lunes, 19 de octubre de 2009

¿POLITICOS O CIUDADANOS?

Política viene de Polis, nombre que daban en la antigua Grecia a las ciudades y donde los civitas –es decir, los ciudadanos- participaban activamente en los asuntos públicos. De manera que la Política es por definición un ejercicio ciudadano. Parte del problema que tenemos en Venezuela es que no ha habido una cabal comprensión de la necesidad de reivindicar la política como un proceso que involucra a todos, incluso a aquellos que dicen no ser “políticos” para evadir su propia responsabilidad, olvidando que por omisión también se es responsable.

Haciendo política, el Teniente Coronel Chávez Frías llegó al poder montado en la ola de la antipolítica y desde ahí, ha hecho ingentes esfuerzos para dividir a la sociedad venezolana: oligarcas y patriotas, escuálidos y revolucionarios, etc. También desde el campo opositor algunos factores –no todos de manera desinteresada- insisten en dividirnos entre políticos y ciudadanos, partidos y sociedad civil, etc. Como si los “políticos” no fueran al mismo tiempo “Ciudadanos” o como si estos últimos no tuvieran el derecho constitucional de ejercer la política. Como si los partidos, a diferencia del Estado, no fueran organizaciones civiles y formaran parte de la sociedad.

Frente a los errores cometidos por uno u otro partido o líder, para algunos resulta más fácil las generalizaciones que responsabilizan a “los partidos” y eximen de toda responsabilidad a quien las expresa, muchas veces desde la comodidad de una cafetería o internet. Cuan útil sería que la crítica se hiciera con nombre y apellido, señalando los errores de tal líder o la equivocada decisión de determinado partido, pero también haciendo aportes y sugerencias. Mucho pudieran contribuir quienes tienen la afición de hablar mal de “los partidos”, si militaran en alguno de los muchos que hay e intentaran hacer las cosas mejor. Y si no le agrada ninguno de los centenares de partidos inscritos en el CNE, pues tiene la opción de constituir uno y predicar con el ejemplo.

No intento justificar la actitud irresponsable de algunos líderes o partidos, solo poner en evidencia lo absurdo de esa confrontación entre diversos sectores del campo opositor. Intento reivindicar la Política como ejercicio de ciudadanía y a los partidos como un mecanismo –entre otros- de organización de la sociedad. Pero también esta reflexión va dirigida a quienes militamos en organizaciones partidistas, pues estas deben colocarse a la altura de las exigencias, en sintonía con las expectativas del país, formular propuestas constructivas y asumir retos como la Unidad de las fuerzas democráticas. Algunas de estas organizaciones deberán revisar sus posturas, abandonar la arrogancia con que muchas veces abordan las propuestas de otros partidos: Tarjeta Única y Primarias, por ejemplo.

En definitiva, los ciudadanos todos –los que militan en partidos y los que no- debemos asumir el compromiso de participar activamente y ser responsables en la crítica, valorar las propuestas de los distintos partidos, evitar las generalizaciones y hacer a quien corresponda, los cuestionamientos a que hubiera lugar. Premiar con el apoyo a aquellos que se lo han ganado con sus propuestas y su constancia. No se puede seguir juzgando a justos por pecadores, ni evadiendo la responsabilidad propia. Solo así es posible el cambio!

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