jueves, 15 de agosto de 2013

JUAN VICENTE GOMEZ Y NICOLAS

Las similitudes y diferencias entre los regímenes de Juan Vicente Gómez y Maduro son expuestas con meridiana claridad por la historia. Vamos a colocar la lupa en el tema de la represión aunque debemos advertir que en ambos casos se apeló a malabarismos electorales y jurídicos para garantizar la permanencia en el poder. Lamentablemente a inicios del siglo pasado las precariedades del incipiente sistema internacional de justicia, permitieron que el dictador tachirense extendiera su mandato desde 1909 hasta su muerte en 1935, realidad que es muy distinta hoy. Comencemos diciendo que en tiempos de Gómez el sistema judicial formal funcionó con aparente independencia, su única obligación era no interferir en la represión política que realizaban los cuerpos de seguridad. La primera diferencia entonces es que en la Venezuela de hoy, el sistema judicial y el mal llamado Poder Moral son parte del aparato represivo del régimen. Es decir, el “gobierno” de Nicolás es un retroceso con relación a la dictadura de Gómez. Veamos otras lamentables coincidencias. En su libro “Cantos de la prisión y del destierro”, Rufino Blanco Fombona narra su experiencia en La Rotunda, a donde fue llevado luego de ser “delatado” en una carta. Durante el tiempo en la prisión, ni siquiera fue informado de los motivos del encarcelamiento. El 19 de abril de 1910 fueron liberados todos los presos políticos, pero él permaneció en la cárcel y se le comenzó un juicio penal. No habiendo cometido delito alguno, el jurado no encontró pruebas y lo absolvió, sin embargo no fue liberado sino posteriormente expulsado del país. ¿Cual es la diferencia de este episodio con el caso de Simonovis y demás presos políticos, encarcelados sin pruebas? ¿Cuál es la acusación contra Oscar López? ¿Donde están las pruebas? ¿Van a sembrarlas? ¿Qué pasó con el derecho a la defensa, consagrado en la Constitución? Sin duda, el sistema judicial es un arma política del régimen contra la disidencia y los medios de comunicación. En su libro, Blanco Fombona hizo una horripilante descripción de La Rotunda como una prisión panóptica y del tratamiento inhumano que recibían los presos. Es el mismo relato que hoy pudiera hacer María Lourdes Afiuni o Iván Simonovis de El Helicoide. Hablando de la Jueza Afiuni, en tiempos de Gómez fue asesinado en un botiquín el Gobernador de Caracas, Luis Mata Illas. El Juez de Primera Instancia encontró culpables a los Generales Isaías Nieto y Eustoquio Gómez, este último primo de Juan Vicente Gómez, Vicepresidente para la fecha. La condena de 15 años fue ratificada por el Juez Juan José Abreu en 1909 pero el ya Presidente Gómez estuvo en desacuerdo con la condena, por lo que el homicida fue liberado y designado Gobernador del Estado Táchira, mientras el Juez Abreu fue a prisión. A propósito, Leoncio Martínez sacó una caricatura con la policía poniéndole esposas a la imagen de la justicia, lo que motivó que el caricaturista y su hermano Rafael, director del periódico, también fueran encarcelados en La Rotunda. Honestamente ¿Cuál es la diferencia entre Juan Vicente Gómez y Nicolás Maduro?

