hay mucho de aparentar lo que no se es y también se percibe una inmensa frustración luego del estrepitoso fracaso del 20M, cuando los mismos protagonistas intentaron darle legitimidad a aquella fraudulenta elección presidencial.  Así que no es la primera vez que le meten el hombro a un Nicolás Maduro en aprietos.  ¿Van a seguir?  ¡No subestimen al pueblo venezolano!

Twitter: @RichCasanova

sábado, 4 de mayo de 2019

SOBRE LA RUTA Y CÓMO APORTAR A UNA SALIDA

El momento que vive Venezuela es probablemente el más difícil de su historia republicana y todos los días nos preguntamos cómo podemos aportar a un desenlace pacífico y democrático. Quienes realmente deseen hacerlo deben asumir que es imprescindible brindar un firme y decidido respaldo al presidente Guiadó y a la Asamblea Nacional ante las amenazas del régimen. Un respaldo sin mezquindad, al margen de consideraciones partidistas, grupales o personales es una buena señal, siempre que trascienda lo retórico. Y obvio, es esencial mantenernos en las calles pues solo la constancia nos conducirá a la victoria que -aun estando muy cerca- no debe asumirse con ligereza o inmediatismo. 

Por otra parte, se aporta a partir de realidades y no desde nuestros deseos u opinión personal. Por ejemplo, debe considerarse que la ruta 1-2-3 fue validada en Asambleas de Ciudadanos que tienen carácter vinculante y fueron convocadas por Guaidó y por los diputados en sus regiones. Además la ruta ha sido concertada con la comunidad internacional. Asumiendo que tengan el liderazgo, quienes quieran cambiarla también pudieran hacer la correspondiente consulta pública, claro está.  Sin embargo, es iluso pensar que desde un partido o grupo de opinión -al margen de cuán valiosos sean sus integrantes- se va a cambiar una línea estratégica que ha sido estructurada de la manera antes descrita. Sin mencionar que hoy "la ruta Guaidó" tiene amplio respaldo del país. Si lo duda, vaya a cualquiera de las asambleas públicas y plantee -por ejemplo- que no está de acuerdo con el "cese a la usurpación" o proponga cambiar ese objetivo por "el cese a la destrucción". Por cierto, plantear la frase como complemento discursivo para darle popularidad al "cese de la usurpación" es válido pero una sustitución es poco viable, entre otras cosas porque sugiere la absurda idea de que es posible frenar la destrucción y recuperar al país con Nicolás Maduro al frente del poder.  

En todo caso, quienes desde el campo opositor se empeñen en cambiar la ruta, correrán el riesgo de ser percibidos como adversarios de ella y cualquiera pudiera suponer -con o sin razón- que el verdadero objetivo es sabotearla, minarla de dudas.  Y como el libre pensamiento es más difícil de coartar que la libertad de expresión, nadie será culpable de pensar que la apuesta real es al fracaso de la ruta.    Sin embargo, hay muchas cosas que pudieran hacerse para contribuir a una salida electoral. Todas ellas apuntan a elevar la presión social y política para forzar al gobierno a la negociación o facilitar de cualquier manera el proceso.  Discutir esta línea de trabajo es más útil que el permanente cuestionamiento a lo que se está haciendo y a quienes les ha tocado conducir las acciones. Esta crítica obstinada termina siendo una conducta extremista que encontramos en gente que se autodefine como opositora y se ufana de estar lejos de los extremos. ¡Que paradoja! 

