sábado, 25 de julio de 2015

CANDIDATO A GOBERNADOR

A nadie sorprende la irresponsabilidad de la dirigencia del PSUV y de este militarismo corrupto e inepto. Eso está claro pero -aunque no existe punto de comparación- en el campo opositor también tenemos algunos personajes con un precario sentido de responsabilidad; así sean la excepción de la regla, existen. Ni hablar de los mercenarios y divisionistas que -por encomienda del gobierno- promueven una supuesta "tercera vía", esos simplemente rayan en lo miserable. Traemos el tema a colación al enterarnos de dirigentes que están pensando hoy en candidaturas a gobernador, algo francamente insólito habida cuenta de la profunda crisis social y económica que ahoga al país. En algunos Estados donde gobierna el chavismo –como Anzoátegui- el gobernador está dedicado exclusivamente a su reelección y aunque son "un solo gobierno", los problemas de Maduro no están en su agenda, mucho menos los problemas de la gente, su prioridad es política. Lo mismo sucede con los alcaldes oficialistas en las principales ciudades, el país se cae a pedazos pero ellos viven en una burbuja, lo que demuestra cuán distante están de la realidad social y la fragilidad del piso político del gobierno. Para colmo, terminan creyéndose el cuento de la "guerra económica" y demás sandeces que repiten para justificar su fracaso, lo cual los aleja del pueblo cada día más. Lo más grave es que algunos candidatos a la Asamblea Nacional estarían evaluando postularse también a la gobernación de su estado el próximo año. Lo hablan en voz baja pues en el fondo saben que la sola idea es insultante. Un diputado oficialista debería estar pensando en la crisis política en ciernes, pero allá ellos si quieren seguir de espaldas al sentimiento popular. Lo alarmante sería que en el mundo opositor alguien tuviera una ocurrencia similar pues en las circunstancias que vive el país, semejante pretensión sería una burla. Los venezolanos tenemos cifradas las esperanzas en una nueva mayoría parlamentaria que pueda propiciar un cambio, reinstitucionalizar y pacificar al país, transitar una ruta democrática y recuperar la justicia, el respeto y la calidad de vida que hemos perdido en estos 15 años. Ante ese colosal desafío ¿Va a venir un diputado opositor a decir a sus electores que abandonará su curul porque ahora quiere ser gobernador? Eso es inaceptable… Sea principal o suplente, ante la dimensión de la crisis del país y la expectativa que existe en torno a la AN, abandonar ese espacio de lucha es absolutamente irresponsable, deplorable y digno de repudio. No es un problema político o partidista, es una cuestión ética y así vamos a asumirlo. Mis lectores pudieran pensar que esta reflexión es inoportuna pero no es así. Antes de que se concrete la postulación de candidatos, hay que poner el tema sobre la mesa pues si alguien aspira ir al parlamento y no tiene conciencia del compromiso histórico que ello significa, entonces estaremos poniendo demasiadas cosas en riesgo, hipotecando el futuro de muchas generaciones y siendo también irresponsables al solicitar el voto para quien no lo merece. Es preferible decirlo hoy a enfrentar mañana –como en efecto lo haremos- las desmedidas ambiciones de poder, los egos incontenibles y esa insolente carencia de compromiso. Por ahora, lo prudente es limitarse a hacer la advertencia e insistir en nuestro mensaje optimista de unidad y cambio. ¡Pa'lante Venezuela!

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