viernes, 18 de marzo de 2016

EL PODER Y LA HUMILDAD DE LOS HIPOCRITAS

Hace unos años, estando en Montevideo a propósito de un evento internacional sobre vivienda y desarrollo urbano, aproveché la ocasión para visitar la “Casa del Pueblo”, sede del Partido Socialista Uruguayo, organización que conmemoraba sus 100 años. Mi llegada al recinto coincidió con la entrada de una persona que bajó de un pequeño automóvil y saludando amablemente, ingresó presuroso a la sede. Era un sábado y éste servidor llegaba de improviso -sin contacto previo- con la esperanza de encontrar a un viejo amigo y dirigente nacional de esa organización. El amigo no estaba pero fui atendido con absoluta cordialidad y en medio de un interesante intercambio político, me presentaron al personaje que había visto en la entrada: era Daniel Olesker, a la sazón Ministro de Salud, hombre curtido en lides políticas, Master en Ciencias Económicas y poseedor de un asombroso currículo. Me sorprendió gratamente que el tratamiento que le daban sus compañeros de partido al Ministro no era adulante, más bien lucía como un hecho cotidiano que una relevante personalidad del gobierno, hombre de confianza del presidente Pepe Mujica, anduviera por la ciudad sin escoltas, en un carro modesto y sacara tiempo de su apretada agenda para ir a la Casa del Pueblo. Sin duda, era parte de una cultura política pues en el Palacio de Gobierno no habían alambradas, ni barricadas como en Miraflores y cualquiera podía tranquilamente solicitar una audiencia con el presidente, quien ocasionalmente salía a la plaza a caminar con solo dos escoltas. Imaginar tanta humildad en el ejercicio del poder es un contraste brutal con la encumbrada cúpula podrida del PSUV, cuya arrogancia y prepotencia solo se compara con su inmensa pobreza intelectual y espiritual. Esta reflexión tiene pertinencia en un país donde el abuso de poder forma parte de la cotidianidad. Para muestra un botón: desde el pasado miércoles fue “tomado” el cementerio del Junquito, los entierros pautados para el jueves fueron suspendidos todos hasta el día viernes a las 10:00 am, y se restringió el paso al referido campo santo, todo un operativo policial y militar simplemente porque la señora madre de la Diputada Cilia Flores –presunta “primera combatiente”- iba a ser sepultada ese día (QEPD). La insólita medida obligó a los familiares de los difuntos a dejarlos un día más en las capillas de velación, lo cual es una muestra de desprecio que siente el gobierno por el dolor ajeno, del despotismo y arbitrariedad que inspira a la burocracia chavista. Se trata de una cúpula que ha manipulado al pueblo con una retórica socialista y una falsa humildad pero cuyas cuentas bancarias y actuaciones harían palidecer a la más rancia oligarquía. El país ha padecido el abuso permanente de un gobierno hipócrita, mentiroso e indolente, fracasado y absolutamente corrupto, lo cual explica que el 80,3% de los venezolanos quieran salir de esta pesadilla roja y constituyan una fuerza que hace indetenible el cambio en Venezuela. #RecocatorioYA

viernes, 11 de marzo de 2016

LA DEBILIDAD E INDOLENCIA DEL GOBIERNO

Este gobierno entreguista y adulante con el imperio chino es poco lo que ha aprendido de quienes tienen la merecida fama de ser uno de los pueblos más pragmáticos del planeta, lo cual le ha permitido abordar soluciones a sus problemas reales y desarrollar una sorprendente habilidad para ganar dinero. Pero también los chinos poseen una gloriosa historia que “constituye en realidad una lucha interminable entre las fuerzas de la luz y la oscuridad, la cultura y la brutalidad, lo civil y lo marcial”, como señala Ralph Sawyer en “El Arte de la Estrategia”, un extraordinario libro sobre tácticas no convencionales para el mundo de los negocios y la política. Desde esta perspectiva histórica y cultural es posible entender en su real dimensión que “la fuerza y la debilidad son una cuestión de disposición humana” (Sun Tzu/ El arte de la guerra). Regresando a la realidad venezolana: ¿Qué nos aporta esta reflexión a la hora de valorar la fortaleza del régimen? ¿Qué decir de la “disposición humana” de la élite gobernante? Pregonando el comunismo, los chinos implantaron un modelo económico tanto o más salvaje que el capitalismo yanqui. En cambio, esta “revolución” venezolana se orientó hacia la versión cubana del marxismo, signada ésta por un estatismo obsoleto, un acoso perenne a los sectores productivos y una política fracasada de expropiaciones que además de conducirnos a la ruina, ha sido la excusa ideológica para saquear las arcas de la nación y enriquecer groseramente a la cúpula oficialista, lo cual resume su vocación real. En efecto, su interés nunca ha sido invertir los fabulosos ingresos petroleros en el desarrollo del país sino transferirlos a sus cuentas personales mientras advierten al pueblo empobrecido que “ser rico es malo”. La retórica socialista, la mentira, la manipulación de lo popular y de la historia, ha sido el argumento esencial de esta colosal estafa política. Hoy, en medio de grandes penurias que sufre la población, Nicolás Maduro con su discurso patriotero propone un “plan especial” para enfrentar a escala nacional e internacional el decreto de Obama que supuestamente considera a Venezuela –se refiere al narco régimen- como una amenaza para Estados Unidos. Mientras la gente busca desesperadamente alimentos y medicinas, al presidente no se le ocurre un plan especial contra la inflación y la escasez sino que evidencia su indolencia ante la pesadumbre del pueblo humilde y demuestra que su preocupación mayor es proteger a los delincuentes afectados por el decreto del presidente norteamericano. Maduro denuncia una supuesta hegemonía mediática de la burguesía mientras en otra abusiva cadena nacional, insiste en planteamientos que nada tienen que ver con los problemas reales de la población. Quieren enganchar al venezolano -desesperado por la angustiosa realidad económica y social- en su politiquería barata contra la derecha y el imperio. Sin duda la mitomanía, corrupción voraz e indolencia de la boliburguesía del PSUV, sugieren que ciertamente esta cúpula podrida es una amenaza –no tanto a los intereses gringos- como al futuro de los venezolanos. Por su “disposición humana”, podemos concluir que estamos ante un régimen extremadamente débil pero ¿A dónde vamos a llegar con esta profunda crisis y un gobierno indiferente ante el sufrimiento de la población? #RevocaloYa