Finalmente, dejemos claro que la negociación está implícita en "la ruta Guaidó", en alguna medida se requerirá para dar cualquiera de los tres pasos.  Que estas negociaciones incluyan o no al gobierno dependerá de su disposición y de los tiempos, los cuales se están agotando para Nicolás Maduro.   En efecto, las negociaciones requieren una disposición real que aún no se percibe en el régimen y más bien, sus actuaciones indican lo contrario.  Además -visto que el gobierno dinamitó los puentes de diálogo cada vez que pudo y los aprovechó para ganar tiempo-  hoy cualquier negociación requiere establecer condiciones y garantías que eviten que nuevamente el país sea objeto de burla.   Es decir, no habiendo confianza en un gobierno mentiroso y tracalero, es necesario un arbitraje o contar con una intermediación confiable que garantice el cumplimiento de los acuerdos por parte de la dictadura. Cómo construir esas condiciones debería ser parte del debate de quienes quieran aportar.  Y por supuesto, para "torcerle el brazo" al régimen la lucha es en las calles, con la protesta pacífica pero contundente de un país que se empina por encima de las dificultades para alzar su voz en contra de la tiranía... ¡Venezuela no se rinde!

Twitter: @richcasanova

viernes, 12 de abril de 2019

Guaidó y la clave del éxito



La dictadura en Venezuela está en una etapa terminal, es obvio.  Su debilidad es patética e inocultable y la única manera de que se sostengan en el poder es que nosotros -el país democrático- no hagamos lo que tenemos que hacer.  La intención del régimen no es apresar al presidente Guaidó, al menos hoy.  Eso lo convertiría en un mártir y catapultaría su liderazgo, activaría una respuesta internacional que no desean y aceleraría su salida del poder. Al contrario, su estrategia es prolongar la situación actual y procurar el desgaste de Guaidó y de la coalición opositora.  Es dividir, sembrar desaliento, confusión y desesperanza. A esa estrategia ayuda que las transiciones son procesos complejos y difíciles que requieren tiempo. También ayuda el inmediatismo de algunos sectores radicales de oposición, una actitud también estimulada por el régimen para propiciar errores y promover la frustración.

Entonces  ¿Que debemos hacer?  Entender que efectivamente "vamos bien" y muy pronto saldremos de esta pesadilla pero no hay tiempos definidos. Con mucho optimismo debemos asumir que esta lucha es hasta vencer. La victoria podría concretarse en horas o bien prolongarse un tiempo más, pero sin lugar a dudas la alcanzaremos si nos mantenemos unidos y muy firmes en la ruta trazada, la cual ha logrado avances sustanciales. ¡Esa es la clave del éxito!   Esta guerra entre el bien y el mal la estamos ganando pero requiere una excepcional fortaleza espiritual, un ánimo inquebrantable y la perseverancia de todos en las calles.  Estamos ganando y no vale rendirse, ni cansarse.  Es una prueba extrema de resistencia tanto para el maligno régimen como para las fuerzas democráticas. La gran diferencia es que a nosotros nos motiva un sueño de justicia y libertad, un amor infinito por Venezuela y un compromiso con el cambio. 

Que nadie nos robe la esperanza, ni siquiera aquellos que utilizan una retórica opositora pero siembran dudas sobre la ruta democrática o sobre la entereza, la claridad y el compromiso del Presidente Guaidó, de la Asamblea Nacional, de los partidos y demás actores políticos que -corriendo todos los riesgos- están comprometidos con esta cruzada. Marquemos distancia de dirigentes ególatras e irresponsables que se sienten dueños de la razón y actúan en base a intereses facciosos de orden partidista o personal, con lo cual no sólo hacen un ejercicio de estupidez sino le hacen comparsa a la dictadura. Supuestos opositores de dudosa integridad moral e intenciones ocultas que hoy presionan y hasta atacan a Guaidó, actuando como esquiroles del régimen.  Aunque en algunos casos sea una mezcla de ignorancia con desesperación, en muchos otros, estos sujetos son parte de la operación política de G2 cubano para quebrar el espíritu combativo de la Venezuela democrática.  Es momento de aislar a los guerreros del teclado, managers de tribuna, habladores de pendejadas y a todos aquellos que solo saben criticar, nada arriesgan, ni aportan. En especial a los cobardes que se ocultan tras un seudónimo o disparan desde el anonimato. Tampoco es hora de ambigüedades o falsas posturas. Dude usted -mi amable lector- de todo aquel que actúe con mezquindad y no sea capaz de respaldar con todo a Juan Guaidó, ese joven venezolano que está dando su mayor esfuerzo en esta hora oscura de la democracia venezolana. Pa'lante presidente y Dios bendiga a Venezuela.

