martes, 23 de octubre de 2012

BIENVENIDO, PROFESOR ISTURIZ

Nos corresponde dar la bienvenida al Prof. Aristóbulo Istúriz, así lo hacemos con todos los turistas que visitan a nuestro Estado Anzoátegui. Lástima que éste diputado caraqueño venga como candidato impuesto, a dedo, tal como hacían los Presidentes en la IV República antes de la descentralización. Que el Presidente irrespete al liderazgo regional del PSUV es algo que no nos sorprende pero el agravio trasciende las fronteras partidistas. Antes y ahora, esta práctica abusiva e inmoral constituye un insulto al pueblo anzoatiguense y es expresión de las carencias éticas de quienes ejercen el poder hoy en Venezuela. La gente se queja de los malos gobiernos municipales y regionales pero a todos esos Alcaldes y Gobernadores los impuso Chávez. Lógicamente, el compromiso de estos gobernantes no es con el pueblo que los eligió sino con el dueño del dedo que inescrupulosamente los impone, burlándose del pueblo y de la “democracia participativa y protagónica” que establece la constitución. Así que en esta oportunidad, el voto es también una manera de hacernos respetar. Además de desconocer la realidad regional, es imposible que estos gobernantes impuestos tengan real interés en nuestros problemas y en trabajar por su solución. No crean que el desafío del Prof. Istúriz será la seguridad de los anzoatiguenses, poner fin a los apagones, rehabilitar la vialidad o resolver el serio problema de las aguas negras desbordadas, para solo citar algunas de las penurias de nuestro pueblo. Mucho menos que entre sus prioridades este impulsar el turismo o el sector agropecuario. Nada de eso, ya lo ha dicho! En diciembre de 2009, durante un acto en la AN, Aristóbulo Istúriz dijo que uno de los "retos" que tenía la "revolución" era "desmontar" la actual estructura político-administrativa (Gobernaciones y Alcaldías) y sustituirla por un "Estado comunal". O sea, más politiquería y cero soluciones. Después de 14 años de fracaso y corrupción, la prioridad sigue siendo la “revolución”. Seguramente podemos coincidir en que los mejores gobernadores serán los que se ocupen de atender los problemas reales de la población y trabajen por garantizar una elevada calidad de vida e igualdad de oportunidades para todos. Pero gente como el Prof. Istúriz piensa que “los mejores gobernadores serán aquellos que primero desbaraten las gobernaciones; los mejores alcaldes serán aquellos que primero desbaraten las alcaldías” (El Universal, 17/Oct/10). ¿Se anima a votar por un candidato-turista que piense así? Esa actitud es coherente con un gobierno que es muy bueno destruyendo y absolutamente incompetente para construir. Son excelentes prometiendo y mintiendo pero incapaces de cumplir. ¿Hay alguna razón para pensar que el importado Aristóbulo Istúriz sería mejor gobernador que David De Lima o Tarek William Saab? Si así fuera ¿Por que los caraqueños no lo reeligieron como Alcalde? Twitter: @richcasanova

¿QUE PASO?

