Algunos piensan
que Francisco Ameliach -por ahora, gobernador de Carabobo- anunció la posible designación
del Teniente Cabello como Vicepresidente de la República para decirle al país
algo así como: "si revocan a Maduro, les ponemos a Diosdado" y
supuestamente meterle miedo a la sociedad venezolana. ¡Nada más falso!
Más bien esta bufonada es expresión de los conflictos internos del PSUV, una
reacción del militarismo rancio que sueña con ocupar la silla presidencial: una
casta verde oliva hundida en la corrupción y acusada de mantener vínculos con
el narcotráfico internacional que acaricia la idea de evitar el revocatorio
este año, cosa que no depende de los deseos de ellos, ni de nadie en esta
cofradía con vocación delictiva que actualmente ejerce el poder en Venezuela.
En todo caso, ese
militarismo putrefacto quisiera un revocatorio el próximo año para cortarle la
cabeza a Nicolás Maduro, habiéndole torcido previamente el brazo para forzar la
designación de Diosdado y dar un último zarpazo usurpando el poder. Por fortuna, "deseos no preñan",
dicen en oriente. Lo relevante del asunto es que la anunciada candidatura
para sustituir a Maduro genera más temores, incomodidades y reacciones dentro
del chavismo que en la oposición. Ahora Nicolás Maduro ha reconfirmado
que el Teniente le cortará el cuello a la vuelta de la esquina y tendrá que
pensar en la conveniencia de negociar condiciones para el revocatorio este año.
Hasta Aristóbulo que bajo la manga guardaba su carta, ahora siente el mazo en
el cogote. El Teniente es una de las figuras más detestadas de la
política venezolana y es dentro del chavismo donde es más despreciada, es ahí
donde su mazo plástico se ha convertido en emblema de la repugnancia y a la vez
de la comicidad. De manera que el
anuncio del Sargento Ameliach genera más convulsiones en el
chavismo. Para la oposición, lejos de asustar, ésta candidatura es
un aliciente para salir este mismo año de la tragedia que hoy embarga a la
Nación. En algo hay consenso, ni la oposición, ni el chavismo se calarían
a éste cavernícola de la política en Miraflores, a quien llamo Teniente no por
ignorancia -por cierto- sino porque desconozco ese ascenso ilegal a Capitán que
recibió luego de ser dado de baja de la FAN por golpista.
Después de
anunciar esta candidatura, con más razón el referendo debe ser en el
2016. En efecto, aquí debe haber revocatorio este año y hay muchas
razones para ser optimista, entre otras: la extrema debilidad del gobierno, la
fractura interna del PSUV y la FAN, la enorme presión internacional, la
agudización de la crisis y la más importante: la voluntad inquebrantable de una
inmensa mayoría de venezolanos, lo cual nos permite inferir que la recolección
del 20% de las firmas será una jornada con un marcado carácter épico -por las
condiciones tan adversas impuestas- cuyo éxito pudiera dejar "en la
lona" a este régimen moribundo. Llegar boqueando al 2017 es también un
pésimo escenario para el gobierno y en especial para Nicolás Maduro. En fin, que haya o no revocatorio dependerá
de usted, de mí y de cada ciudadano de este país… Jamás de lo que ellos
digan! #YoRevoco
@richcasanova
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