viernes, 1 de febrero de 2019

La salida de Maduro y el final de la película

Durante estos largos años de lucha hemos aprendido a leer al gobierno: cuando gritan "ahí va, agarren al ladrón" es seguro que ellos se acaban de robar algo o preparan el terreno para hacerlo.  Si dicen que van a luchar contra la corrupción, en realidad significa que van a dar rienda suelta a su insaciable vocación delictiva y van "raspar la olla".  Cuando hablan del imperio gringo, realmente intentan ocultar la obscena invasión cubana y la entrega del país a los chinos, los rusos u otros intereses foráneos. El discurso acusando de proyanqui a la oposición, es una retórica bufa que les permite seguir como lamebotas del poder cubano. Así las cosas, cuando Maduro señala que Bolton y EEUU están propiciando una salida violenta, lo que podemos inferir es que son ellos quienes prefieren un desenlace cruento en vez de la salida pacífica y electoral que exige la oposición democrática y la comunidad internacional.  Por fortuna, últimamente sus deseos no coinciden con la realidad, basta ver lo que pasó con el plazo de 72 horas para que la delegación diplomática norteamericana saliera del país.

Provocar ese desenlace violento debe ser la intención de los más corruptos del régimen, aquellos hundidos en el narcotráfico. Esos prefieren "quemar las naves" y evitar una derrota electoral para tener como excusa una supuesta conspiración de la derecha internacional y una cacareada invasión gringa que puso fin a la "revolución bonita" a pesar del “respaldo popular y los grandes logros”. La eterna fantasía de quienes están habituados a mentir con descaro. Así, saldrán con sus fortunas mal habidas a vivir un exilio dorado pero oscuro y solitario en La Habana, Moscú o algún lejano país del Medio Oriente, hasta que el largo brazo de la justicia les alcance y con certeza, lo hará.  Al contrario, lo sensato sería que quienes usurpan el poder entiendan que el gobierno se ha hecho inviable, no tienen forma de superar la crisis y se han dado unas condiciones que hacen insostenible al régimen, en consecuencia mejor procurar una salida honrosa, pacífica y propiciar unas elecciones limpias y transparentes que pongan fin a su agonía y evite un costo mucho mayor, quizás muy doloroso. Seguramente en esas elecciones serán derrotados pero pudieran obtener un 20%, lo que es una fuerza muy significativa. Recordemos que cuando existía el MAS, apenas rozaba el 5% y era una fuerza fundamental del estamento político, era el fiel de la balanza del sistema, tenía una vigorosa fracción parlamentaria y logró ganar importantes gobernaciones y alcaldías. Una salida electoral le permitiría al chavismo preservarse como fuerza política, ahora en un rol de oposición. Fue la ruta que tomaron en Colombia el M19 y las FARC al constatar que la derrota política y militar era una realidad inexorable.

Hoy ‎la salida de Maduro del poder es inminente, pareciera que es cuestión de tiempo, el cual corre en contra del régimen que cada minuto se hace más débil, mientras la oposición suma nuevos respaldos. Todo sugiere que "la tendencia irreversible".   Lo que no sabemos es cómo será el final de esta película de horror.  En todo caso, evitar que la desgracia de hoy se convierta en tragedia es una responsabilidad ineludible de la FAN. Un gobierno serio debería facilitar una salida y negociar las condiciones para que ella se produzca.  Lo contrario es un suicidio político y un despropósito de consecuencias impredecibles, incluso para ellos. Tic, tac, tic, tac... Dios bendiga a Venezuela!

Twitter: @richcasanova