CHELIQUE

De un gobierno que siempre ha sido un agresor de la cultura y que desde sus inicios ha manipulado políticamente al sector, se puede esperar cualquier cosa, incluso aquellas que jamás hizo la inefable IV República como agredir a Zapata, Jacobo Borges, Manuel Caballero, José Ignacio Cabrújas y a muchos otros venezolanos ilustres que tanto han aportado al país. A este gobierno no se le ocurre regalarle obras o soluciones a Caracas en su aniversario sino una nueva tropelía contra nuestro patrimonio cultural e insultos contra el Maestro Chelique Sarabia y su honorable colega José Antonio Abreu, quien presidía el Comité del Concurso que seleccionó el actual Himno de Caracas, ahora descalificado como "pasodoble barato" por el Alcalde saliente, Jorge Rodríguez. Naturalmente, traer al Teniente Diosdado Cabello como Orador de Orden era ya suficiente agresión a Caracas. Pero nadie debe extrañar semejante oscurantismo en un régimen militarista que como tal aborrece la cultura y ha acostumbrado a sus burócratas civiles a lamer botas para subsistir. No puede extrañar este "regalo" a Caracas por parte de un gobierno que le expropió a la Capital sus espacios culturales, saqueó sus museos, convirtió el Teatro Municipal en una pocilga, secuestró al Poliedro y tiene al Teresa Carreño como patio trasero del PSUV. Se trata de una cúpula podrida que manipula la cultura popular y pretende politizar a la sociedad con criterios de uniformidad y obediencia propios del mundo castrense, además de la intolerancia y violencia características del fascismo. Chelique Sarabia es uno de los músicos venezolanos mas exitosos del siglo XX, debe tener mas de 2000 temas compuestos pero la mediocridad oficialista solo conoce "las cancioncitas" que escribió para la campaña de CAP como parte de su ejercicio profesional. Desconocen que ese margariteño es el autor de "Chinita de Maracaibo", que su música ha estado en un sin fin de festivales internacionales y ha sido interpretada por grandes figuras como Placido Domingo, que sus composiciones se han versionado en todos los idiomas y han recorrido el mundo. Ignora el régimen el arraigo de temas como "Ansiedad" y el afecto que le profesan los venezolanos a su autor. En lo personal, Chelique me ha honrado con su amistad y ello me ha permitido valorar su extraordinaria calidad humana y la humildad que caracteriza a quienes son poseedores de un talento excepcional. Pero mas allá de la amistad, defender a Chelique de quienes le hacen estatuas a "Tirofijo" e idolatran a Fidel Castro, es simplemente un deber venezolano. Es un lugar común a los que sentimos "ansiedad" por un país de respeto, tolerancia y progreso.

LA REBELION

Este gobierno subestima al pueblo venezolano y desestima por completo un estallido social ante la angustiante situación de inseguridad, escasez, inflación, colapso de los servicios, corrupción y demás calamidades que se han hecho cotidianas con este régimen autoritario, inepto e inescrupuloso. Siempre ha sido así, el desprecio de los poderosos por el pueblo ha sido una constante aunque se le incluya en la retórica gobiernera. El 2 de febrero de 1989 tomó posesión Carlos Andrés Pérez como Presidente en un fastuoso evento que popularmente fue conocido como "La Coronación". No se trataba de un gobierno desacreditado como el actual, ni de un líder ilegítimo como Maduro. "El gocho" no se había robado las elecciones, al contrario venia de un triunfo contundente y poseía una legitimidad absoluta que lo hacía acreedor de una fortaleza política excepcional. Sin embargo, nadie pudo advertir, ni siquiera imaginar que 25 días después se produciría un estallido social que se conoció posteriormente como "El Caracazo". Para entonces el MBR200 era socialmente inexistente como consta a la izquierda democrática venezolana, ninguna fuerza política estaba detrás, el 27F fue una manifestación espontánea producida a partir del hastío de buena parte del país -no hacia un gobierno que apenas iniciaba- sino a muchos años de corrupción, ineficiencia y exclusión, causas que sin duda están hoy exacerbadas. El aumento de la gasolina fue el detonante pero el 27F fue una respuesta al agotamiento del modelo y de un liderazgo que no respondía a las expectativas de la población, aunque ganaba elecciones. Quienes actualmente ejercen el poder justificaron los golpes de Estado (4F y 27N) por la corrupción imperante para el momento, la cual ahora se ha hecho obscena e inocultable. Pero la corrupción no fue más que una excusa, en su momento hasta Fidel Castro fue solidario con CAP, denunció el rasgo militarista y la naturaleza despótica del golpe. Explicar aquellos golpes como una rebelión popular absolutamente justificada es un extraño razonamiento para quienes ahora criminalizan la protesta. En este contexto, veamos la realidad. ¿Sabrá “El Ilegítimo” lo que significa su llamado a la "rebelión" contra Henrique Capriles? Si él hace esa convocatoria, también puede considerarse legítimo un llamado a la rebelión contra Nicolás Maduro. ¿O es que algunos tienen derecho a la rebelión y otros no? ¿Una rebelión es buena o mala, dependiendo de quién sea la víctima? ¿Y la Constitución? Toda esta manipulación permanente es muy peligrosa, sobre todo para el gobierno. No importa si los "Los enchufados" califican como golpistas a la disidencia democrática del país -aquí todos sabemos quienes han protagonizado golpes de estado y aun hoy llaman a la "rebelión"- lo preocupante es que tantas mentiras, tantas decepciones, la ilegitimidad de Nicolás y la irresponsabilidad de la cúpula podrida que gobierna pueden dar al traste con la paz que la mayoría del país anhela.