Junto a Henrique Capriles, miles y miles de venezolanos trabajamos intensamente para ganar y muchos teníamos la convicción de que efectivamente ganaríamos. No fue así pero sembramos una gran esperanza y construimos juntos un camino. No estamos conformes y lo que pasó es fácil decirlo pero difícil de asumir: una mayoría se expresó, perdimos. Así de sencillo y así de duro! Tenemos a nuestros testigos y las actas para comprobarlo. Solo al gobierno le interesa que grupos radicales, revivan la tesis del fraude y corran rumores que siembren desconfianza, lo que a la postre desmotiva e induce a la abstención. Así quiere el gobierno que vayamos a los comicios regionales de Diciembre, cuando enfrentaremos a unos gobernadores sin liderazgo y desprestigiados. A los que insisten en recorrer ese camino equivocado de desconocer la realidad, con respeto les sugiero: No contribuyan con el gobierno! Henrique Capriles es un hombre integro e hizo un esfuerzo admirable, merece el apoyo y respeto de todos. Electoralmente no ganamos pero obtuvimos una victoria política. En el 2006, Chávez derrotó a Rosales con una ventaja del 26%, hoy la diferencia es 10% a pesar del obsceno abuso de poder y ventajismo que se expresó en el uso impúdico de recursos públicos. Aun así, Chávez pasó de 62,84% a 55,14%, mientras la oposición creció con Henrique Capriles en casi 2.200.000 votos. Habiendo aumentado la población electoral, Chávez no creció y porcentualmente redujo su votación en más 15% pero logró mantener a su "fanaticada". Y no es casual que use ese término deportivo pues está claro que el vínculo entre Chávez y sus seguidores no es racional. Pongamos un ejemplo, a los fanáticos de los Tiburones de La Guaira no nos importa que el equipo tenga 100 años sin ganar un campeonato o que el manager ponga la torta. Nuestra militancia no depende del desempeño de sus jugadores. Nadie piensa en cambiarse a otro equipo que tenga un mejor plantel. Somos "Tiburones" y punto! Pues bien, Chávez logró convertirse en una divisa y sus seguidores son una fanaticada que votó por él a sabiendas de su desastrosa gestión. Votó por quien dirige un equipo que ha destruido al país y se ha robado hasta el oro de la nación, por quien manipula sus necesidades y usualmente lo amenaza pero que finalmente "es el mío". ¿Es una relación sado-masoquista? ¿Tenemos un país vulnerable al populismo y la demagogia? Quizás pero veamos mas bien que Chávez ha armado una coraza emocional entre él y una parte del país, la cual Capriles logró perforar en dos meses, aunque el boquete no fue suficiente para que el barco hiciera aguas. Es cuestión de tiempo, por eso la importancia de proseguir el esfuerzo. Esta reflexión nos remite al campo de la sicología social y nos obliga a entender que el cambio tiene un componente cultural esencial. La estrategia oficialista se orientó a cohesionar a los suyos, Capriles y la unidad democrática deben insistir en la ruta trazada y eventualmente, ajustar su estrategia en esta nueva etapa. La misma noche de las elecciones, Capriles nos dio una lección de fortaleza y perseverancia. Ahora tenemos el desafió de mantener encendida esa llama de esperanza y la obligación de seguir defendiendo a nuestra patria. Somos una gran fuerza… Perdimos una elección pero la alternativa democrática ganó un líder honesto, trabajador incansable, con coraje, sensibilidad social y vocación de servicio. Venezuela tiene una cita con el progreso, hoy apenas fue postergada. Twitter: @richcasanova

lunes, 8 de octubre de 2012

DOMINGO ALBERTO Y CAPRILES

Hace poco falleció Domingo Alberto Rangel, un hombre de convicciones. Que se sepa, su última militancia fue en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), organización que fundó junto a Moisés Moleiro, Sáez Mérida y Américo Martí, entre otros distinguidos venezolanos. Al finalizar la lucha armada, Domingo Alberto siguió en la política desde la periferia, siempre generando polémica con sus controversiales artículos de opinión. Se podía compartir o no las opiniones de Domingo Alberto, unos decían que era un anarquista, otros que era muy radical pero todos coincidían en que era un hombre honesto. Y no me refiero solo a la pulcritud en el manejo de los recursos públicos, sino política e intelectualmente honesto. Y ello es demasiado importante en un país que ha sufrido un verdadero deslave moral durante estos años de "revolución", cuyo antecedente está en el pasado reciente que hizo posible el ascenso al poder de un militar golpista que prometía acabar con las "cúpulas podridas". Tristemente, el remedio terminó siendo peor que la enfermedad. En efecto, el pasado y el presente tienen en común una enorme carencia ética en el ejercicio de la política y la función pública, ambas desprestigiadas por quienes entienden la política como el arte de engañar, como una práctica demagógica donde la mentira es moneda común. Por aquellos que asume la política como un inescrupuloso juego de “vivos” y desarrollan una habilidad sorprendente para las componendas y zancadillas. Para ellos es irrelevante el interés colectivo, lo importante es el beneficio personal. Lo que se necesita es tener garras no sensibilidad social pues el poder es para usufructuarlo, no para servir a la colectividad. Sin duda, el cambio debe incluir una nueva forma de hacer política y ello exige recuperar el valor de la ética en la política, lo cual a su vez supone un cambio sustancial en la cultura política del venezolano. Este quizás sea el mayor desafío de Henrique Capriles después del 7 de Octubre, tan importante como recuperar la calidad de vida de los venezolanos. Creo que Capriles tiene la fortaleza para tal desafío. Tengo el placer de conocerlo desde que se inició en la política y siento que tiene la honestidad personal y política que se requiere, sus acciones así lo confirman. No es ingenuo, conoce la existencia de oscuros vericuetos en la política pero tiene valores esenciales como referencia. Ello es una de las razones que han motivado mi entusiasta respaldo a su candidatura desde el principio. Lo del cambio va en serio! Hay una Venezuela decente que está emergiendo, por fin. De alguna manera, este proceso es el corolario de largos años de lucha. Ello explica que distintas generaciones y personalidades tan disímiles como Domingo Alberto Rangel y Henrique Capriles se encuentren en un mismo camino. Twitter: @richcasanova